Ya sé que incluso a una legua se aprecia su tufillo a producto sin gracia, y que su fugaz paso por nuestras salas auguraba un film olvidable, pero mi temeraria retina se propuso darle una oportunidad a este intento fantasmal de crear una comedia apañada y de nuevo, me ha pasado factura. Es una versión de la obra teatral Ets Aquí? con Joel Joan y Clara Segura (2005) que seguramente ha sido intrasladable al celuloide, por esa frescura del directo que merecía el guión.
Voy a intentar resumir la propuesta, del todo emborronada, de esta adaptación como buenamente se pueda.
Fran y Ana han decidido irse a vivir juntos, pero ese mismo día Ana sufre un desafortunado accidente y fallece. El caso es que aún muerta, su espectro continúa conviviendo con Fran, que a su vez, encontró otro fantasma en ese piso nuevo. La convivencia entre ambos sumado al tercero en discordia (¡¡nadie entiende qué pinta ese fantasma de más...!!) dan lugar a situaciones de pareja de lo más surrealistas.Mal llamada comedia, tan sólo te fuerza a sonreír en un par de segundos, pero te arrepientes de estar moviendo los labios en cuanto empiezan a parlotear y sobre actuar en grupo. Lamentable puesta de escena, tan teatral que suena ficticio (todos alzando la voz innecesariamente) y horrendo tratamiento de un guión que jamás debió salir del cajón. Resulta estúpido que Fran deba volverse bizco y forzar su vista incomprensiblemente para vislumbrar a una odiosa Ana, que no merece tal esfuerzo en todo caso. Más idiota es contemplar durante unos escasos 85 minutos (lo que más se agradece, que acabe pronto) como van sucediendo extrañas situaciones sin gracia en un ir y venir de personajes desalineados y maltratados humillándose en grupo sin faro que les guíe. No cabe duda de la ineptitud de su realizador, un Roberto Santiago que cosecha bochornosas películas una tras otra (por no hablar de su trabajo televisivo, doloroso cuanto menos).
Tarjeta roja y expulsión pues para este engendro español que desmerece a un grupo de actores que tampoco se lo merecían (sobre todo el protagonista guipuzcoano Gorka Otchoa, que consigue salvarse de la horca por los pelos).
Le otorgo el extraño galardón de ser la única película que he visto en la que su Making Of es muchísimo más interesante que el film en cuestión, ya que se adentra en el interior de una filmación como pocas veces habíamos visto.
Imposible de ser recomendada por no propagar más desastres al mundo, que ya tenemos suficientes, y a la pregunta de...-¿estas ahí?-, responder claramente, -Ni estoy, ni estaré y me arrepiento de haber estado!!-.
Pues nosotros fuímos a ver la obra en el teatro hará cosa de 5 o 6 años, y era muy divertida amén que bien interpretada. Se podía trasadar a la gran pantalla y haber sido igualmente graciosa, pero para ello hace falta buen oficio (claramente Roberto Santiago no lo tiene) y unos buenos actores (no voy a descubrir las grandes dotes interpretativas de una Clara Segura o un Joel Joan, ciertamente infinitamente superiores a los del film). ¿De dónde sale el segundo fantasma? Pues me imagino de la incapacidad del director para saber plasmar la historia a la gan pantalla tal y como era, y querer reducirla a unos gags de conflictos entre fantasmas y bromitas "graciosas" con el chico, incluso bochornosas de haber aparecido en "Humor se escribe con H". Un nuevo despropósito del cine español, que tiene que ponerse las pilas, que mucho protestar contra las descargas ilegales y todo lo que quieran, pero deberían indemnizar a todos los afectados que pagaron una entrada de cine y padecieron semejante tortura. Un suspenso que debería acarrear una pena no inferior a dos años sin dirigir para su nefasto director y no menos para el perpetrador de un guión que por lo que parece, estaba creado para hacerle odiar a la gente el cine, a no entretener, ni diverir, ni nada... lamentable.
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