Richard Brooks rodó en 1975 este film de amistad, de superación personal, aventurero y con un ritmo vivaz, gracias a la música de Alex North, que invita a saltar de la butaca y formar parte de la historia. Una carrera de caballos, 700 millas por recorrer y un premio, que anima a participar, no sólo por el premio en metálico, sino también por ser reconocido en todo el país.
Hackman mirando el mapa de la carrera |
Este film de Richard Brooks (Lord Jim, Los Profesionales, A Sangre Fría..) pasó desapercibido en su estreno, pero creo que merece una revisión por parte de los cinéfilos, para que puedan gozar de paisajes naturales dignos de ver, de diálogos metafóricos e irónicos y a veces profundos.
El primer actor en salir en pantalla es Sam Clayton (Gene Hackman) veterano de la guerra de Cuba, defensor de los animales y las causas perdidas, y con una ética y unos valores que el progreso va sepultando. Junto con su amigo Luke Matthews (James Coburn) lucharán por ganar la carrera y ganarse el respeto de una sociedad que se desmorona y se pliega al servicio de lo material, dejando a un lado a las personas.
La película está repleta de espacios abiertos dando al espectador ese aire de libertad salvaje del ya desaparecido lejano oeste donde aparecen osos, leñadores solitarios, y personas non-gratas al margen de la ley, que ponen a prueba al grupo que representa la carrera e intenta competir por el premio, una vez más la unión hace la fuerza. Por cierto, no aparece la figura del Sheriff. A lo largo de la carrera, algunos de los protas iniciaran un viaje de aprendizaje, de redención, y alguno que otro, sabrá, que su cartilla de la estupidez está bien llena, y otros como Ben Johnson (Mister) se dará cuenta que por lo que luchó no ha valido la pena como refleja este diálogo.
(Ben Johnson intenta vender sus medallas de la guerra civil americana a un estraperlista a usanza USA)
Mister: -Buenos días, ¿Cuánto da por estas medallas?-
Estraperlista:-¿De la guerra civil?¿del sur?...-
Mister: -Sí-
Estraperlista:- Hoy en día las medallas de los perdedores no valen nada... y no se ofenda amigo-
El film se rodó el mismo año que acabó la guerra de Vietnam (1964-1975) y bien podría ser una alusión a los soldados americanos, que vieron que al volver a casa, la sociedad de su país les había dado la espalda. A lo largo de la película hay varias puyas al modelo americano y sus héroes de carne y hueso, la veterana prostituta (lo deja bien claro):
Recomiendo este western de aventuras nada pretencioso pero a la vez embaucador, a quién quiera pasar 131 minutos de buen cine.
Good Bye Cinéfilos
Agradecemos encarecidamente esta aportación cinéfaga a nuestro compañero y amigo Jordi Castro, amante del género y entregado al séptimo arte. Gracias!!
Tenía pendiente ver este peculiar film desde que Jordi me lo recomendara, y ya puedo decir que, aún costándome lo mio (yo y el western no somos muy amigos...), la aventura tiene su encanto.
ResponderEliminarEn primer lugar, ver a Hackman y al resto esforzándose por hablar en español (en su V.O. obviamente) tiene su gracia, además de pronunciar (como buenamente puede) la frase "muerde la bala", que da título al film.
En segundo lugar, porque no creo que podamos ver en ningún otro film a James Coburn bailando sevillanas cual extranjero en Sevilla.
Y en tercer lugar, por esa dosis de humanidad, sentido de la justicia, protección animal y caballerosidad que tiene el personaje de Hackman aquí, profundo y melancólico como pocos.
La conversación con el leñador, el caballo bebiendo cerveza en el saloon o el personaje femenino que (con toda seguridad) sirvió a Sam Raimi como fuente de inspiración para su "Rápida y mortal", son algunos de los momentos destacables del film de Brooks.
Por contra, la película necesita urgentemente una remasterización (el DVD anda descuidado), acusa falta de ritmo en su mitad y el desfile de caballos podría ser excesivo (aburre tanto cabalgueo). Mi valoración estaría más bien en el 6,5. Una cinta diferente, que además, es muy dura con los caballos (qué pena de animales oye).