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sábado, 20 de agosto de 2011

BIENVENIDOS AL SUR (2010)

Recuerdo disfrutar la fresca versión francesa "Bienvenidos al norte" (Bienvenue chez les Ch'tis, 2008) y no dejar ni un minuto de trasladar esa experiencia a nuestro territorio, como si un madrileño urbanita se trasladara a un pueblo de la Andalucía más profunda, por ejemplo.
Dos años después nos llega este remake (fotocopiado plano a plano) pero en versión italiana, que en vez de irse al norte a pasar frío, pues se va al sur... a pasar calor (!).
La historia es idéntica a su predecesora, Alberto trabaja en la oficina de correos de una pequeña ciudad al norte de Italia, y su mujer Silvia no se cansa de insistirle en trasladarse a Milán (la bella ciudad de la moda, etc, etc). Sus intentos fallidos (tratando de ganarse la plaza fingiéndose inválido) le pasan factura, ya que será trasladado al lugar que menos ansía, el Sur.
Para los del Norte, es como un castigo el traslado al Sur, porque consideran que allí tan sólo hay holgazanes, paletos y la camorra, siendo una verdadera pesadilla trabajar en esos lares.
Se verá gratamente sorprendido cuando descubra realmente a sus gentes, muy hospitalarios, divertidos y con un ritmo de vida contagioso que hace comprender a Alberto lo equivocados que están en su tierra.
El dilema será explicarle a su esposa que lo que le está pasando no es tan malo y que el traslado ha sido lo mejor que le podía haber sucedido.
Bajo mi perspectiva, tendrá mucha más gracia para el italiano, que le resultará graciosa en general por el choque de culturas internas de su país, como a los franceses les provocó en su día su versión. Para nosotros la diversión es forzosamente más superficial, debido a que ni un acento ni otro nos puede parecer divertido (en versión original, por supuesto) y las limitaciones idiomáticas nos restan mucho encanto. Podríamos decir que se las apañan para no aburrirnos y conseguir que le veamos un pelín la gracia al asunto, pero algunos apuntes de guión desacertados y esa frescura del original que se pierde en el camino son el inevitable resultado. Si en su versión anterior, el supuesto frío del Norte hacía a su mujer agobiarle con un jersey, aquí le "obliga" a ponerse un chaleco antibalas (la mayor chorrada que he visto en tiempo).
Si antes el cartero se emborrachaba debido a la insistencia de los clientes y su desmesurada hospitalidad, aquí se toman demasiados cafés y el tío va enchufado de cafeína (glups...).
El reparto no tiene la culpa de todo esto, incluso podríamos destacar a Claudio Biso (Alberto) por su impresionante papel, pero no resultan tan peculiares como en la versión francesa, y mucho menos creíbles.
Una clara reflexión sobre los prejuicios en clave de humor pero con mensaje educativo, con final armónico y amistoso, como Dios manda. Eso, bajo la mirada de un servidor, le condiciona su condición irónica, dejando una sensación demasiado suave, nada crítica.
Seguramente los derechos del film pululen por todo el mundo y de aquí nada veamos un Bienvenidos al Este, al Oeste o al Sureste, quién sabe. Su versión ibérica no tardará mucho, y si se lo dejaran a Julián López y sus compañeros de Muchachada seria genial, pero no caerá esa breva.

1 comentario:

  1. Lo que venimos diciendo ultimamente, la falta de ideas hace que cuando algo funcione, se copie hasta la saciedad o se hagan secuelas infumables año tras otro (la saga Saw es un claro ejemplo). Si a esto sumamos futuras versiones de series para el 2012 como Los ángeles de Charlie, Dallas, La familia Monster y un larguísimo etc en el mundo del cine: Conan, Poltergeist, Robocop... poca originalidad y tirando de lo que históricamente ha funcionado.

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