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martes, 23 de mayo de 2017

LOVE LETTER (1995)

Fireworks (1993) y Undo (1994) sentaron las bases para el futuro estilo de Shunji Iwai, aunque en aquél entonces sólo era conocido en ciertos círculos de críticos, los éxitos conseguidos en forma de premios por estos dos trabajos le proporcionaron la oportunidad, ahora sí, de enfrentarse a su primer largometraje para cines. Dicha oportunidad, desde luego, no la desaprovechó.
Love Letter (1995) logró conquistar no solamente a los críticos cinematográficos, sino que resultó ser todo un éxito arrollador en Japón y media Asia.
El film toma como referencia el libro “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust y relata el viaje por los recuerdos de Hiroko, la cual la pérdida de su esposo dos años atrás aún le resulta imposible de superar. Luego de una ceremonia en recuerdo de su marido, Hiroko va de visita a la casa de su suegra. Ahí se encuentra con el anuario de secundaría del fallecido, Itsuki Fujii donde le cuentan que la antigua escuela ha sido demolida para dar paso a una carretera urbana, quedando obsoleta la dirección de aquella escuela. En un simple acto de evocación y para lograr cierto descanso emocional, Hiroko escribe una carta a Itsuki dirigida a la dirección de la escuela, sabiendo que será un viaje de ida y sin destinatario.
Para sorpresa de Hiroko, “Itsuki Fujii” le responde. Pronto se darán cuenta que quien respondió la carta es en realidad una mujer, de idéntico nombre, que fue estudiante de la escuela demolida y compartió clases en secundaria con el Itsuki de Hiroko. Después de aclarar el malentendido, Hiroko le pide a Fujii mantener la correspondencia y que comparta sus recuerdos del Itsuki adolescente.
Love Letter (1995) es una obra mayúscula y la entrada por la puerta grande de Iwai en el panorama cinematográfico japonés. El film, pese a no contar nada nuevo, supone una modernización del género romántico a las nuevas audiencias derrochando sensibilidad, imágenes mágicas, constantes saltos en el tiempo y sentimiento autoral.
Una película que te agarra con una premisa sencilla pero envuelta en esa peculiar magia intrínseca a la vida y que en su primer tercio, transcurre intencionadamente pausado, arrastrándote de lleno a los apacibles ambientes por los que recorre. Los preciosos paisajes nevados fueron rodados en la isla de Hokkaido, beneficiándose de su ambientación y enlazando así con la temática del film, dando con ese tono cuasi-onírico de la historia.
A diferencia del ambiente helado de las imágenes del presente, los flash-backs están realizados con un tono cálido y hermoso, incidiendo en una época irrepetible y única para los personajes.
Dichos flash-backs, literalmente, te arrastran al mundo de los recuerdos de Fujii y resultan toda una ventaja de cara a enfrentarte al metraje, por lo continuado y variado de los recuerdos de la fémina. El ingrediente principal es el doble papel que realiza Miho Nakayama, quien da vida a ambos personajes femeninos (Hiroko y Fujii), saliendo airosa del desafio y con muy buena nota. El resto de interpretaciones funcionan a la perfección, tanto los personajes adultos como los adolescentes, demostrando naturalidad y nula falsedad en sus acciones.
Love Letter es Iwai en estado puro, y el director demuestra su peculiar estilo lleno de imágenes a medio camino entre la ensoñación y lo onírico con una cámara que por momentos parece que flote. Supone una reflexión y un bonito adentramiento en la pérdida del ser querido y de qué manera el amor prevalece a pesar del paso del tiempo o la muerte, la búsqueda de los recuerdos o la superación de dicha pérdida. Una aproximación a las fronteras entre la vida y la muerte que se aborda fantásticamente a lo largo de la cinta.
El personaje de Fujii (femenino) parece acecharle la muerte en cualquier momento con una neumonía constante, el pasado fallecimiento de su padre (por idéntica enfermedad), al igual que ese mágico final donde Hiroko se adentra en la montaña donde su marido perdió la vida, cual viaje al mundo de los espíritus, y grita al vacío.
En definitiva, un hermoso, melancólico y estimulante film que encuentra su guinda en unos últimos segundos de metraje donde un pequeño y encantador giro final de guión hace que esboces una sonrisa tonta, de plena satisfacción.

Hiroko no puede superar la muerte de su marido y, simbólicamente, le envía una carta
Para su sorpresa, recibe respuesta
Se inicia así un viaje al mundo de los recuerdos
Plano 100% Shunji Iwai 
Hiroko se enfrenta a sus temores
El pequeño giro final es delicioso
El joven Itsuki, todo un galán
Love Letter (1995) es el film más accesible de Iwai, sin abandonar por ello una innegable marca autoral, personalidad, sensibilidad y cierta excentricidad que la aleja de estereotipados precedentes y futuras imitaciones. Un ejemplo de dichas imitaciones (en este caso, sobradamente notable) es la trágica y rompetaquillas Crying out love in the center of the world (2004), donde se pueden ver claramente los ambientes, planteamientos (superación de una muerte incluida) y estructura de flash-backs que el film de Iwai.
El éxito con Love Letter fue mayúsculo y no solamente en Japón. En su momento fue el film japonés (de imagen real) más taquillero en Corea del Sur, algo que se repitió en medio continente asiático. Le llovieron innumerables premios entre los que se pueden destacar “Mejor Película” en los Kinema Junpo Awards 1996, sendos premios "Mejor actor revelación" en los Premios de la Academia Japonesa de Cine a Miki Shakai y Takashi Kashiwabara (los jóvenes adolescentes del film), “Mejor Actriz” para Miho Nakayama en los Blue Ribbon Awards 1996, así como el Premio de la Audiencia en el Festival de Toronto 1995.
Como curiosidad, Miho Nakayama era una cantante pop (además de extensa discografía) realizando su debut musical en 1985, aunque a pesar del éxito de Love Letter no se prodigó especialmente en el mundo del cine. El film sirvió para llevar al estrellato a la joven Miki Shakai, quien interpreta a Fujii en sus años de juventud y que más tarde alcanzó cierta fama a través de la TV japonesa.

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