Hedorah, la burbuja tóxica fue un desastre en Japón (no para un servidor), así que se volvió a llamar a Jun Fukuda (perpretador de Los monstruos del mar y El hijo de Godzilla) para tomar las riendas de la saga.
¿El problema? Jun Fukuda no es Ishiro Honda. La trama sobre invasiones extraterrestres vuelve a repetirse por enésima vez y el presupuesto esta vez escasea de verdad. Galien, el monstruo de las galaxias ataca la tierra fue un desastre artístico de principio a fin. Esta vez Godzilla une sus fuerzas con Anguirus para detener la destrucción que imparten los monstruosos Gigan y Ghidorah.
El cúmulo de despropósitos es incontable. Durante la primera mitad del film nos vemos obligados a acompañar a unos personajes unidimensionales sin ninguna gracia y que no dejan de realizar estupideces y monerías de vergüenza ajena.
Los extraterrestres son de tercera fila, unos incompetentes que ni de coña nos hacen creer que son capaces de invadir la Tierra, y para colmo, resulta que son una especie de cucarachas gigantes camufladas en cuerpos humanos.
Estas "cucaraliens" construyen un parque de atracciones con Godzilla como imagen principal, lo llaman algo así como "Parque Godzilla para la paz de los niños del mundo" y son 4 piezas de LEGO (que hacen pasar por atracciones de tamaño gigantes), colocadas con la mayor cutrez posible. La torre Godzilla es la base de operaciones de los aliens de turno y desde allí llaman a los monstruos galácticos para destruir la Tierra.
Los elegidos son Ghidorah y la nueva incorporación a la saga, Galien, un enemigo imposible, medianamente cibernético, cíclope, con unas garras enormes en lugar de manos y una sierra mecánica en su pecho. Un villano que quizás pegaría más en una serie como Ultraman. Uno de los aspectos más lamentables es que el film es un continuo abuso de stock shots de anteriores films de la saga. Ishiro Honda ya había echado mano de estos clips cuando el presupuesto escaseaba, pero la inclusión en sus películas estaban hechos con disimulo e ingenio. Galien no es el caso.
Escenas de Ghidorah, el dragón de tres cabezas, Invasión extraterrestre, Hedorah la burbuja tóxica e incluso un momento de La batalla de los simios gigantes en donde nos intentan colar la espalda de un simio por Galien. Toda una chapuza donde se mezcla el día y la noche de un plano a otro, y donde Godzilla va cambiando de aspecto toma sí y toma también (por eso de que cambiaban el diseño del disfraz a cada film). Las pocas escenas de destrucción "originales" son competentes pero insuficientes (aunque usar un muñeco de Playmobil dentro de un edificio para hacernos pensar que es una persona...). Ghidorah es un mamotreto que apenas se mueve y el disfraz de Godzilla está en un estado lamentable, cayéndose a pedazos (literalmente).
Por un lado, los insulsos personajes principales |
Por el otro, los aliens de tercera. Un niño trasnochado y un maduro con bigotazo. |
Menos mal que querían usar la Torre Godzilla para preservar la paz de los niños del mundo |
Aqui intentan colarnos a unos muñecotes por personas |
Y los monstruos hablan al más puro estilo "manga" |
Galien es un monstruo al cual siempre le he tenido especial cariño |
- Godzilla: ¡Vamos, Anguirus! ¡Ya están atacando!
- Anguirus: Voooy...
La batalla a 4 monstruos se hace larguísima e interminable, con Anguirus siendo el saco de boxeo de todo monstruo que pase por ahí, ya que el pobre se lleva todas las hostias. Es sorprendente además que, a pesar de que es un film de clara vocación infantil, Jun Fukuda no tenga problema en mostrar una sádica escena en donde la sierra mecánica de Galien rebana el hombro de Godzilla.
Por lo menos, en la banda sonora tenemos al siempre agradecido Akira Ifukube y su épica música, más que nunca, parece ir a recovecos más serios que a los que se dirige el film.
Galien, el monstruo de las galaxias ataca la Tierra es uno de los films más desastrosos y desvergonzados de la saga Godzilla, que aún y así, se puede seguir como divertimento friki para una tarde de fin de semana acompañado de tus colegas y unas cervezas.
Fotaza. Un grupo de niños japoneses observando el rodaje de la batalla Kaiju |
Fin de rodaje |
Galien no mejoró los resultados en taquilla de Hedorah, yendo al cine únicamente 1,78 millones de japoneses.
(Redactado por Adrián Roldán)
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