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jueves, 2 de junio de 2011

INFERNO (1980)

Después de acabar "Suspiria", la obra cumbre de Dario Argento, el director italiano se alió con el hijo de Mario BavaLamberto, y tuvo la colaboración del mismísimo Mario en algunos efectos especiales para esta "Inferno". Erróneamente tildada como una continuación de aquella, esta entrega del terror de finales de los 70 no deja indiferente a nadie, o bien detestas este género o lo amas incondicionalmente.
Rose Elliot está interesada en un libro de brujería que le tiene intrigada, y descubre la amenaza de "Las Tres Madres del Mal", una historia tétrica sobre la muerte y el más allá. Al intentar saber más sobre ellas, advierte un peligro inminente y se pone en contacto con su hermano Mark, un estudiante de música que vive en Nueva York. Él seguirá las investigaciones que su hermana no pudo terminar...
No hay manera humana de resumir tamaña obra en pocas líneas, ya que es un juego intrigante de luces, telarañas, monstruos y personajes peculiares. El comienzo de la historia tiene su encanto, siguiendo las pistas leídas por la protagonista en el libro encantado y descubriendo sus peculiaridades a medida que avanza con sus descubrimientos (ese comedor inundado está logrado), pero en cuanto le pasa el testigo al hermanito con traje de pana ya toca fondo, aburriendo al personal de manera indiscriminada, sin piedad ni compasión.

Las manos del propio Dario
Argento repite fórmula de fotografía, con tonos exagerados de azules, verdes y rojos, y moviendo a los actores a ritmo de siesta, pasando de sus intenciones de intrigante cinta de terror al nerviosismo más espantoso por parte del espectador (no avanzan ni a tiros), que si tuviera la oportunidad, le acuchillaría directamente a él.
No hay moralejas, ni mensajes ni chicha; tan sólo un arrogante trabajo italiano con aires de cambiar el género, y que ha envejecido fatal. Bajo mi criterio, acertó en sus películas Suspiria y Rojo Oscuro, pero quiso dignificar su rúbrica cayendo en la pesada insistencia de multiplicar sus productos.
A nivel artístico el resultado es deplorable, teniendo la perpetua sensación de estar viendo aquellos vídeos fingidos para aprender inglés donde un hombre le pregunta en el ascensor a una chica...-Good Morning! How do you do!- en perfecta pronunciación para que todos le entendamos.
En fin, un film caduco que contiene imágenes logradas (pasillos con decorados estupendos) o escenas aceptables (el ataque de las ratas) pero que se derrumba en su ecuación final, irritando al personal.
Anecdóticamente diré que todas las manos que se ven en el film (ejemplo foto) son del propio Dario, que tal vez sea fruto del recorte económico propio de cualquier época.
Argento siempre rueda en inglés y situa las historias en Estados Unidos (casi todas), síntoma indiscutible de habilidad para vender sus productos al extranjero, traicionando sus orígenes y siendo pues, pasto de los negocios. Todo y con eso, representa un estimulante trabajo de tres cineastas italianos con estilos propios, desmarcándose del cine de terror que ponderaba en aquellas épocas, y de admirable creación.


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