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martes, 9 de agosto de 2011

PUNISHER 2 : ZONA DE GUERRA (2008)

Brutal reboot de la endeble "The Punisher" (2004) que tanto desmerecía la historia vengativa del Marveliano Castigador. Tres años estuvo el guión de una secuela dando vueltas por las mesas de Hollywood hasta que la cineasta experta en artes marciales Lexi Alexander le diera este lavado de cara.
La historia ya la conocemos. Frank Castle se dedica a eliminar por su cuenta a los mafiosos criminales que tiempo atrás le mataron a su mujer y a su hija, quedando de él tan sólo el espíritu más vengativo. Su cruzada se entorpece por una accidental muerte a un oficial de policía, que Frank lamenta profundamente.
El último mafioso que debe "castigar" tal vez sea el más peliagudo, un villano (Dominic West) tan egocéntrico e irrespetuoso que se lleva una buena tunda, y con desfiguramiento incluído. Tras ese correctivo, y visto que su hermosura se ha transformado en una cara como una pelota de béisbol, se hace llamar Jigsaw.
El hermano de éste, Looney Bin Jim, es un enajenado de psiquiátrico que lleva ingresado demasiado tiempo. Su enfermero será el primero que padezca las consecuencias de su furtiva liberación. Ambos intentarán reunir un barrio bajero ejército (entre etnias bien distintas) para llevar a cabo sus planes, como de costumbre. Lo más sorprendente de esta mal llamada segunda parte (en inglés es simplemente Punisher: War Zone) es su rigurosa ambientación del original, cuidando una estética oscura, un personaje parco en palabras y una acción desmedida, llena de brutalidad en pantalla. Es, por pequeños detalles, superior a su versión del 2004 (tampoco era muy difícil), pero se palpa el inestable pulso de una cineasta poco experimentada y consigue desvanecerse poco a poco hasta cansarnos por quedarse sin ideas.

Se agradece sobremanera que se hayan esforzado en filmar el cómic apurando detalles, y que el protagonista, sin ser Pacino, logre una certera caracterización y su presencia sea más apropiada que el anterior. Su primer acto es decidido, salvaje y rítmico, seguido de un segundo bastante más allanado repleto de secuencias algo más soporíferas. Es ahí cuando, llegados al último acto, la desesperación por dotarla de antológicas secuencias pasa factura a un equipo inexperto y un presupuesto escaso, quedando todo en un batiburrillo de acción desmesurada y golpes toscos de guión.
Pese a eso, se erige como una particular versión del punisher que satisfará más al seguidor del original que al espectador medio, que verá en ella una serie de héroes y villanos de manual. Un film que, sin su antecesora de por medio, quizás hubiese abierto un campo a explorar en el circuito Marvel, donde no parece tener su sitio hoy día.
En sí, lo mejor de todo es la ambientación oscura y feroz que desprende, pero queda mermada de interés cuando los villanos comienzan a parlotear (una escena muy idiota la de los cristales) o las influencias familiares que frenan la carnicería final del Punisher.
No podemos decir que sea una mala película pero diremos que tampoco resulta de las buenas. Un producto consumible esporádicamente, sin ánimo de repetir plato en el mismo restaurante.

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