Maxinger X, más grande y poderoso que Mazinger Z, o eso nos quieren hacer creer |
Maxinger X daba el pistoletazo de salida tras unos divertidísimos tráilers de películas, entre los que se encontraba la gran Street Fighter con Van Damme de protagónico, lo que provocó el aplauso de una sala con tres cuartas partes de su aforo repleto de un público de todas las edades. Aunque la mayoría de estos tráilers resultaron ser de películas totalmente desconocidas (incluso para mí), de terror u otros géneros, en especial un hilarante exploit francés de James bond. Volviendo a Maxinger X, el film resultó ser todo una explotación descarnada salida a raíz del mega éxito de la serie de Mazinger Z en Japón.
Originalmente, Maxinger X era una serie con un tratamiento muy similar a Mazinger, pero para generar el máximo de ganancias posible, se juntaron 4 ó 5 capítulos de dicha serie y voilà, ya tenían película que estrenar (algo parecido a lo que pasó con La invasión de los súper monstruos en 1982). Esto provoca situaciones delirantes porque no hay ningún hilo conductor entre estos episodios, sino que nada más acabar uno de los capítulos se salta descaradamente al siguiente sin ningún aviso.
El malvado de turno |
Esto es cine vanguardista y no lo que hacía Godard, como dijeron en la presentación de la sesión doble. El resultado es hilarante pero deliciosamente entrañable, y que te retrae directamente a la infancia, de cuando veías este tipo de productos y alzabas el puño cuando el robot gigante mostraba sus gadgets al son de una estridente canción japonesa.
Este es el sentimiento que se te queda al ver dicho film aunque no deja de ser una versión muy descafeinada y sin nada que hacer frente a Mazinger Z (magnífico doblaje en castellano de la época por cierto). Tras una pausa de 15 minutos y varios tráilers, se avecinaba un ejército de monstruos gigantes japoneses: llegaba Invasión extraterrestre, novena entrega de la serie Godzilla.
Este es el sentimiento que se te queda al ver dicho film aunque no deja de ser una versión muy descafeinada y sin nada que hacer frente a Mazinger Z (magnífico doblaje en castellano de la época por cierto). Tras una pausa de 15 minutos y varios tráilers, se avecinaba un ejército de monstruos gigantes japoneses: llegaba Invasión extraterrestre, novena entrega de la serie Godzilla.
Godzilla destruye todo a su paso, de nuevo |
El film se hizo en un momento de la serie en que el personaje estaba en una lenta decadencia, perdía espectadores debido a la infantilización de los últimos films estrenados (el anterior título fue El hijo de Godzilla, una película bastante discreta), así que la productora Toho quiso hacer una traca final y juntar no solamente a todos los monstruos aparecidos hasta el momento en la saga Godzilla, sino también en las demás kaiju movies producidas por la Toho además de contar con los artífices originales de la saga: Ishiro Honda en la dirección, Eiji Tsuburaya en los efectos especiales y Akira Ifukube en la música.
El resultado, pese a tener una historia simple y repetitiva respecto a los anteriores films de la saga, es entretenimiento puro. Desde el minuto 1 la acción arranca y no da respiro hasta el final, monstruos gigantes destruyendo París, Moscú o Nueva York, platillos volantes, tiroteos entre terrícolas y extraterrestres, batallas entre monstruos…un divertimento irresistible. A partir de este film la calidad de la saga Godzilla caería en picado con unos títulos insufribles, "zetosos" e infantiles.
El resultado, pese a tener una historia simple y repetitiva respecto a los anteriores films de la saga, es entretenimiento puro. Desde el minuto 1 la acción arranca y no da respiro hasta el final, monstruos gigantes destruyendo París, Moscú o Nueva York, platillos volantes, tiroteos entre terrícolas y extraterrestres, batallas entre monstruos…un divertimento irresistible. A partir de este film la calidad de la saga Godzilla caería en picado con unos títulos insufribles, "zetosos" e infantiles.
Los monstruos se rebelan frente al invasor |
Si se tiene que reprochar algo a los de Phenomena. es del efecto grindhouse que han puesto a las películas proyectadas con rayones en la imagen hechos a posta como en Planet Terror (el film de Robert Rodríguez) para acrecentar la sensación de peli de videoclub. Esto es una lástima con Invasión extraterrestre, ya que se hizo con un magnifico cinemascope a beneficio de ciertas tomas de una belleza plástica innegable y con dichos rayones la cosa se estropea y resulta frustrante. A pesar de todo, una experiencia inolvidable.
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