DRAGON BALL MOVIE Nº 1 : LA LEYENDA DE SHENRON (1986)

Arranco aquí y ahora mi análisis personal y pasional de todas esas películas, OVA's (Original Video Animation), especiales televisivos y rarezas varias que durante casi 30 años lleva aglutinando la franquicia anime más ilustre (e ilustrada) del pasado siglo, la mítica y entrañable Dragon Ball.
Si bien el manga original del sensei Akira Toriyama se estrenaba en el ya lejano 1984 dentro del conocido Weekly Shonen Jump, la serie animada ("Anime" a partir de ahora) no lo haría hasta 2 años después, en concreto el 26 de febrero de 1986 de la mano de TOEI Animation.
En aquél entonces, la aceptación popular fue tan notoria que en las Navidades de ese mismo año se estrenaría en el país nipón la primera de muchas películas de la saga, "Dragon Ball : La leyenda de Shenron".
El film en cuestión, de apenas 50 minutos, cuenta la historia de las Dragon Balls desde el primer encontronazo entre Gokuh y Bulma, seguido de la posterior búsqueda de las bolas restantes, la galería de "nuevos amigos" que van haciendo por el camino y el enfrentamiento contra el nuevo villano que tocaba.
El rey Gourmet (un murciélago gigante y glotón de aires Draculianos) y su ejército, están arrasando las tierras de unos  indefensos campesinos buscando riqueza en forma de rubíes. El avaro monarca además, sufre en sus excesivas carnes una maldición que lo está matando lenta y cruelmente : no asimila ninguna comida que no sea aún más sabrosa que la anterior.

Son Gokuh, saliendo por vez primera de sus montañas Paozu

El temido Yamcha y su inseparable Pooar

Enterado del poder curativo que las bolas le podrían otorgar, Gourmet pretende reunirlas todas con la ayuda de sus acólitos más despiadados, el gigante Vongo y la sinuosa pelirroja Pasta (por los "spaguetti a le vongole" italianos).
Acompañados de una niña de la aldea amenazada llamada Panji (que es a su vez un anagrama de la conocida cadena de pastelerías japonesa Jipan), Gokuh y compañía se enfrentarán entonces al monstruoso murciélago y sus secuaces para terminar con su malvado reinado.
Gracias a una impecable y sorprendente animación (por encima del nivel de la serie televisiva), un cuidado escénico en realidad fantástico y un guión respetuoso y muy divertido, "La Leyenda de Shenron" se sitúa entre las mejores adaptaciones que ha dado la franquicia, además de servir de inspiración para futuras sagas.
Sin duda alguna, propició la idea del ejército de la Red Ribbon (solo hay que ver uniformes, fortalezas, armamentos e incluso secuencias), se rescataron personajes sospechosamente similares para dicha saga (Snow / Panji, Capitana Violet / Pasta, Sargento Metálico / Vongo) e incluso inspiró una película taiwanesa a imagen real que en breve rescataré, "Dragon Ball : The Magic Begins" (1991).

Yamcha y su técnica "Rouga Fuu Fuu Ken"

Vongo y Pasta, un tándem militar y gastronómico

El erotismo siempre presente

El tándem de guionistas que formaron en esta ocasión Akira Toriyama y Toshiki Inoue no volvería a repetirse nunca más, muy a nuestro pesar. Ambos consiguieron una gran frescura en la trama (un villano temible con su punto justo de gracia), una perpetua presencia de humor y sexo, una agradable moraleja final y una irrepetible amalgama de personajes inteligentemente ideados, desde el anciano pervertido que representa Kamesennin hasta el adolescente vanidoso aunque inexperto en amores como es Yamcha.
Por último, y en gran parte gracias a su, y recalco, estupenda animación, el film nos deja varios momentos de excelente factura : el impresionante enfrentamiento entre Gokuh y Yamcha, la majestuosa aparición del dragón Shenron o el Kame-Ha-Me-Ha de un Mutenroshi hipertrofiado como nunca (secuencia que se calcaría en el anime más adelante).

El tirano Gourmet, un ser avaricioso condenado a siempre querer más y más 

Mi valoración pues es que se trata de un fantástico OVA a la altura del irrepetible original, que incluso por momentos, lo supera. Y eso, creo que no lo volveré a repetir. Un film excelente, a pesar de sus precipitaciones comerciales (y es que, contar tanto en tan poco deja sus señas).