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lunes, 13 de febrero de 2012

TOUCH (2012) - SERIE TV

Tim Kring se dio a conocer en el año 2006 con la serie Héroes, una propuesta que tuvo una excelente acogida gracias al original y novedoso enfoque que supo darle al mundo de los superhéroes y de como estos se encontraban entre nosotros.
Sin embargo tras un excelente inicio, la serie fue perdiendo fuelle y el rumbo debido en gran medida al intento del canal de alargar innecesariamente una serie que podía haberse cerrado de una forma notable con dos temporadas, pero como pasó con Prison Break, murió de éxito. Seis años después llega la nueva creación de Kring, justo ahora en la mid season americana, en la que los canales lanzan las nuevas propuestas para la segunda parte de la temporada. De todas ellas las que más me han llamado la atención han sido: Alcatraz (de momento bastante más floja de lo esperado), The River (tengo pendiente ver el piloto), Luck (la nueva propuesta de la HBO con Dustin Hoffman y Nick Nolte en medio de una trama con mafia e hipódromos, y cuyo primer episodio me ha parecido francamente excelente y con muchas posibilidades) y la propia Touch, de la que solo hemos podido ver el episodio piloto, por lo que aún parece pronto para sacar muchas conclusiones acerca de lo que puede llegar a ser la serie (que no se estrenará hasta el 19 de marzo). De entrada lo que sí queda claro es que para este primer episodio, se han cuidado mucho todos los aspectos de cara a hacerlo muy atractivo al público. Desde la intro, un buen ejemplo de como saber captar la atención del espectador en tan solo unos instantes, en la que se combinan toda una serie de bonitas imágenes y la narración con una voz en off que logra despertar nuestro interés; hasta toda la concepción estructural de episodio que acaba logrando su propósito, que es el de generar expectación de cara a saber como continúa la interesante historia planteada. Os comento un poco de que va: Martin Bohm (Kiefer Sutherland) perdió a su mujer en los atentados del 11-S y actualmente trabaja en el departamento de objetos perdidos de un aeropuerto, su hijo Jake (David Mazouz) padece autismo, nunca ha hablado y rechaza cualquier tipo de contacto físico incluso con su padre que vive dedicado a él. Sin embargo demuestra unas increíbles dotes para los números y una obsesión con los teléfonos móbiles. Precisamente el hecho de que se haya subido por tercera vez en tres semanas a una torre te teléfonos y haya hecho mobilizar de nuevo a los bomberos, provoca que entre en escena Clea Hopkins (Gugu Mbatha-Raw), una asistenta social que va a evaluar si el niño puede seguir con el padre o debe ingresar en un centro especializado donde pueda recibir atención continuada, para desesperación de su padre que daría lo que fuera para poder comunicarse con su hijo y evitarlo.


El aparente caos de números sin sentido con los que Jake garabatea en su libreta, empiezan a mostrar un posible sentido para su padre, ya que éste cree que su hijo puede reconocer algún tipo de código matemático oculto que explique la conexión existente entre hechos sin ninguna relación aparente, pudiendo llegar a predecirlos. Así, a lo largo de este primer episodio, iremos viendo que pueden tener a ver y porque, un teléfono móvil perdido por un hombre en un aeropuerto y las distintas personas por las que va pasando, el boleto de lotería que juega una persona y su propietario, una cantante aficionada, el propio Martin o el número 318, entre otras cosas.
La idea base sobre la que se cimenta la serie no es nueva (vendría a ser "Todos estamos interconectados de una forma invisible") y ya ha sido abordada con anterioridad; por ejemplo, el Rey Midas de la series, J.J.Abrams intentó sin éxito tocar el tema en la serie Seis grados (2006) en la que las acciones de personas sin ninguna relación acababan gracias a una serie de coincidencias y cambiaban el destino de algunas de ellas, o vimos a Kevin Spacey en la película Cadena de favores (2000), en la que gente hacía favores a desconocidos y esto generaba que estos a su vez siguieran la cadena.
A pesar de ello la serie ha presentado sus credenciales y de entrada las primeras sensaciones son buenas: una cuidada escenografía, un equilibrio bastante logrado de drama y misterio, un actor carismático como Kiefer Sutherland que tras el fin de la serie 24 arranca este ambicioso proyecto como protagonista (le pudimos ver también en The Confession, una serie online que hizo antes de empezar Touch), un guión que en líneas generales está bien trabajado para lograr darle sentido y ligar todas las historias para que acaben convergiendo (aunque me sobra alguna maniobra de los guionistas a la caza de la fibra sensible del espectador y que alguna de las historias tengan menos interés que otras). A partir de aquí la gran incógnita es saber como se desarrollará la serie, ¿serán episodios autoconclusivos con una estructura repetitiva o habrá una historia de fondo que se irá desgranando a lo largo de la temporada? ¿lograrán mantener el interés o será de esas series que acaban cansando? Todas las respuestas se empezarán a resolver dentro de poco más de un mes, ya os iremos contando que da de sí la serie.


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