10:30 Una programación tan extensa como es la de Sitges, siempre viene cargada con estrenos que nadie se quiere perder, como han sido
Grand piano,
Only god forgives o
Captain Harlock;
pasando luego por otras con menos caras conocidas pero igualmente
avaladas por su pase en previos festivales o por la crítica, y por
último podríamos tener nuestras apuestas personales de cada año. Films
que aparecen estrategicamente en una franja horaria que nos cuadra y
cuya breve sinopsis nos llama la atención a pesar de no tener más
información con la que contrastar nuestra intuición. Este ha sido el
caso con
The machine con el que arrancaba mi 8º día de festival, y puedo decir que ha resultado una propuesta mejor incluso de lo esperado.
La
película nos sitúa en un futuro distópico en el que se vive una nueva
Guerra Fría, esta vez entre Inglaterra y China, que está llevando a la
humanidad al borde del colapso. Ambos bandos están usando todos sus
recursos para acabar con su rival y así poner fin a la guerra. El
Ministerio de Defensa inglés está destinando un gran presupuesto a las
investigaciones lideradas por el experto científico en robótica Vincent
McCarthy, quien debe desarrollar un ordenador que pueda emular a un
humano para ser el cerebro de un androide destinado a eliminar la cúpula
política china. Pero todo cambiará a partir del momento en que cree
la simulación de una bella
mujer que puede haber sobrepasado todas sus expectativas, al demostrar algo más allá de la simple inteligencia.
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El Dr. McCarthy frente a su creación... |
A
pesar de que en nuestra sociedad actual disfrutamos de avanzados
equipos electrónicos, parece quedar muy lejos lograr crear una verdadera
inteligencia aritficial con la que poder vernos minimamente reflejados.
The machine nos presenta un futuro donde se alcanza este
momento, y por supuesto plantea entonces varios problemas morales y
éticos derivados de la aparición de esta nueva conciencia.
Con una clara influencia de una obra capital como es
Blade runner,
donde los replicantes querían romper el vínculo con sus amos humanos y
tener su propia vida; aquí veremos a los primeros humanos
semi-robóticos, soldados con graves heridas cerebrales y a los que se
les inserta implantes o prótesis para testear los avances derivados de
las investigaciones del equipo científico. Como pasara en la película de
Ridley Scott, estos "conejillos de indias" están a la merced de
sus superiores y sin ningún derecho más allá del de servir a sus fines
si no quieren perder esos implantes que les permiten seguir con vida. El
doctor Vincent McCarthy deberá jugar siempre al límite para satisfacer
por un lado a sus superiores, ávidos de crear e introducir un robot en
China para destruir la cúpula del Gobierno, y por otro de ser
consecuente con sus convicciones, interés científico y ese
reconocimiento de humanidad que tiene cada vez que se encuentra cara a
cara con sus diferentes creaciones. En este sentido el film logra crear
situaciones y diálogos que cuestionan una y otra vez el posible dilema
moral al que se enfrenta McCarthy.
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Entrenando la que debe ser una arma perfecta... |
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¿Hay algo más que pura inteligencia detrás de Ava? |
La primera parte de la película
sirve primero para situarnos en ese oscuro y desesperanzador futuro,
donde la depresión económica, la tensión constante de guerra fría y la
inseguridad han alcanzado cotas dificilmente imaginables, y en segundo
lugar para hacernos partícipes de todo el desarrollo de los distintos
tests para valoración de inteligencia artificial a la que son sometidos
los distintos prototipos, dedicándole un buen tiempo a la parte
puramente científica, que a la postre consigue crear un halo de
verosimilitud mayor que en otras obras de ciencia ficción coetáneas. Es
en estos minutos donde somos testigos de interesantes preguntas, la toma
de conciencia y desarrollo de la
personalidad del robot, viendo un trasfondo humano con el que no
contaban, y que abre muchas nuevas posibilidades y por supuesto
responsabilidades.
Otro posible referente podría ser la saga de
Terminator,
de la que toma la idea de infiltrar un androide con aspecto y
comportamiento humano entre las lineas enemigas y así acabar con el
líder del otro bando. En este sentido, la segunda mitad se centra más en
la parte militar y de entreno para lograr alcanzar la sofistificación
asesina digna de uno de los androides enviados por Skynet desde el
futuro para acabar con Sarah y John Connor. Toda la acción, violencia y
tensión contenidas hasta entonces, tendrán su importante protagonismo,
satisfaciendo también al público que esperaba ansioso su momento.
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Vincent enfrentando un dilema moral |
Los
efectos especiales no son el punto clave del film, pero como no puede
ser de otra manera hoy en día, cumplen sobradamente con lo que se puede
pedir a una obra de ciencia ficción, destacando los usados para la piel
del robot, ciertos implantes o en las escenas de acción. Su presencia es
más bien puntual, pero siempre muy correctos.
Otro aspecto que
suele ser muy importante es la música, en esta ocasión, marcada por
piezas electrónicas bien elegidas para acompañar a las imágenes y
conseguir crear un clima tenso y oscuro.
A nivel personal, en
conjunto la he disfrutado de principio a fin, pero principalmente los
momentos en los que entra en juego esa parte filosófica que cuestiona
que nos hace personas, en que nos diferenciamos de una máquina que
piensa y siente, y si eso nos confiere algún derecho por encima de
ellas. Muchas preguntas y diálogos desde el nacimiento del robot (de
nombre Ava), y cuando hablo de nacimiento del robot lo digo como tal,
pues como un niño inocente irá aprendiendo de cuanto le rodea, del
comportamiento humano, del bien o del mal, y deberá plantearse sus
respuestas a todos estos estímulos y dudas que se le plantean, como
cuando pregunta a su creador: "
A parte de su carne, ¿que los hace diferentes de mí?".
Asimismo
es interesante el percibir el miedo de algunos humanos ante lo que
sospechan que tienen ante ellos, como si de un nuevo paso evolutivo se
tratara, Thompson (el responsable de defensa al cargo del proyecto), no
puede ser más esclarecedor al comentar asustado que: "
estos robots
más inteligentes que nosotros podrán crear otros robots mejorados en el
futuro, y la historia ha demostrado que siempre gana el tecnológicamente
superior", o cuando Ava le comente que "
Ellos son parte del nuevo mundo, tú del viejo".
Dejando claro que puede haber llegado el fin del dominio humano. Que se
ahonde en estas y otras interesante cuestiones, hacen que
The machine
supere a otras producciones de género de mayor presupuesto pero
normalmente huecas. Una interesante propuesta que muy posiblemente no
tendrá distribución comercial en los cines, a diferencia de auténticos
bodrios como la pobrísima
Elysium o
After Earth, dos despropósitos de la ciencia ficción que hemos tenido que sufrir en los últimos meses.