dentro de la industria del cine; prolífico director que se atrevió a abordar los géneros más diversos, que devendrían exitosos films a lo largo de la primera mitad de su carrera. Desde el cine negro con títulos como
También se adentró en varias ocasiones en la enrevesada mente de un piscópata, siendo la primera de ellas una de las tres adaptaciones que se han llevado a la gran pantalla del crimen real que cometieron dos universitarios americanos en los años 20 bajo el título Impulso criminal (1959) y que el propio Hitchcock ya contara en La soga (1948). Sin embargo, las más inquietantes serían: la poco conocida pero muy a tener en cuenta por el interesante asesino que retrata, El estrangulador de Rillington Place (1970) y en último lugar, quizás la más redonda de las tres, con El estrangulador de Boston (1968) con un Tony Curtis en un registro muy alejado de sus roles habituales, bordando aquí su papel de serial killer.
La Nueva York del 2022... |
La investigación de un simple asesinato abrirá las puertas a una realidad desconocida... |
De esta manera, el film nos sitúa en el año 2022 en Nueva York, una metrópolis que ha alcanzado un nivel de superpoblación insostenible, con más de 40 millones de personas. Malviviendo en su mayoría en diminutos pisos, hacinados incluso en las escaleras de los edificios o en la calle. Con una precariedad laboral alarmante, y lo que es peor con una escasez de alimentos que ha obligado a la creación del Soylent Green, un alimento sintético destinado a paliar la acuciante hambre de sus habitantes, mientras los ricos siguen pegándose una vida a cuerpo de rey, en lujosos edificios y prostitutas a su servicio (aquí catalogadas como "mobiliario").
Pedaleando para obtener algo de luz... |
La película tiene, para empezar, la virtud que casi 40 años después de su estreno se revela totalmente vigente con la situación actual que vivimos. Un paralelismo preocupante debido a la creciente inseguridad creada a raíz de una crisis financiera que parece no tener fin, problemas medioambientales como el deshielo de los polos, efectos invernaderos, conflictos armados, etc... un paraíso celestial, para que nos vamos a engañar...
La historia nos muestra una sociedad que ha llegado hasta tal punto, que el suicidio está bien visto, alentado a través de centros especiales creados expresamente para facilitar y gestionar unas muertes que deben servir para aligerar los problemas de superpoblación y falta de recursos. Espeluznante.
Como buena película de ciencia ficción clásica, su punto fuerte recae en el argumento, en una historia que aparentemente versa sobre una investigación de un homicidio, pero que sirve de mero hilo conductor para mostrar hasta dónde ha llegado la sociedad en su vorágine de desarrollo y descontrol, para acabar desembocando con su revelador final, en algo completamente distinto y sorprendente.
Recogiendo manifestantes con excavadoras... |
Todo ello hace que su visionado se nos haga más cercano, realista y deprimente, dotando al film de un halo incluso nihilista que he encontrado particularmente acertado.
Uno de tantos centros creados para gestionar el suicidio... |
La brutalidad de esas enormes excavadoras recogiendo a los manifestantes, y evidentemente, por encima de todos, su revelador final es uno de esos momentos que le quedan a uno muy grabados en su memoria, atacando todos los estamentos de una sociedad corrupta, degradada y sin ningún tipo de moral, haciendo de éste un clásico imprescindible de la ciencia ficción que sigue sorprendiendo y que arrancó un gran aplauso en su proyección en la sesión de Phenomena.
"SOYLENT GREEN", con ser una película con numerosos puntos de interés, no es en mi opinión de los mejores trabajos de Fleischer. Tal vez un cierto vasallaje a las modas imperantes en aquellos alarmantes primeros setenta (ciencia-ficción, cine espectacular, catastrofismo) impidieron al autor de "LOS VIKINGOS" operar con la necesaria libertad de movimientos para hacer de esa cinta una gran obra. No obstante, con ese convencional andamiaje de thriller policial futurista, Fleischer introduce momentos memorables por su intensidad que dan la pista de lo que pudo haber sido "SOYLENT GREEN". Esa escena en que el anciano Sol Roth llora ante un filete de carne y un par de libros... O la relación de interdependencia entre Thorn y Sol como aquellos Bogart y Brennan de "TENER Y NO TENER".
ResponderEliminarFalta poco para el año 2022 (fecha en que se sitúa la acción) y muchos elementos barajados en el argumento de esta película empiezan a resultar inquietantes por su "proximidad" con la realidad que se está fraguando. Pero esa es otra historia.
Un saludo.
Por añadir una anécdota triste y ciertamente reveladora, diré que cité "Soylent Green" hace poco en clase de crítica cinematográfica (con media docena de alumnos e incluso la profesora), y nadie parecía conocer esta obra de Fleischer.
ResponderEliminarQuizás no sea una película redonda (yo también creo que es más notable que excelente), pero tampoco creo que merezca ese ostracismo del que parece hacer gala hoy en día. Creo que proporcionarle un poco más de luz es necesario (en eso estamos, y el Phenomena también, gracias a Dios) porque aciertos e interés, ofrece sin el menor género de dudas.
También aprovecho para saludarte Teo, es más que un placer tenerte ahí detrás, nos colma de orgullo. Gracias mil.
"no comáis!" "no las comáis!"
ResponderEliminarAlgo así gritaba el bueno de Charlton Heston porque nunca se me olvidará cuando la vi de pequeño. Al igual que el caminar de "el hombre alto", Freddy, Mundo Futuro... qué grandes tiempos...
Un saludo Suso.