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jueves, 6 de octubre de 2011

TELL-TALE (2009)

Lo que a priori parecía una prometedora modernización del relato de Edgar Allan Poe titulado "El corazón delator", ha resultado un film del todo aburrido y decididamente prescindible.
El director Michael Cuesta se dedica principalmente a rodar series de TV (enre ellas, Dexter, A dos metros bajo tierra o la reciente Homeland), pero como no podía ser menos, también se le despierta su ego creador y nos tortura con esta cinta de terror comercial evidentemente por encargo de alguna productora sin escrúpulos.
El relato se centra en la figura de Terry Bernard, un padre soltero que ha sufrido un trasplante de corazón y que poco a poco comienza a padecer extrañas sensaciones de mareo que le provocan confusas visiones sobre un aparente asesinato.
Terry empieza a sospechar que el donante urde su venganza a través de su nuevo corazón, y se ve inmiscuido en una sucesión de incontrolables actos fatales y terribles ajustes de cuentas de los que no tendrá fácil salida. Es ahí cuando Terry decide acabar con ese asunto de una vez por todas y descubrir la verdad sobre el asesino de su donante. Lo que bien podría haber sido un capítulo piloto sobre un hombre que asesina a otros porque su corazón le guía, acaba siendo un interminable y mediocre film repleto de clichés y edulcorado hasta el hartazgo. La premisa, en mi opinión, podría dar mucho juego si se le hubiera sabido extraer ese potencial intrigante y esa dosis de terror que merecía, pero nada más lejos de mi ilusión. El protagonista (un Josh Lucas decentemente mediocre, si se me entiende) realiza una actuación irregular, a veces creíble, a veces con cara de póquer, lo que hace muy inconsistente su aportación al, ya de por sí, flojo guión.
Su relación amorosa con la doctora Clemson además, aturde nuestras agotadas mentes por esa continua sensación de -ya visto- que invade nuestra retina, y apetece darles dos collejas a cada uno para que despierten de una vez su relación y suceda algo mínimamente atrevido.
La hija de Terry, Angela, sufre una extraña enfermedad que deforma su estructura muscular y necesita cuidados continuados (fibrodisplasia progresiva), lo que aporta una sensiblería extra al conjunto y no ayuda demasiado a mi valoración final (pese a que la interpretación "involuntaria" de la niña es la más creíble). Los sucesos restantes del film podemos encontrarlos en cualquier manual cinematográfico de andar por casa, con disparos, atropellos y demás correrías, pero filmados con una narrativa desalentadora y un agotador sentido del ritmo. Su desenlace se vuelve anodino, convencional y soso, pese a adentrarse en el terreno de la acción cercana al cine negro, salvando las distancias hacia el género.
El asunto del tráfico de órganos ilegal siempre resulta de una sordidez y una vileza propias de personas con moralidad desquiciada (matar a uno para que viva otro, extraña solución), pero la resolución del film tampoco pretende denunciar este tipo de contrabando, es más, se relame de ello entremezclando su relación amorosa en el contexto final (yo lo compré para salvarte y esas cosas). Pura banalidad en toda regla.
La parte más acertada de esta modesta propuesta puede que sea la atmósfera creada, una sucesión de callejones, párkings y cuchitriles asquerosos que considero elecciones acertadas, pero que no consigue salvarnos de que cerremos nuestro ya pesado párpado y aguantemos sus minutos.
Podríamos decir que funciona por ráfagas, por momentos de cierto interés seguidos de muchos otros que aburren, desequilibrando la balanza desafortunadamente hacia el lado más torpe.
Sin llegar a ser un despróposito de grandes dimensiones, se auto proclama un producto del montoncillo sin ningún signo de personalidad ni intención destacable. Así pues, no la recomiendo pero entendería que alguien la viera correcta. Lo máximo que se podría decir.

1 comentario:

  1. No sé si ahora diré una tontería, ¿pero el relato original de Poe no era acerca de un transplante de cerebro?, creo recordar que se hizo una adaptación en la época de Corman y que le transplantaban un cerebro de un asesino, por lo que ya te puedes imaginar por donde iban los tiros después... En Los Simpson homenajearon ese relato en un episodio de Halloween donde Homer recibía un transplante de pelo de un ejecutado Snake, lo que le convertía a ratos en un delincuente con desviaciones asesinas...
    Por otro lado yo que soy seguidor de Dexter puedo decirte que en la serie sabe rodar bien, con una intensidad y sentido tel tempo muy notables, pero claro, si haces algo con un guión inexistente tal vez tus ganas de esforzarte se reduzcan practicamente a cero... ten por seguro que yo no la veré, gracias por la advertencia!!!

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