martes, 11 de octubre de 2016

FESTIVAL DE SITGES 2016 - DÍA 4

De la mano del desconocido cineasta iraní (afincado en Londres) Babak Anvari, nos llega "Under the Shadow", un tenso relato de terror en la Teherán de 1988.
Anvari pone su mirada sobre la vida de Shideh, una mujer iraní a la que, por acciones políticas pasadas, el gobierno le deniega retomar sus estudios de medicina. Ahora vive junto a su marido, médico, y su hija pequeña Dorsa en la capital del país, donde todavía sobrevuelan los conflictos bélicos islamistas y los bombardeos son un peligro muy real (sirva como ejemplo la escena de inicio, donde a través de las ventanas de un despacho vemos caer bombas a lo lejos sin que éstos se inmuten).
Shideh, haciendo caso omiso de las advertencias de vecinos, familiares e incluso de su propio marido, no tiene intención de marcharse, pues cree que está segura pese a las circunstancias.
En su edificio, al menor indicio de ataque aéreo, todos los vecinos bajan rápido al subterráneo, que como improvisado búnker aparentemente les protege, y eso, desgraciadamente, es algo muy habitual.
La aparición de unos antiguos y legendarios seres sombríos del Corán, denominados "genios", que se mueven con "los vientos" y se llevan a las personas, pasará de ser una simple creencia sin fundamento (similar a nuestro "hombre del saco") a un peligro tan real como los propios bombardeos.
La casi obvia alegoría de la guerra trayendo desgracias y provocando miedos internos a las familias, ya sea con o sin añadidos religiosos de por medio, otorga al film una dimensión muy interesante y muy poco concurrida.



Unos lugares sin transitar para el amante del cine de terror más occidental, que nunca antes se había topado con seres de tan peculiar naturaleza (mitad fantasmas, mitad monstruo que atemoriza a los niños) y que consigue, a través de los latentes y repetitivos peligros externos vividos en el conflicto bélico islamista, convertirse en un temor interno en los hogares.
Una historia rica en sugerentes lecturas de toda índole, acompañada además de un personaje central no menos cautivador, dueña de una más que compleja psicología y muy bien actuada, y que, en contra de lo que pueda parecer en primera instancia, convierte el handicap de su exótica procedencia en todo un acierto, convirtiendo un film de terror quizás algo convencional en esencia (no es más que el asedio doméstico de un ser a una familia) en uno muy, pero que muy especial.


"Under the shadow" ha resultado un film altamente recomendable, tanto como ejercicio de terror sin trucajes ni concesiones innecesarias, como un drama social de múltiples lecturas. Todo un rara avis a tener en cuenta.
(Redactado por Jesús Álvarez)

La lotería de un festival como éste a veces nos depara descubrimientos sorprendentes, nos presenta nuevos talentos del panorama actual, o de lo contrario, nos roba un par de valiosas horas invertidas en la película equivocada.
"A Dragon Arrives!", cinta iraní dirigida por Mani Haghighi y exhibida en el festival de Berlín este mismo año, pertenece, lamentablemente, a ése ingrato último grupo. Y es que no hay nada peor que una película con ínfulas pero fallida, cargada de pretensiones que caen en saco roto y con ganas de salirse (como sea) de los esquemas del cine más convencional.
La historia del inspector Babak Hafizi tratando de averiguar el caso de un político ahorcado en extrañas circunstancias, se nos atraganta ya de buen comienzo, pues la abstracta mezcolanza de estilos escogidos por el autor (desde el recurso documental a la extravagancia detectivesca con fantasmas), acaba por hastiar y confundir, más que cautivar.
Una trama repleta de altibajos, con decenas de datos, diálogos e informaciones sobre misteriosos terremotos sin mayor importancia, no logra ser compensada ni siquiera por alguno de sus encuadres más que remarcables en su puesta en escena, cierto aire fresco desprendido durante algunas partes del metraje o ese formidable trabajo de fotografía (lo mejor del film).


Quiero creer que existe una más que asumida auto ironía en todo el conjunto y que ése héroe principal de postal, puro anzuelo para mofarse del mainstream, es toda una declaración de intenciones del tal Mani Haghighi para quitarse las cadenas del cine en toda su esencia y así crear una historia libre, sin ataduras narrativas ni estructuras estudiadas y herméticas. Lo malo es que ese picoteo genérico no le termine de funcionar, y su experimento de film acabe por resultar amorfo, confuso y tan poco inspirador.


Una lástima, porque seguramente sonaba mucho mejor sobre el papel que una vez trasladado a la gran pantalla. O simplemente haya desbordado al autor por su abanico de complejas pretensiones.
Si soy sincero, tengo mis dudas, y más que atribuirle la condición de película mala, es una película fuera de toda norma, para lo bueno y para lo malo.
(Redactado por Jesús Álvarez)


"Avril et le monde truqué" nos presenta una realidad distópica de nuestro mundo a raíz de un hecho en el pasado que lo cambió todo. En el año 1870 el emperador Napoleón III poco antes de declarar la guerra Franco-Prusiana, para segurarse la victoria solicitó a uno de los mejores científicos de la época un suero que conviertiera a sus soldados en seres invencibles, pero durante una visita a los laboratorios algo salió mal y voló por los aires muriendo en el acto. Su sucesor, Napoleón IV firmaría un tratado de paz que permitió que dicha guerra nunca tuviera lugar, empezando a cambiar el curso de la historia conocida. Paralelamente a partir de ese momento todos los científicos importantes del mundo son secuestrados misteriosamente y nunca podrán aportar sus invenciones al desarrollo tecnológico de la humanidad: No existe el teléfono ni la radio, Einstein nunca formulará sus teorías, se desconocen los usos del petróleo o cualquier alternativa al carbón, y un largo etc... Tal es así, que en plenos años 40 del siglo XX el mundo sigue anclado en la era de la máquina de vapor y los gobiernos intentan reclutar a la fuerza a los pocos científicos que no han desaparecido -los menos brillantes-, para que les ayuden en su carrera armamentística. Algunos de ellos, viven en la clandestinidad e intentan logran avances que sean útiles a la humanidad, como es el caso de los padres de Avril que viven en un París alternativo gobernado por Napoleón VI y que se encuentran desarrollando un suero que regenere a los seres vivos en medio de un mundo tan contaminado por el abuso del uso del carbón y la deforestación, que uno de los tres robles que quedan en todo el mundo puede verse en un museo.



Lo primero que debe destacarse de la película es el deslumbrante aspecto gráfico desde los títulos de crédito iniciales, una delicia visual con increíbles decorados, máquinas de todo tipo movidas a vapor en medio de un mundo que es puro steam punk y unos personajes bien elaborados.
Detrás de su diseño y dibujos encontramos ni más ni menos que a Jacques Tardi, uno de los pesos pesados de la "bande dessinée" -cómics- franceses. Ya en su obra abundan los relatos bélicos, siempre de corte pacifista, con críticas a los conflictos armados y aquí no es una excepción. El dibujo, de corte clásico europeo, tiene un toque de animación japonesa que no escapará al ojo entrenado, como por ejemplo algunas persecuciones por los tejados de la ciudad con montones de policías intentando capturar a los fugitivos al más puro estilo de la serie Sherlock Holmes del maestro Miyazaki.



A pesar de los numerosos atractivos que presenta la historia -entre ellos el poder disfrutar de la voz de Marion Cotillard para el papel de Avril o los brillantes diálogos de Darwin, su gato parlanchín- y momentos realmente interesantes a lo largo de todos sus minutos; queda la sensación de que el punto de partida daba para mucho más, permitía poder desarrollar una reflexión más profunda de ese nuevo mundo e indagar en sus interioridades. Sin embargo, su desarrollo es bastante convencional, circula por terrenos reconocibles, donde tanto algunos de los personajes, persecuciones y ciertos giros del guión, ya han sido explotados anteriormente por el cine de animación. Así pues, a pesar de disfrutarse, la experiencia no llega a ser todo lo brillante que uno esperaba en su arranque. A pesar de ello, es una película muy interesante y que se aparta completamente de la estética de animación y temas que imperan actualmente el mercado, solo por ello ya merece toda nuestra atención.
(Redactado por Marc Ventura)

Ya habían ganas de encontrarse con una gamberrada propia de Sitges para desahogar tensiones y adormecimientos por películas más trascendentales y "profundas".
"The greasy strangler" relata la historia de Big Ronnie (Michael St. Michaels) y su hijo Big Brayden (Sky Elobar), los cuales conocen a la solitaria turista Janet en la Disco Walking Tour. Así comenzará una lucha entre padre e hijo y dónde nacerá el famoso "estrangulador grasiento".
Un film que ha hecho pasar un rato de lo más desternillante a un servidor, aunque sí que es cierto que hay que ir muy mentalizado y preparado para disfrutar de esta locura.
Si mezclas unos personajes grotescos y vomitivos a medio camino entre los episodios más pasados de vueltas de Little Britain y los clásicos más "disgusting" de John Waters con un humor absurdo, surrealista y escatológico (por momentos muy chanante) y un gore totalmente slapstick y cartoon, te encuentras con "The greasy strangler".
La verdad es que el proyecto es arriesgado, pues sólo un grupo selecto sabrá aguantar el experimento y disfrutar de su humor tan retorcido. A opinión personal ha resultado ser toda una sorpresa llena de momentos delirantes y un asesino aceitoso inolvidable.


Si bien está permanentemente a punto de cruzar la línea del agotamiento, es una experiencia cinematográfica que realmente no olvidas. Si tienes estómago...
(Redactado por Adrián Roldán)

Mitsuha es una joven adolescente que vive junto a su hermana pequeña y su abuela en un pueblo de las montañas japonesas, un lugar demasiado tranquilo para las nuevas generaciones, exento de emociones y en el que no hay ni un triste café donde los jóvenes puedan ir a tomar algo para evadirse de la monotonía que les rodea. Todo ello hace que la joven viva con especial emoción la llegada del cometa Tiamat, que en su paso cerca de la órbita terrestre, será bien visible durante unos días. La sorpresa surge cuando una mañana despierta en el cuerpo de un chico que vive en Tokio. Simultáneamente a Taki, un joven residente en Tokio, le pasa lo mismo al despertar en un cuerpo de chica. Ambos creen que estas esporádicas experiencias se deben a sueños extremadamente realistas, pero terminan por entender que lo que les pasa es real y que hay días en los que vivirán en el cuerpo del otro. A partir de este momento en que toman conciencia de la situación, empiezan a intentar comunicarse: dejándose mensajes en los móviles, notas en sus cuadernos o en su propia piel para darse consejos para lidiar con unos cuerpos y unas vidas que no son los suyos. La película juega muy bien en el terreno de la comedia romántica con adolescentes -hay momentos hilarantes-, con un fondo trabajado para desenvolver de forma satisfactoria un tema nada fácil -por lo sobre explotado que ha sido en la historia del cine- como es el de los intercambios de cuerpos.

Despertar en otro cuerpo... nadie dijo que fuera fácil.
Este punto sorprende positivamente y más aun cuando se le añade el elemento de las paradojas temporales a mitad de su metraje. Momento a partir del cual la historia cobra un tono más serio y trascendental, sin perder nunca ese punto inocente y divertido.
Sorprendidos por lo que ha hecho "el otro" en su cuerpo el día anterior
"¿Quién eres?" Primeros intentos de comunicarse...
Makoto Shinkai es uno de los directores de animación más reputados actualmente en Japón, cuenta con obras como 5 Centímetros por segundo o El jardín de las palabras, en las que ya trataba con diferentes aspectos de la adolescencia: como los miedos y dudas que aparecen al hacerse mayor o los primeros amores de instituto. En "Your name" se atisba una mayor madurez, tanto en el aspecto narrativo debido a la complejidad de la historia con el cruce de vidas y líneas temporales; como por las diferentes capas de lectura que se pueden extraer de la película. Makoto nos muestra las dos realidades de Japón: modernidad y tradición. La primera representada por Taki y su Tokio natal; mientras que el pequeño pueblo en las montañas, los ritos tradicionales del templo llevados a cabo por Mitsuha y su abuela plasman esa arraigada tradición japonesa. Por otro lado se preocupa en mostrar los sueños de los jóvenes que viven en el Japón rural y que anhelan alcanzar la gran metrópolis, en el caso de Mitsuha  termina cumpliéndose pero de una peculiar manera que nunca habría imaginado. Como puntos menos acertados, haría hincapié en un exceso de ñoñería en el último tercio, habitual en el cine de animación japonés con historias de institutos y adolescentes -es un peaje que toca pagar-, y un alargamiento innecesario de la historia casi llegando al final, con varios subrayados que no le hacían ninguna falta. A pesar de estos pequeños detalles, la película brilla con una cuidadísima animación que mima los detalles más mínimos, así como por la elaboración de unos personajes vivos con los que se puede empatizar.
(Redactado por Marc Ventura)

Con este film, Dante Lam se postula como el actual rey del cine de acción de Hong Kong. Sin ninguna duda, pocos directores filman la acción de una forma tan salvaje y trepidante como él.
Operation Mekong toma como punto de partida un hecho real sucedido en el río Mekong, donde se inició una operación de busca y captura de varios reyes de la droga.
En el film, el gobierno chino encarga a Ko que investigue la aparición de trece cadáveres y de un cargamento de droga en el río. Por su parte, Fong, un agente de inteligencia, anda tras la pista de un temible señor de la droga. Ambos deberán colaborar.
Un film que a pesar de sus 2 horas de duración, pasa en un suspiro por su trepidante ritmo y espectaculares set pieces de acción, todas y cada una de ellas más salvaje y frenética que la anterior.
No se había vuelto a rodar una escena de acción tan impecable en un centro comercial desde el primer Police Story (1985) de Jackie Chan (ni tampoco se habían roto tantos cristales). Pero el film no se queda solamente en un espectáculo vacío de escenas de acción muy bien filmadas.
La interesante trama policial, que te lanza información sobre las actividades de los reyes de la droga, y por otro lado el carismático grupo de policías (con perro incluido), está lo suficientemente trabajado para que te preocupes por ellos.
Operation Mekong también podría clasificarse de buddy movie, pues tanto Ko (Zhang Hanyu) como Fong (Peng Yuyan), son personajes con personalidades distintas que aunque inicialmente choquen, dejan a un lado sus diferencias para luchar por un objetivo común. Una relación entre los dos que funciona muy bien en el metraje por el carisma que muestran ambos actores.


Si no te importa la inmortalidad de los héroes de la película y algunas situaciones de ciencia ficción (el efecto Chuck Norris, como lo llamo yo), podrás disfrutar de Operation Mekong como un niño.
Un film salvaje, frenético y tremendamente entretenido que además contiene uno de los mejores clímax de acción (en pleno río Mekong) de los últimos años.
(Redactado por Adríán Roldán)


El término "Transfigurar" se define como "Hacer cambiar de figura o aspecto a alguien o algo", según nuestra RAE. No es de extrañar pues, que tras éste peculiar título que analizamos a continuación, "The transfiguration", se esconda una película que habla de los duros cambios en la adolescencia, tanto externos como internos, de un introvertido, y muy especial, chico afroamericano del gueto.
El primer trabajo de Michael O'Shea tras las cámaras se centra así en la vida del marginado Milo, de 14 años, huérfano, sin amigos y con una sola obsesión que le ocupa todo su tiempo : los vampiros.
Tal es su fijación, que se pasa el día viendo películas, dibujando, hablando y escribiendo sobre ellos. Sin apenas entender su extraña condición, también actúa como uno de ellos, cobrándose cada vez más víctimas (y de paso, robándoles).
Por si fuera poco, Milo también es presa del acoso escolar y de los inconvenientes de la vida en un barrio más que complicado de Queens, pero todo cambiará con la llegada de una nueva vecina, que conseguirá intimar con él a todos los niveles, para lo bueno y para lo malo...
Según parece, O'Shea se sitúa en su zona de confort. Criado también en Nueva York, de familia humilde (trabajó de taxista, de guarda de seguridad o arreglando ordenadores, entre otras) y seguramente, sufridor de algún tipo de penuria vital, nos desvela que era, y sigue siendo, un cinéfilo compulsivo.


El film se mueve intermitentemente entre el drama indie y el cuento de terror vampírico, y en mi humilde opinión, creo que es una mezcla de lo más coherente viendo el discurso que se puede extraer de la película; que no es otro que el de filmar, simple y llanamente, una de vampiros "realista".
"The transfiguration" no es ninguna maravilla ni será la panacea del género; ni tan siquiera es algo nuevo (véase la original "Déjame entrar", muy superior a todos los niveles), pero como mínimo, y desde su más absoluta humildad, nos lanza un par de ideas más, que enriquecen el panorama.

Entre ellas, la más sugerente es la sutil alegoría del vampirismo enfocado como una adicción más que a uno seduce pero termina destruyéndote (sin necesidad de hablar de drogas, como es habitual en ese contexto).
Con una puesta en escena estudiada pero imperfecta, con algunas escenas para el recuerdo (la primera en el baño, sin ir más lejos) y en cierto modo compleja, podemos afirmar que "The transfiguration" es un film curioso, digno, estimulante y entretenido, aunque en ningún caso demasiado relevante.
(Redactado por Jesús Álvarez)

Me adentro en la renovada y mucho más confortable sección Brigadoon por primera y última vez en este Sitges 2016. Y no precisamente para degustar ningún clásico francés ignoto, o cualquier producto desmelenado de Jesús Franco, no; sino para disfrutar como un niño de la golosina nocturna más desprejuiciada (esperada para los amantes de este género) titulada "Bloody Chainsaw Girl".
Una nueva demostración de que los japoneses, en lo referente al cine más gamberro, sangriento y pasado de tuercas, son los mejores. Sin discusión.
Quien no tenga referentes sobre este tipo de producciones podría padecer un fallo cardíaco o un desprendimiento de retina durante su visionado, o incluso sentirse desorientado por la sobredosis de referencias desconocidas con las que tropezará.
Por el contrario, si se está más o menos familiarizado con el inconfundible modo de entender el nuevo gore nipón, se volverá a encontrar con un festín hiper canalla, una nueva orgía hemoglobínica y descarada repleta de colegialas armadas, casquería ilimitada y un humor de otra galaxia, donde sólo se busca la diversión y el disfrute sensorial a toda costa, sin mayor complicación.
Un ejemplo de cómo los japoneses se desprenden durante aproximadamente 1 hora y cuarto de la gran cantidad de corsés de una sociedad reprimida y antisocial; una vía de escape para desahogar su rutina y ver en pantalla lo que siempre han querido hacer en sus pensamientos más oscuros; véase, verle las tetas a las escolares buenorras, trocear miembros humanos con una sierra eléctrica o hincharse a ver bragas mientras luchan dos chicas a muerte. En fin, el sueño de muchos chicos...japoneses.



Esta "Bloody Chainsaw Girl" nos vomita ya en sus primeros 10 minutos una dosis inconfundible de todos estos elementos, con un inicio de la acción frenética y delirante, presentándonos a la guapa Giko, la colegiala de marras, armada con una sierra eléctrica eliminando a mansalva a un grupito de ex-alumnos alterados, infectados y robotizados (todo junto), en una especie de apocalipsis mutante. Nada más y nada menos.
Una suerte de película desquiciada donde todo vale, pues hay proyectiles vaginales, cabezas cercenadas con pies metálicos, sangre a borbotones o absurdos ninjas de cuarta; y como ya es costumbre, nos deleita con las esperadas batallas a muerte en las azoteas con armas imposibles, profesores de instituto trastornados o subtramas de lo más surrealistas (¡¡ese examen de maquillaje!!). Todo esto acompañado de un ritmo non-stop y muchas ganas de juerga visual. En fin, irresistible.


Si bien es cierto que la película tiene momentos en que se desinfla en pro de secuencias menos inspiradas, no se le puede acusar de tomarse en serio a sí misma en absoluto, pues ni pierde su espíritu sinvergüenza ni aspira a más que a darnos carnaza que exorcice nuestros deseos más oscuros. 
Se trata pues de un film moderadamente aceptable, si bien inferior a mejores producciones del género como "The Machine Girl", "Sukeban Boy" o "Mutant Girls Squad", y donde lo importante es llegar a contentar a un público muy fiel que ansía cada vez más desfase de locura y tripas; eso sí, todo desde una perspectiva dulcemente ingenua, algo irresponsable pero muy divertida. Una mezcla tan sugerente como imposible de comprender desde nuestra mirada occidental.
(Redactado por Jesús Álvarez)

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