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jueves, 18 de agosto de 2011

THE ROOMMATE (2011)

Primer encargo norteamericano para el novato cineasta Christian E. Christiansen, que hasta ahora tan sólo había planteado un par de flojas películas en Dinamarca, su país de origen.
The Roommate es transparente ya desde un principio, diseñada para un público femenino que decidía ir a las salas de cine mientras sus novios/maridos veían la SuperBowl (fue la más taquillera ese fin de semana en los EEUU).
Sara (Minka Kelly) llega a la Universidad de Los Angeles para estudiar diseño y moda (tira para atrás,eh?...) y deberá compartir habitación con su nueva compañera, Rebecca (Leighton Meester).
Su relación es normal al principio, pero Rebecca comienza a comportarse de una manera muy extraña, obsesionándose cada vez más con Sara y convirtiéndose en su pesadilla.
La cosa no da para mucho más, pues es lo de siempre. Sara conoce chico...el chico es majísimo y es un bombón...ella se percata del comportamiento irracional de Rebecca la última, ponen todos morritos....bueno, qué le vamos a hacer, ya sabía a lo que me enfrentaba.
Nada es digno de elogiar, únicamente que el producto es tan estereotipado y repleto de clichés que sólo puede estar filmado con esa intención, resultando uno de esos films que te tragas si ya tienes la boca abierta de antemano como los pollos, porque si te paras a degustarlo, nadie se lo come. Es horroroso el trabajo de Minka Kelly, que está constantemente poniendo en evidencia al mundo de la actuación. Su compañera de reparto le sigue muy de cerca, una Leighton Meester decadente que sólo frunce el ceño para convencernos de su psicopatía, lamentable.
Ni la puntual aparición de un Billy Zane como profesor de moda (patética indumentaria) puede ni tan siquiera hacer flotar un segundo tal insulto fílmico, tan desolador como vacío. Argumentalmente tiene muy poca chicha, vista la sinopsis, visto todo. Quizás en mi calenturienta mente me esperaba una dosis rescatable de sexo adolescente mezclado con certeros cuchillazos en la ducha (ahí casi acierto...) y suficientemente interesante como para que saliera satisfecho. Pero no, todo es tan políticamente correcto que lo más fuerte que vemos es un arrancamiento de piercing umbilical.
No hay tensión ni miedo ni humor negro en esta película y mucho menos interés, pero milagrosamente consigue mantenerte atento a sus juveniles correrías sin una lógica explicación. Pienso que con una sola neurona podemos seguir la trama y eso hace que sea un descanso cerebral agradable previo al sueño más profundo.
En fin, film palomitero, exclusivamente para chicos /chicas de antemano predispuesto/as con extra de sensiblería y una dosis de terror que asusta a un gorrión, pero muy lejos de ofrecer algo interesante, ni mucho menos.

2 comentarios:

  1. Menuda bazofia con la que te castigas... esta me encantaría comentarla con el maestro Aguilar, sus puñaladas podrían ser antológicas...
    Por favor no te vuelvas a imponer una penitencia de este calibre, si acaso fustígate un poco o anda de rodillas hasta Montserrat, será mucho menso doloroso que el daño cerebral que te habrá causado un producto diseñado para mentes que dan y requieren muy poco de sí. En fin, una muestra más de lo que es hoy en día el cine...

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  2. Es el concepto audiovisual como puro entretenimiento, sin ánimo de entrar en el cine proponiendo algo que se desmarque. Pienso que cada 6 meses hay que diseñar un producto tan rematadamente comercial que lo paladeen todos al unísono. Tiene su lógica en el business, caras de teleserie unidas en un film de colleges, lo de siempre. Aguilar no es capaz a estas alturas de aguantar su visionado, estoy convencido.

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