El más reciente y exitoso sin duda alguna sería la megaproducción de Los Vengadores, film de superhéroes que ha sabido combinar inteligentemente a los diferentes personajes de la Marvel que ya habían tenido sus producciones en solitario (muchas de ellas mediocres). Sin embargo, lo más habitual no es un gran resultado, en este sentido podemos recordar otras relativamente recientes como Alien vs. Predator o Freddy vs. Jason, deleznables en ambos casos. Pero aún podemos retroceder bastante más en el tiempo para encontrarnos otros intentos similares como en el cine nipón de la década de los 50-60 con King Kong vs. Godzilla, por ejemplo.
Grandísima ambientación digna de los mejores clásicos |
Secuencias de la transformación de Talbot |
Ya transformado y en busca de una nueva víctima |
En un arranque excelente, recordando a las ambientaciones de sus mejores obras, somos testigos de como un par de desventurados se adentran en un tétrico cementerio en plena noche de luna llena (lo sé, pinta mal para ellos). Su intención es entrar en la cripta de la rica familia Talbot y robar el anillo y otras joyas con las que se rumorea en el pueblo, fue enterrado el joven Lawrence Talbot (Lowney Chaney Jr.). Para su sorpresa al abrir la tumba, el cadáver al ser iluminado por la luz de la luna llena resucita apresando a uno de los intrusos, mientras el otro huye despavorido.
Esa misma madrugada aparece inconsciente y herido un hombre en una calle de la ciudad de Cardiff, siendo conducido de urgencia al hospital con una grave fractura craneal. Para sorpresa del Dr. Mannering que le atiende, el enfermo al día siguiente se muestra practicamente recuperado del todo a pesar de la operación que se le ha practicado y dice ser Lawrence Talbot. Al comprobarlo y tener la confirmación de que murió 4 años atrás, le toman por un demente y lo encierran (si decir siempre la verdad no es bueno).
No obstante, para desgracia de Talbot con la llegada de la noche la transformación en hombre lobo se repite y vuelve a matar, siendo la gota que colma el vaso y con la conciencia cargada de remordimientos por la multitud de muertes causadas desde que fue maldecido, huye de allí para buscar en Europa del Este a Maliva, la vieja gitana que conocía al hombre que le transmitió la maldición a Talbot.
Su deseo es dejar de ser una amenaza para todos ya sea encontrando alguna cura o en última instancia conseguir morir definitivamente. La solución que le propone la gitana es ir en búsqueda de un famoso doctor que logró traspasar los misterios de la vida y la muerte, y que tal vez pueda ayudarle: el Dr. Frankenstein... y así es como se inicia un camino que acabará cruzando el camino de ambos personajes (no está mal, ¿verdad?).
Solo la criatura puede ayudarle a encontrar los documentos del Doctor Frankenstein |
Todo lo contado hasta ahora ocupa más de la mitad de su corto metraje (70 minutos) y a nivel de ritmo, guión y ambientación se muestra bastante superior a lo que inicialmente sugería el título, siendo un dignísimo entretenimiento de terror de corte clásico, llegando al punto culminante con el descenso a las ruinas de la mansión de Frankenstein y el casual descubrimiento en la caverna helada de la critaura. Señalar la buena recreación de esta (ver las dos fotos de arriba) y la consecución por parte de Lowney Chaney Jr de una buena interpretación, sentida y que trasmite la crisis con la que vive en todo momento por su maldición.
Desgraciadamente en el tramo final pierde un poco de fuerza la historia, pues a partir de la resurrección del monstruo creado por Frankenstein (encarnado por Bela Lugosi), tenemos esa ligera sensación de que se estanca un poco.
Decir que la interpretación que nos regala Lugosi sea seguramente uno de los peores Frankenstein que haya habido en el cine, no es ninguna exageración. No solo porque su imagen y físico distan mucho de la original de Karloff (lo que se debió reír si lo vio), lo peor es su horrenda actuación, que más parece una caricatura del original que otra cosa, quedando aquí como un zoquete torpón cada vez que se mueve, consiguirnfo que sea imposible que nos lo podamos tomar muy seriamente.
Más interesante es este hecho si pensamos que Lugosi tuvo la oportunidad de interpretar a la criatura en la obra original, pero que declinó la oferta y acabó recayendo en manos de Boris Karloff, quien con su actuación y un gran maquillaje lograría crear una de las grandes e imperecederas imágenes del cine de terror. Pensar por un momento que Lugosi podría haber perpetrado algo similar que aquí en la original me pone la piel de gallina, me estremezco solo con pensarlo, demos gracias al destino por ahorrarnos semejante tortura.
Es en este tramo final cuando se acusa el que estemos ante una secuela más, habiendo ciertos puntos que sin ser malos, quizás no sean todo lo redondos que necesitaba la trama para llevar la obra a cotas más altas, como la "conversión" de Mannering de amable doctor a mad doctor, si bien necesaria para poder cerrar la historia, se ve algo forzada y poco coherente con su personalidad, pero la corta duración del film exigía ir al grano.
La ansiada pero brevísima pelea... |
Con todo lo comentado el resultado es más que decente teniendo en cuenta que ya estamos en un periodo de cierta decadencia en las producciones de terror de la Universal, una buena distracción que no defrauda aunque tampoco llega a entusiarmar. Se nota en todo caso que detrás del guión estaba alguien de nivel, como fue Curt Siomark, responsable también del escrito de obras de terror como: El hombre invisible vuelve (1940), El hombre lobo (1941), Yo anduve con un zombie (1943) o El hijo de Drácula (1943).
Cartel original que destacaba la pelea entre ambos |
Como detalle final sorprende el cartel original de la película en el que podemos ver enzarzados en una lucha encarnizada a ambas criaturas y que debió ser un reclamo tan convincente como engañoso, pues solo hay unos breves segundos al final en el que tiene lugar una escena parecida y que visto lo visto fue un buen gancho para engatusar a los espectadores ávidos de una pelea de tal calibre que tal vez debieron quedar algo decepcionados.
Pues mira tú por donde el hecho de mezclar así a los personajes me parece ingenioso. Incluso que lo metan en un psiquiátrico es una buena idea.
ResponderEliminarQué pena que no se enzarcen en una pelea sin tregua, hubiese apostado por la agilidad y destreza del hombre lobo antes de la fuerza monstruosa del torpe Franky.
Quizás es lo mismo que pensaron los responsables de aquél film llamado Monster Brawl, que los mete a todos en un ring y ...¡a luchar!...jeje