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domingo, 27 de noviembre de 2016

IL MOSTRO DI VENEZIA (1965)

Junto a otros estrenos cinematográficos de distinta índole y con clara influencia de los fumetto, como ya vimos en el segmento central del apreciable proyecto coral "Thrilling" o la peculiarísima "Il boia Scarlatto", en el año 1965 también vieron la luz películas de menor calado, pequeñas pero no por ello del todo irrelevantes, como es el caso del film que abordamos a continuación, "Il mostro di Venezia".
Estamos de nuevo ante una rareza de híbrida comunión, muy habitual en el horror italiano de los sesenta, y que acude sin rubor alguno a beber de distintas fuentes de inspiración; desde el Krimi germano al fantasma de la ópera (de moda por la adaptación de Fisher), pasando por el naciente y próspero giallo, la más descarada y estomagante propaganda turística, e incluso acercándose, aunque sin demasiado tino, al mismísimo expresionismo alemán.
La laberíntica ciudad de Venecia es el telón de fondo perfecto para esta peculiar obra de siniestro romanticismo, donde un perturbado sexual (mitad buzo-mitad "Skeletor"), tras ahogar a guapas jovencitas en sus canales, las conserva como estatuas dentro de su personal mausoleo subterráneo, previa administración de un suero secreto de su creación. Todo para poder admirar esas belleza intactas y así salvaguardar su hermosa apariencia para siempre.
Tan sólo el apuesto Andrea, un periodista local, se percata del modus operandi que existe entre esas extrañas desapariciones, ya que en palabras de la desconfiada y negligente policía veneciana:
- Su historia de un "monstruo" en los canales de la ciudad estaría mejor en los fumetti.

El susodicho asesino, admirando la belleza eterna de una de sus víctimas
Un empleado del hotel espiando a sus huéspedes (sólo a las bonitas, claro)
Rodada en blanco y negro con el propósito de impregnar de atmósfera las callejuelas y catacumbas venecianas, sin duda hubiese necesitado de un mayor talento al timón del proyecto, pues el inaudito Dino Tavella (1920-1969), un cineasta totalmente desconocido y prematuramente desaparecido que apenas aportó un par de films, no consiguió plasmar adecuadamente, escogiendo por lo común, planos sin demasiada creatividad (salvo un par de encuadres casi memorables).
Las referencias y estereotipos del fumetto en este caso son más que evidentes; desde el asesino principal, una suerte de fraile con una calavera como máscara y con unas líneas de diálogo más propias de un cómic que de un guión de cine, pasando por la galería de secundarios (desfiles de galanes con gabardina, un odioso grupo de hermosas turistas mentecatas o esos confidentes del canal responsables del escasísimo toque humorístico al entuerto), y sobre todo de escenarios, todos resultado directo de las viñetas, como el club de jazz nocturno con un siniestro imitador de Elvis Presley, las catacumbas o los infinitos pasadizos medio iluminados con sus juegos de sombras.

Una inesperada aparición, un Elvis Presley pasado de rímel
El vetusto laboratorio deja mucho que desear
Lástima que la historia no sepa aprovechar esos ingredientes adecuadamente y se estanque varias veces en zonas menos fértiles, como su inexplicable afán turístico, góndola allí, góndola allá, mostrándonos el lugar casi al detalle, ¡como si a una ciudad como Venecia le hiciera falta!... o tratando de dibujar, fallidamente, la improbable y machista relación de Andrea con Maureen, la inaguantable turista de turno.
Pese al desatino general, "Il mostro di Venezia" (el monstruo de Venecia) también tiene puntos decididamente atractivos, pues ofrece una involuntaria ventana a la cultura pop de la época en Italia, inventa y/u origina un asesino enmascarado "en el presente" dentro de un pseudo-giallo, apunta aspectos vouyeurs con algún que otro encuadre picantón y recurre a un recurso de puesta en escena muy divertido directamente del universo de las viñetas: congelar el fotograma de las víctimas en su primera aparición en pantalla.

Una bella colección de jovencitas para el deleite del perturbado enmascarado
Un asesino con retorcidas y macabras intenciones
No podía pasar por alto pues esta lúgubre propuesta, de bajo presupuesto, personajes imposibles además de muy mal interpretados (en especial el estudioso barbudo) y narrativa predecible, que sin embargo está lejos de ser del todo un descalabro, ya sea por la tan sugerente idea de un maníaco que colecciona adolescentes embalsamadas bajo los canales de Venecia o por el mero hecho de ser lo más cercano a que un fumetti de la época, provocador y tentador, se convierta en una película.
"The Embalmer", como se le conoció internacionalmente, no será un film de referencia ni apenas reivindicable, pero sí contiene aspectos a redescubrir, y aunque no se plasmase en su momento con la mejor de las fortunas, puede sorprender gratamente al seguidor de este tipo de historias, en especial si está familiarizado con el maravilloso mundo del fumetto nero.

Un primer plano del monstruo de Venecia.

1 comentario:

  1. Hola, la vi ayer y me ha gustado pese a que al principio hasta pensé en dejar de verla, pero poco a poco he entrado en la historia y pese a que es muy modesta, me ha entretenido. Es un claro ejemplo del giallo, antes de que este término, creo, se creó oficialmente. Un abrazo. Pronto lo comentaré en mi humilde blog: Films en Caja Tonta (https://filmsencajatonta.blogspot.com/).

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