PAGES

sábado, 8 de octubre de 2011

HOBO WITH A SHOTGUN (2011)

Tener la oportunidad de presenciar "Hobo with a Shotgun ( vagabundo con escopeta )" es viajar a un mundo de locura, indecencia y perversión extrema dificilmente olvidable.
La película nos cuenta las desventuras de un mendigo que diariamente observa la crueldad en las calles, plagada de muertes, torturas inhumanas, peleas por dinero o macarras pegando a sus putas, aunque él tenga un sueño algo peculiar, ahorrar 50 dólares y comprarse una máquina corta césped (...). Cierto día, decide salvar de una muerte segura a una joven prostituta pero se verá envuelto en una caza y captura de un grupo de asesinos despiadados que se divierten despedazando y matando indiscriminadamente a quién se ponga por delante, seas anciano, joven o niño (la escena en el autobús escolar es digna de estudio sociológico). En su desarrollo no faltarán guiños a todos los tópicos del cine, acertando plenamente en todos ellos y gozando de un humor muy gamberro a la vez que drástico (las muertes son del todo alocadas), dejando muy claras sus intenciones desde la primera secuencia, porque señores... aquí vale todo! Es un festín de carnicería gore con toques de ternura imposible y una buena dosis de claridad social que invitan a discurrir decenas de conclusiones muy debatibles, del tipo que queramos, ya que se atreve con lo más escabroso de la sociedad, la pedofília, el infanticidio, el maltratro o simplemente los asesinatos atroces.
Una desvergonzada filmación que deriva de un falso trailer de la tarantinesca Grindhouse como en su día también lo fuera la desaprovechada "Machete". Combinar todos esos abominables sucesos se convierte inesperadamente en una montaña rusa de sensaciones para el espectador, que descubrirá un ejemplo de las mejores películas del género que hasta la fecha he tenido ocasión de ver. Su principal argumento es el desfase criminal y ese mundo tan infernal que han creado, de los peores lugares que hemos presenciado, por suerte, solo en celuloide.
Propio del mismísimo averno, hay variopintos personajes, a destacar la tropa de apijotados matones con ese coche (parece un Delorean, pero no lo es) del todo descabellados, o los soldados acorazados tan demenciales, sin pararnos mucho a preguntarnos acerca de los tentáculos gigantes que asoman en su guarida (hilarante escena donde las haya), yendo aceleradamente in crescendo en ritmo a lo largo de sus rácanos 75 minutos.
Es de agradecer que haya películas de esta guisa, que no se tomen en serio ni un instante y que nos desequilibren por su imprevisibilidad; yo desde mi humilde parcela bloggera la defenderé por el buen rato que nos hizo pasar, ya que se ha convertido en un referente desde el momento que pasaban los títulos de crédito finales. No tiene desperdicio alguno.
Protagonista de talla...
El actor que encarna al pedigüeño protagonista es Rutger Hauer (conocido por Blade Runner) y que logra ser muy creíble mostrándonos un personaje muy cercano, con su particular visión de la justicia y su comportamiento paternalista hacia la compañera de fatigas, que a su vez, pasa de insufrible prostituta prescindible a guerrera chusca y mesiánica. Una agradable sorpresa extrema inestrenable en nuestras salas, pero muy necesaria en términos de género grotesco. En definitiva, un aluvión de víscerales fotogramas que saciarán al espectador más sediento de sangre y tocarán las campanas del cinéfago más atrevido, sin decepcionar a ninguno de los dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario