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sábado, 8 de octubre de 2011

GENTLEMAN JIM (1942)

La historia nos sitúa en San Francisco en el año 1887, en una época en que el boxeo era una práctica ilegal fuera del circuito profesional y en la que abundaban las peleas y apuestas ilegales debido a su gran popularidad. Así arranca la película, en una de esas peleas donde los luchadores no dudaban en usar cada vez técnicas más sucias y menos elegantes para derribar al contrario, como llevar tuercas dentro del puño o dar todo tipo de golpes bajos más dignos de un combate de pressing catch de segunda división. Allí asiste entre el público Jim Corbett (Errol Flynn), un joven irlandés de familia humilde, cajero de un banco y aficionado a la práctica del boxeo. En pleno combate la policía realiza una redada y detiene a todos los presentes, incluídos personajes notables de la sociedad como el Juez Gear. Jim empieza aquí a mostrar su desparpajo cuando en comisaría declara solemnemente que el juez y él se vieron envueltos sin saber como en medio de toda aquella gente, logrando que les crean, siendo liberados y evitando así unos cuantos días en el calabozo como todos los otros detenidos. El Juez Gear harto de ese tipo de combates, sentencia diciendo que si no puede convertir a los luchadores en caballeros, convertirá a caballeros en boxeadores, por lo que anuncia que traerá al Club Olympia (un club de alto standing del que es socio), a un afamado entrenador de boxeo para hacer una selección entre los mejores atletas del club. Al día siguiente de todo ese embrollo, Jim se encuentra trabajando de cajero cuando recibe en su ventanilla a Vicki Wart (Alexis Smith), quien le pide que le cambie unos cuantos billetes en monedas para llevárselos precisamente a su padre (un rico magnate de la minería) al Club Olympia donde está jugando al póquer. Jim ve la oportunidad de oro para introducirse en un club que le está vedado completamente por su clase social, por lo que no duda ni un solo instante en ponerle todo el morro posible para en una primera instancia acompañar a Vicki hasta la puerta del club con la excusa de llevarle la pesada carga, para luego lograr entrar y que la joven acabe por enseñarle el club, incluyendo el gimnasio. Allí está Harry Watson, el nuevo entrenador de boxeo que está aconsejando al bueno del Juez Gear en como mejorar su técnica. Jim no duda en hacérselo venir bien para que le "inviten" a intercambiar un par de golpes con el nuevo entrenador, cosa que satisface a la joven Vicky que ve con buenos ojos que alguien le baje los humos a ese joven deslenguado, sin embargo Jim empieza a demostrar un talento natural muy por encima de la media y finalmente deciden patrocinarle y nombrarle miembro atlético del club.
La excéntrica y altiva personalidad de Jim se gana sus detractores dentro del club y abundan los momentos en los que los propios socios buscan rivales con los que "acabar" con ese revoltoso que se les está subiendo a las barbas, amén de la relación de amor-odio que mantiene con la joven Vicki con continuos piques entre ambos. A partir de este momento empieza una lenta pero casi imparable ascensión por parte del joven irlandés dentro del mundo pugilístico, empezando con meros combates de aficionados, para ir subiendo poco a poco el nivel de sus adversarios y con el tiempo dedicarse por completo al mundo del boxeo, para poder incluso llegar a luchar con el actual poseedor del título de Campeón Mundial de los pesos pesados John L. Sullivan (Ward Bond).
Me ha costado mucho más de lo que imagináis conseguir el DVD de esta película, Jesús, mi compañero de fatigas en el blog, sabe el tiempo que he tardado en lograrlo, y puedo decir que la espera ha valido realmente la pena. El film es un biopic de James Corbett, apodado "Gentleman Jim" debido a su porte elegante ysus buenas maneras, y que entró en el mundo del boxeo en una época en la que se introdujeron toda una serie de cambios para dignificarlo como deporte, entre ellos la implantación de las reglas creadas por el marqués de Queensberry (base de las normas actuales con el uso de los guantes acolchados y evitando dar golpes bajos). A pesar de su base histórica, el director Raoul Walsh supo descargarla de cierto peso dramático y dotarla de un tono de comedia que funciona a la perfección a lo largo de todo el metraje. Un claro ejemplo de esta desdramatización es la familia de Jim, con un padre conductor de carromatos que es un bebedor empedernido o los hermanos que son estibadores y que se pelean continuamente; aquí se le da un toque humorísico haciendo del padre un simpático borrachín y las peleas de los hermanos son jaleadas como si fueran un evento festivo por los vecinos a gritos de "Los Corbett se pelean de nuevo...", por lo que hay que tomársela como lo que es, una divertida farsa y no una fiel reproducción de la vida del personaje en cuestión. Una excelente ambientación y unos diálogos muy buenos, cargados de ironía y de frases que le vienen como anillo al dedo a la manera desenfadada de actuar de Errol Flynn, quien tiene una química fantástica con Alexis Smith, enfrentados continuamente gracias a las salidas de tono del irlandés fanfarrón. Quien también hace un gran papel es Ward Bond, dando vida al campeón vigente John L. Sullivan, su recreación de luchador a la vieja usanza está muy acertada y además nos regala la mejor escena de la película, cargada de emotividad y dramatismo, al hacerle entrega a Jim de su antiguo cinturón de campeón.
Si tengo que ponerle un pero, si acaso sería alguno de los combates que son un tanto repetitivos, pero esto acaba por no tener un gran peso y no empaña en absoluto el conjunto de este delicioso clásico para gourmets que quiero recomendaros sin duda alguna.



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