NO MERCY (2010)

El cadáver de una joven es encontrado salvajemente descuartizado (cabeza, brazos e incluso el tronco), la brutalidad del asesinato hace temer a la policía que pueda estar ante un asesino en serie y pondrán a trabajar a su gente para encontrar al culpable.
El profesor Kang (Kyung-gu Sol), un forense de reconocido prestigio será el encargado de realizar la autopsia en busca de pistas, mientras que la detective novel Min Seo-yeong (Hye-jin Han) acabará siendo quien lleve la investigación policial, pudiendo encontrar pistas suficientes para incriminar finalmente a un ecologista radical, Lee Seong-ho (Seung-beom Ryu). Sin embargo una vez en la comisaría, Lee demostrará tener más de un as en la manga para salvarse de una situación que a priori parece indefendible y que le llevará a un enfrentamiento directo con Kang.
Kim Woo-hyung, director y guionista que debuta aquí, parece que tiene bien aprendida la lección de lo que funciona y gusta a la vez al público de este tipo de producciones surcoreanas, con asesinatos y venganzas de por medio. Se le debe reconocer que la película acaba siendo notable e interesante, pues a pesar de utilizar tópicos de este tipo de producciones, sabe dotar a la trama de un buen ritmo, ofrecer algunas novedades acertadas y jugar con ciertos giros (no todos ellos sorprendentes, pero si bastante bizarros en alguno de los casos), para acabar dando como resultado una película que funciona a la perfección.

La dureza y realismo visual en algunos momentos incomoda (a mí al menos), como en la autopsia en que vemos trabajar el bisturí una y otra vez de un modo muy explícito, y en la mayoría de metraje la violencia flota en el aire en todo momento. Técnicamente es irreprochable el buen uso de la cámara y la ambientación en general, y en el apartado de actuación el duelo entre el profesor Kang (Kyung-gu Sol) y Lee (Seung-beom Ryu), nos permite disfrutar de una genial interpretación por parte del primero (ya le vimos en Peppermint Candy) y de una buena del segundo. Si acaso el personaje que no me ha acabado de convencer es el de la joven detective, que si por un lado se le debe reconocer que sabe romper un poco con el molde típico de cinta coreana donde todos los protagonistas son hombres, en su contra pesa que no sabe transmitirnos tanto como sus compañeros de reparto. El guión nos ofrece ciertas sorpresas y está trabajado para que a medida que avanza la película todo vaya encajando perfectamente, con dos horas justas de metraje, no he tenido la sensación de bajón en ningún momento, reafirmando la buena labor de guión, dirección y actuación. No puedo entrar a comentar mucho más, es una película muy sensible a realizar ciertos apuntes y que podrían descubrir sus mejores puntos.
Recomendable 100% para pasarlo en grande todos los amantes de las historias truculentas de asesinatos y venganzas de por medio, seguro que no os defraudará. Habrá que seguirle la pista al director, esperando que sus próximos trabajos reafirmen las buenas sensaciones que nos ha dejado con su ópera prima. De nuevo dar las gracias al cine surcoreano por aportes como este que rompen con la monotonía de estrenos mucho más convencionales e infinitamente inferiores, y que por desgracia inundan nuestras carteleras una y otra vez, una lacra que ahora que llega el verano es insultante, a ver cuando se apuesta por estrenos como éste que comentamos hoy.