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miércoles, 6 de agosto de 2014

LAS MANOS DEL DESTRIPADOR (1971)

El mítico sello británico Hammer Films Productions realizó
entre 1955 y 1979 un buen número de películas de terror gótico en respuesta a los grandes éxitos de la Universal, con presupuestos mucho más modestos que aquéllos, pero embadurnadas de un barniz personalísimo de incomparable esencia europea.
Frankenstein, Drácula, la Momia, el Hombre-Lobo o cualquier criatura de las tinieblas que se preciara (siempre acompañados de tiernas doncellas, eso sí), tuvieron su oportunidad de dejar para la posteridad, su paso por el sello del viejo continente. Curiosamente, el personaje más británico de todos, el famoso asesino en serie Jack "el destripador", sólo se paseó por la Hammer en un par de ocasiones, y no de un modo tan directo como podríamos suponer.
La primera versión data de 1950 y juega sin demasiada habilidad con el desdoblamiento de personalidades entre un presunto doctor de dudosa trayectoria y el citado Jack, todo en un thriller de extraña aunque fallida naturaleza titulado "Room to Let". Ya en 1970, la figura del famoso destripador de prostitutas volvería a las estanterías de la productora, de nuevo de manera indirecta, pero en un film mucho más sólido y sanguinolento como fue ésta  "Las Manos del Destripador" (The Hands of the Ripper), del húngaro Peter Sasdy.
La historia arranca cuando el ocupado Jack, tras cometer otro de sus desgarradores asesinatos, vuelve a casa con las manos ensangrentadas. Tras apuñalar a su espantada mujer ante los desorbitados e inocentes ojos de su pequeña hija Anna y luego tratar de calmarla con un grotesco beso, se difuminará por completo su presencia en el film, dándole el relevo a su primogénita.

La joven y atemorizada Anna, a punto de recibir en su alcoba su forzada e ingrata desfloración
El Dr. Pritchard, testigo del primer arranque psicópata de la tierna jovencita
Quince años más tarde, el doctor John Pritchard (un excelente Eric Porter, verdadero protagonista de la película), fascinado por los recientes estudios sobre el psicoanálisis de su colega Freud (rondaba ya el año 1896), ve en Anna un caso de enorme interés científico. La chica, ahora ya de muy buen ver, presenta claros signos de desequilibrio psicológico, y no únicamente por desempeñar a la fuerza el oficio más antiguo del mundo o por ser esclava de su madre de acogida, sino porque aún le late su terrible visión del pasado y sufre graves episodios de naturaleza desconocida.
Finalmente y tras un trágico (pero justo) percance, será "re-adoptada" por el prestigioso y honrado doctor, que la tratará desde su propio hogar de su extraña dolencia psíquica aún sin conocer del todo el peligro que eso conlleva. El Dr. Pritchard nunca se hubiese imaginado que la bella Anna, llegado el momento, sufriría una especie de posesión paternal que la obligará a matar brutalmente, siempre en un estado de inconsciencia prolongada y por causas desconocidas (excepto para el ávido espectador, que siempre irá un paso por delante).

Se suceden las muertes, pero el doctor mira para otro lado....
Desquiciado al ver la complejidad del caso
El film es una clara apuesta generacional del nuevo terror en la Hammer, pues en aquellos días el gore estaba más presente en el género y la fórmula "monstruos" ya no gozaba de su mejor momento. Así, Las Manos del Destripador conjuga hasta cierto punto el ambiente gótico propio del sello con la nueva tendencia de lo grotesco en pantalla, con un buen arsenal de sangre, degollaciones, apuñalamientos y demás lindezas (sin olvidar la lencería y los escotes, que eso nunca cambia con las tendencias).
Con más acierto de lo esperado, el experimento de darnos gato por liebre funciona, y no echaremos de menos al famoso Jack (tramposo anzuelo de entrada) puesto que su hija no se queda atrás en sus arranques patológicos. De todas formas, lo que realmente hace rodar la película es la sólida presencia del Doctor Pritchard y sus intereses hacia ella; John es un buen hombre, amable y familiar, que como estudioso potencial del psicoanálisis, ve como un caso de extrema dificultad le obliga a saltarse sus normas de conducta, pues su interés está por encima de las posibles consecuencias.

Probando el género
Pagando un alto precio por tocar el género...
Una portada tramposa pero hermosa
La atracción psicológico-paternal que desarrolla el doctor hacia Anna esconde en realidad, y como no podía ser de otra manera, una fuerte pulsión sexual soterrada. Él siente verdadero apego hacía ella, pero no únicamente por ser apasionante como caso clínico, sino también por despertarle una extraña e inconfesable atracción física y protectora a la vez (como si se debatiese entre ser su amante o su padre), de ahí que la trama sea fascinante. Incluso más que el esperado reflujo de asesinatos y el desfile de víctimas que todo espectador ansía.
Su compleja trama psicológica, su atmósfera cargada de sangre y, por qué no, algunos asesinatos muy bien rodados (que no todos), convierten esta cinta de la Hammer en una de las más compactas que conozco, con continuos juegos de moralidad y ética, auténticos baños de hemoglobina y, aunque nos sepa a poco, también un cierto erotismo camuflado de cariño (aunque el markéting engañe, como muestra la portada del blu-ray actual (foto arriba izquierda)).
Personalmente, y hablando ya de aspectos técnicos, creo que el paso de los años ha sacado a relucir sus carencias más que sus aciertos, pues aunque ofrezca detalles de puesta en escena encomiables (la llegada de Jack a su casa que abre la cinta, por ejemplo), en general está hecha con oficio y poco más.

Anna, víctima de sí misma
La secuencia final, en un decorado de alarmante falsedad
Si a eso le sumamos una actriz regulera encarnando a Anna, subtramas aburridas como la del hijo con la invidente o la última secuencia del film rodada en una réplica cutre de la catedral de San Paul, entiendo que el cómputo global no sea para lanzar cohetes. De todas formas, aplaudo el invento y creo que siendo una idea en principio desechable (que la hija de Jack el destripador prosiguiera su legado sangriento no convence demasiado, para qué engañarnos), es un logro que acabe convertida en un buen film, y eso es, como poco, digno de alabar.

http://www.filmaffinity.com/es/film323131.html

2 comentarios:

  1. Me encanta esta peli. Una de las mas fuertes filamadas por la Hammer......

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    1. Lástima que la protagonista no supiera darle más profundidad y dramatismo a su complejísimo personaje, porque sino estaríamos hablando de un "must-see" en mi opinión.

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