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viernes, 13 de enero de 2012

EL CEBO (1958)

Un vendedor ambulante se encuentra a una niña muerta mientras está andando en medio del bosque. A pesar de notificarlo inmediatamente a la policía del pueblo más cercano, las sospechas recaen sobre él desde buen principio. Basándose en toda una suerte de pruebas circunstanciales por parte de unos policías convencidos de su culpabilidad, a la vez que deseosos de encontrar alguien al que cargar el muerto de tan macabro crimen, el pobre hombre se ve sometido a un interrogatorio interminable y agotador, donde buscan que se venga abajo y confiese ser el autor material de los hechos. El vendedor es puesto entre rejas hundido, viendo como muy probablemente acabe siendo condenado por un crimen que niega haber cometido, su desesperación llega a tal punto que esa misma noche se quita la vida dentro de su celda. Este hecho para la policía es una prueba más de su culpabilidad y de los remordimientos que debía tener tras asesinar a la chiquilla, dando el caso por finiquitado.
Sin embargo el veterano comisario Matthäi, quien se acaba de retirar del servicio durante esos días, duda de que esto sea así al no cuadrarle el perfil del asesino con el afable vendedor. La única pista que tiene es la explicación que recibe en la escuela donde estudiaba la víctima por parte de su mejor amiga y el dibujo que realizó la niña pocos días antes de morir donde se ve un enorme hombre que le está dando algo a la pequeña en medio del bosque. Poco antes de tomar un avión para marcharse a su nuevo destino repara en unos detalles que acaban por convencerlo de que el asesino sigue suelto. Motivado por la gran profesionalidad que ha demostrado a lo largo de su carrera, empieza por cuenta propia una meticulosa investigación para descubrir al verdadero asesino y evitar que vuelva a matar.

Este es uno de esos DVDs que he tenido mucho tiempo en la estantería y al que nunca le había dado una oportunidad, pero me alegro de que por fin haya llegado el momento de verlo. Me ha sorprendido muy gratamente en todos los sentidos y cuesta entender la poca repercusión que tiene, pues nunca se hace mención de esta obra cuando se habla de grandes películas del género. Una cinta que guarda ciertos paralelismos con la de M el vampiro de Dusseldorf, al tratar ambas de un infanticida cruel y despiadado que mata niñas, y que como pasaba con aquella, debería ser referencia obligatoria dentro del subgénero de los serial-killers. Un género que que hoy en día está tan sobado que salvo alguna que otra sorpresa como puede ser I saw the devil, deja mucho que desear con argumentos banales y asesinos de segunda.
Dirigida por el húngaro Ladislao Vajda, que en aquellos años residía y trabajaba en España en plena dictadura de Franco. Sorprende por ello que se le permitiera la libertad de acción que tuvo a la hora de rodarla y la dura temática que aborda, sin embargo esto se puede llegar a entender al tratarse de una co-producción entre España, Alemania y Suiza y que la acción tuviera lugar en Suiza y no en territorio español, cosa que permitió que se librara de verse coaccionado por la censura.
Pero por otro lado sí afectó a su distribución en nuestro país viéndose totalmente relegada y con muy poca promoción en los cines, contribuyendo a que no tuviera una gran repercusión.
Basada en la novela de Friedrich Dürrenmatt, volvería a ser adaptada en el año 2001 en una versión dirigida por Sean Penn y protagonizada por Jack Nicholson bajo el título de El Juramento. Habiendo visto ambas tengo que decir que  personalmente me quedo con la primera, pues a pesar de que el remake tiene su interés, está bien actuada y guarda un final quizás más duro que no esta versión (también hay que tener en cuenta que hablamos de épocas muy distintas), pero esta se olvida con relativa facilidad, mientras que muchas de las imágenes en blanco y negro de El Cebo son de las que a uno le quedan grabadas en la retina.
Una película que sabe engancharte desde el primer minuto de metraje, con un interés que va creciendo a medida que avanza la investigación y empiezan a aparecer algunos indicios que apuntan a que el asesino anda suelto, mantiéndonos tensos hasta el último fotograma, acaba siendo un ejercicio estupendo para todo amante del buen cine.
Rodada muy inteligentemente y con un excelente pulso narrativo, usa unas transiciones entre escenas muy logradas (como cuando pasamos a ver al asesino por primera vez en su casa después de que un psicólogo le haga un esboza el comisario de la posible personalidad del criminal, es genial). Gracias a su gran guión logra a pesar de descubrirnos relativamente pronto al asesino, mantener el suspense y la tensión, demostrando sobradamente que no es necesario el uso de imágenes escabrosas para resultar efectiva. El plan trazado por Matthäi es estupendo, inteligente e interesante, a la vez que creíble acostumbrados como estamos hoy en día a peripecias imposibles por parte de los defensores de la ley a la hora de descubrir a los culpables de un crimen.
Dentro de las interpretaciones cabe destacar con una muy buena interpretación por parte de Michel Simon dando vida a Jaquier, el vendedor ambulante, sabiendo transmitir la angustia por la que está pasando al verse acusado de ese crimen. También el acierto que supone el personaje de Matthäi interpretado de forma convincente por Heinz Rühmann, su personalidad está bien dibujada y nos permite entender sus motivaciones y entenderle a la hora de aventurarse en la difícil búsqueda del culpable, sin rehuir la obligación que se impone de librar a la sociedad de un monstruo, con un estilo que puede recordar al Inspector Maigret. En el papel del cruel asesino también lo borda Gert Fröbe, despertando en nosotros toda una serie de sentimientos desde el odio, pena, miedo y repulsión, un nombre que tal vez no os diga nada, pero que sería conocido por su posterior papel como Goldfinger en la saga de James Bond. Con todo tenemos una película que mucha gente tiene pendiente por descubrir y que a buen seguro os sorprenderá gratamente.


2 comentarios:

  1. Excelente film, sí señor. Además, mantiene una frescura increíble, ya que sorprende de igual manera medio siglo después de haberse filmado. Una película infalible que encantará al gran público de igual manera que al cinéfilo.
    Una joya que bien merece mayor repercusión, sin duda.

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  2. Vi El cebo hace unos meses en el cine y me dejó alucinada para su época me pareció una gran producción con un gran argumento y una trama que sigue sin dejar indiferente. Muy recomendable.

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