El film se podría dividir en tres partes bien marcadas. En la primera, y tras la presentación de los personajes, Diabolik y Eva se agencian 10 millones de dólares y demuestran que pese a todas las medidas de seguridad que se tomen, son siempre ellos los más astutos.
La segunda parte, después de dejarnos claro que disfrutan y se regodean de sus triunfos (se acuestan inundados de billetes, desnudos y en una cama redonda giratoria) hacen gala de su carencia de escrúpulos cuando se encaprichan de una joya de incalculable valor y planean robarla, con inverosímiles trucos (¿¡escalar con ventosas en una torre de ladrillos!?), pero desprendiendo un mágico sentido del hedonismo además de un erotismo acentuado (esas escenas en la ducha, en la cama o los calurosos filetazos) que confluyen con admirable gusto y nos hacen participes de su potente química sexual (hubo un affair fuera del proyecto entre los actores protagonistas que se palpa en la cinta) y que nos deja un sabor de boca especial, tan lleno de sensualidad como de extravagante sibaritismo.
La tercera y última parte aborda el secuestro de Eva a manos del malvado Valmont, con su posterior rescate y la operación subacuática de Diabolik para hacerse con el lingote de oro gigante que acaba siendo definitivo, con final marca de la casa, como le gustaba al genial Bava.
Cabe destacar la peculiar interpretación de John Phillip Law, que tras esa vestimenta esconde maneras y muecas dignas del cómic y sabe trasladar las limitadas posibilidades faciales que ofrecía el personaje con estupendo resultado, siendo ideal para el papel. De hecho, se ha convertido en todo un objeto de culto y ha propiciado convenciones plagadas de fans que no conciben a Diabolik sin las expresiones del malogrado John Law (fallecería de cáncer en 2008).
Importante mencionar el maravilloso mundo creado por Bava, con psicodelia a borbotones y plagado de momentos inconscientemente mágicos, que nos trasladan a un mundo genial, surrealista y marcado por la cultura pop de los sesenta; todo esto en un marco con forma de viñeta que con escasos recursos sólo el brillante cineasta italiano podía conseguir (cámaras detrás de estanterías, entre barrotes,etc... emulando un cómic).
La película es plenamente consciente de su apretada factura, y sin embargo ofrece una frescura fílmica insólita que se agradece enormemente y nos hace olvidar algunos detalles fallidos del argumento y de sus carencias de montaje (con unos títulos de crédito algo mareantes).
Su título original fue Diabolik, pero recibió el sobrenombre de "Danger: Diabolik" en los Estados Unidos, y se vio afectada por la censura en algunas secuencias, por lo de siempre, escotes, cachas, relaciones salvajes...
Lujurioso momento, de un lirismo absoluto |
Además, en su espléndida edición de DVD en nuestro país (con la única pega de la calidad del subtitulado), incluye un video-clip de los Beastie Boys dedicado a dicho film y un fantástico documental, un auténtico lujo de contenido adicional. Quizás, el mejor fumetti que existe, un auténtico clásico del género.
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