LA CONVERSACIÓN (1974)

Harry Caul (Gene Hackman), es un especialista en vigilancia que ha sido contratado para hacer un seguimiento y grabar una conversación de una pareja que se reune en un concurrido parque para evitar poder ser escuchados. Sin embargo, tirando de experiencia y buen hacer profesional, conseguirá grabar junto a su equipo lo que inicialmente parece ser una conversación intrascendente y sin ninguna importancia. Tras un primer intento de entregar la grabación a su misterioso cliente, Harry se irá obsesionando poco a poco con la cinta pues empieza a sospechar que algo raro esconde, para lo que la revisará una y otra vez buscando algo que se la haya podido pasar por alto.
¿Quién es ese cliente que no quiere ser identificado? ¿Quién es esa pareja? ¿Por qué tanta importancia esa cinta que no parece contener nada especial? Estás son algunas de las preguntas que empiezan a carcomer a Harry y que marcarán el devenir de la película. Con un Gene Hackman que borda su papel, el de un hombre meticuloso, solitario y obsesionado con la seguridad y su privacidad, que a medida que vaya avanzando la historia se nos irá descubriendo en toda su magnitud: sus miedos, su pasado, los remordimientos, etc... para hacer uno de los mejores papeles que le he visto interpretar. Anecdótica la aparición de un Harrison Ford jovencísimo en una de sus primeras apariciones en pantalla, interpretando un intermediario del misterioso cliente. El guión sabe sacar muy buen partido de una historia aparentemente sencilla, una simple grabación de una conversación, un caso más, para con maestría ir desvelando poco a poco partes de la misma, dejándonos a nosotros la interpretación de lo que está ocurriendo. No voy a contar nada más por el riesgo de desvelar puntos claves de este buen film y que merece ser visto sin saber nada más. Muy recomendable para todo aquel que quiera disfrutar de una película de escuchas bien hecha y que merecidamente consiguió las nominaciones a los Oscar para la mejor película, guión y sonido.