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miércoles, 30 de julio de 2014

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS PORNOMARAVILLAS (1976)

La mítica novela infantil de Lewis Carroll "Alicia en el país de las Maravillas" ha sido llevada al cine en más de una veintena de ocasiones, con mayor o menor acierto. Desde el cine mudo de principios del siglo pasado, hasta la reciente versión 3D del venido a menos Tim Burton en 2010, la fantástica historia de Alicia en un mundo de ensueño ha servido a muchos directores y/o productores como perfecto anzuelo comercial para que padres y niños, gracias a su temática familiar, puedan disfrutarla juntos.
No es de extrañar pues que, tras adaptarse en todos los formatos posibles (mención especial a la entrañable versión de Disney de 1951 o a la más célebre de Norman Z. McCleod en 1933), era cuestión de tiempo que la puritana novela de Carroll diera el salto a géneros más arriesgados, como el musical o el cine reservado "sólo para adultos".
Lo que nadie se imaginaba (salvo Bill Osco, el money man más listo de la clase), era que llegarían de la mano en un mismo film, de extrañísima naturaleza y arriesgada concepción, hoy ya  todo un pionero de un subgénero que no cuajó en demasía, el denominado "X-Rated Musical Comedy" (una mezcla imposible de porno hard, comedia y coreografías musicales).
Así pues, en diciembre de 1976 se estrenaba en algunos cines de EEUU el film "Alicia en el país de las pornomaravillas", sorprendentemente distribuida por una major (la FOX) y con la adorable playmate Kristine DeBell como infalible reclamo (fue portada de Playboy en abril del 76), ¿interpretando? a la jugosa Alicia.

Kristine DeBell, la Alicia más despendolada de todas las versiones
Mr. Rabbit, el ser que acude a buscar a Alicia para que despierte de su letargo sexual
Como es lógico, la trama es una farsa en tono paródico del original, donde una mojigata Alicia, bibliotecaria calienta braguetas donde las haya, viaja al mundo de fantasía de Wonderland para iniciarse en el estimulante universo del sexo, ya que es incapaz de atender a su pretendiente en la vida real. Allí aprenderá los entresijos del placer oral (aunque sospechamos que venía aprendida), los cariños lésbicos, el vouyerismo o el deseo interracial, todo dentro de un contexto calenturiento aunque infantil, algo así como una ingenuidad cachonda, para entendernos.
Aderezada con escenografías musicales ocasionales (unas 8 escuetas funciones, algunas casi divertidas), el film juega en un terreno desconocido para el espectador "entendido", pues se trata de una cinta hardcore, pero que apenas enseña sus cartas hasta pasado bastante metraje, por lo que nuestro júbilo posterior se experimenta con mayor intensidad o nuestra impaciencia nos obliga a acudir al mando a distancia.

Alicia será lamida para no coger frío....entre bailes felinos claro
El primer gran reto, la expresión oral....
Sus dosis de surrealismo también resultan altamente curiosas, como podemos descubrir en ese juicio provocado por Sus Extrañas Majestades al final del film o diversas escenas propias de mentes ahumadas, que mezcladas con un ritmo alocado, su follonera pero jocosa narrativa, algunas temeridades de guión (ese capítulo incestuoso o su imposible mixtura entre cursilería y porno duro) sumado a un montaje delirante con jump shots a lo Benny Hill incluido, me obligan a apreciar positivamente la película debido a la absoluta rareza de su concepción....y también por los encantos de Kristine, no os voy a engañar.
Os aseguro que estamos ante un film de una raza desconocida, un rara avis alucinógeno que marca un antes y un después en el cine pornográfico sonoro, y aunque su puesta en escena sea lo más parecido a irse de picnic un domingo, las pretensiones eróticas se alcanzan en todo momento, sin rastro del machismo propio de estas cintas y rodada con la sensibilidad idónea, además de ofrecer cuerpos bonitos y sin recauchutar, amén de momentos obviamente al rojo vivo.

La hipnótica coreografía de los naipes, un perfecto interludio erótico-festivo
Siempre al borde de la parodia más desmadrada
¿A quién te tienes que tirar para salir de la película?....no creo que tengas problemas por eso.
La portada ibérica del VHS, una joyita
Considerada una pieza clave en la época dorada del porno, el film tuvo que soportar muchos tijeretazos hasta 2007, cuando por fin, fue editada en versión digital tal y como se creó en su día. Su distribución más importante fue sin duda en VHS, donde está considerada la película pornográfica más rentable de la historia (aunque eso sea dificilísimo ya de comprobar).
Existen 4 versiones; la versión "cortada", con los 16 minutos más explícitos censurados (es decir, la mayor tontería del mundo); la edición "R-Rated", con 10 minutos recortados (otra soplapollez); la "X-Rated" con 7 minutos menos de metraje (esta vez sólo de historia, por lo que es la mejor) y la versión de 88 minutos uncut, ambas últimas sólo disponibles en la excelente remasterización en DVD a cargo de Subversive Films.
Hipnótica, sensual y más atrevida de lo que aparenta, "Alicia en el país de las pornomaravillas" se desmarca pues del grueso impersonal y sin gracia del género al que pertenece, para consolidarse como una película pornográfica con personalidad, que aguanta el paso del tiempo honrosamente y no resulta en ningún momento ofensiva o de mal gusto. Seguro que el propio Lewis Carroll, tuviera las inclinaciones sexuales que tuviera, se sentiría entre abochornado y orgulloso de que pusieran un poco de sal y pimienta a su novela, ya que le ha sentado ciertamente bien.

http://www.imdb.com/title/tt0074113/?ref_=nm_flmg_act_41

lunes, 28 de julio de 2014

UPSTREAM COLOR (2013)


La película que comento hoy, a pesar de haber sido estrenada en los cines, tiene complicado atraer al gran público y menos aun de satisfacer a muchos de ellos, al tratarse de una propuesta complicada y desconcertante, pero interesante a la vez que diferente.  Y sin duda cumple con esa descripción resultando ser incluso más confusa que la ópera prima del aquí multifacético Shane Carruth (dirección, guión, actor, música y fotografía), quien ya sorprendiera a todos en un ya lejano 2004 cuando presentó Primer, de temática de viajes en el tiempo y que exigía un esfuerzo por parte del espectador para poder seguir una trama narrada de forma poco habitual según los cánones habituales. Y precisamente parece que con Upstream color ha pulido lo que había demostrado, queriendo ir más allá aún con una trama narrada de forma fragmentada, confusa y sin todas las respuestas (al menos aparentemente). El film tiene la virtud (o defecto según se mire) de ser muy rompedor, antagonista de las historias contadas mediante un guión lineal, con continuos subrrallados, sencilla y clara para todos los públicos que tanto impera en el cine comercial. Nos enfrentamos aquí con un tremendo puzzle que tras unos primeros minutos en los que nos parece que podemos encajar las piezas y vamos siguiendo la trama, no sin exigir mucha atención, empezamos a dudar poco a poco del significado de las imágenes que van desfilando ante nuestros ojos, vacilamos, nos faltan piezas y tampoco sabemos que hacer con las que tenemos en nuestras manos. Las imágenes inconexas, aparentemente, circulan ante nosotros, cambian y nos va a costar retenerlas todas para ir poniendo más adelante cada una en su sitio, el guión parece que no lleva a ninguna parte y que no vamos a ser capaces de encontrar un camino en medio de esta laberíntica propuesta.

Kris en medio de su cautiverio bajo total control de un sofisticado ladrón...
El gusano invade el cuerpo y todo empieza...
A grandes trazos la película nos presenta a un ladrón que selecciona cuidadosamente a sus víctimas para hacerse con su dinero, sin embargo utiliza un modus operanti distintivo y único, pues usa unos gusanos que segregan una sustancia tóxica y que viven en unas orquideas azules para controlar a sus presas. De esta forma asistimos en el primer tercio del film al secuestro de Kris (Christine Fischer), quien es obligada a ingerir uno de estos insectos, quedando a partir de ese momento a la merced de su captor, quien a lo largo de los días y mediante un extraño proceso de control, logra que ella le entregue todo el dinero que posee, dejándola abandonada y desconcertada en su casa después de recuperar el control de sí misma.

Kris y Jeff, con sus vidas destruidas intentando encontrar una respuesta...
Tiempo después y con su vida hecha un desastre, Kris conoce en el tren a Jeff (Shane Carruth), un misterioso personaje que parece tener una conexión especial con ella y que intuimos que ha sido víctima del mismo ladrón. Sus vidas tomarán un sendero común a partir de entonces intentando entender que les pasó y les sigue pasando, pues su percepción de la realidad ha cambiado, su día a día parece no tener sentido ni para ellos ni para nosotros y seguiremos su viaje en busca de respuestas, al que se sumará un cuarto personaje misterioso que compone música y también cuida cerdos, y que debe ser el vehículo para entender la conexión entre el primer tercio y el resto del film... ahí queda eso.

Un misterioso compositor que cuida cerdos puede ser la clave de la película...
El visionado de Upstream color puede llegar a ser agotador y desconcertante a pesar de solo ser 90 minutos, con la sensación de llegar al final y habernos quedado sin acabar de entender, necesitando comentarla con los compañeros y tal vez revisionar algún punto para poder atar cabos y asegurarnos que el círculo que se cierra al final del film cobra sentido a pesar de su enrevesada estructura no apta para gran parte del público. Impecable a nivel visual, fotografía, sonido y música, con una historia que posee un magnetismo especial, dejando un poso en la cabeza que hay que dejar madurar para poder apreciar mejor. Solo con el paso de las horas y habiéndola reposado y pensado, al menos para un servidor, el dibujo empieza a aparecer más claro y mi valoración personal ha ido mejorando a pesar de mis reticencias iniciales. Una aventura cinematográfica como pocas hay, arriesgada y que seguro va a descontentar a muchos. Una elección complicada y que aconsejaría visionar en buena compañía para el posterior debate e intercambio de ideas.

jueves, 24 de julio de 2014

WRONG COPS (2013)

Muy pocos cineastas trabajan a día de hoy el denominado como "humor absurdo". Un género difícil, bastante susceptible de caer en la bobada o la subnormalidad (tenemos demasiados ejemplos recientes), pero que cuando se trata con el toque justo de inteligencia, sin ápice de pedantería, y con algo de talento, puede llegar a ser más delirante que ninguna comedia convencional al uso.
El autor francés Quentin Dupieux (que dirige, escribe, musicaliza e incluso edita sus propios films) suele pasear por el Festival de Sitges sus irresistibles trabajos desde hace unos años. En 2010 conmocionó al personal con su extraña pero fascinante "Rubber", donde planteaba las desdichas de un neumático con poderes telequinéticos.
Dos años más tarde, aterrizó con la entrañable "Wrong", una memorable espiral de situaciones absurdas alrededor de un supuesto secuestro del perro del protagonista que hizo las delicias del seguidor. Ambas son dos joyas que irremediablemente pertenecen a un universo propio, a un mundo personal de irrealidad y alteración social absolutamente demencial que tiene la inconfundible firma de Dupieux.
El cineasta, mientras andaba inmerso en la promoción de la citada Wrong, rodaría su primer cortometraje, "Wrong Cops : Chapter 1" (incluido en el DVD del film que nos ocupa), con nada más y nada menos que Marilyn Manson en cabeza del reparto. Un cortometraje presentado en Cannes 2012 y muy bien recibido por el público (no tanto por la crítica, aún reticente con el peculiar humor de Mr. Oizo) que se centraba en un policía corrupto que traficaba con ratas muertas con droga en su interior.
Visto el potencial de la historia (...), y habiendo creado ya su propia productora (Rubber Films), a finales de ese mismo año se puso manos a la obra para convertirla en un largometraje. De ahí surgió la que ahora nos ocupa, "Wrong Cops".


                Sunshine viendo estupefacto como Duke guarda un cadáver (aún vivo) en su maletero

Ya me estoy acostumbrando a mi dosis anual de Quentin Dupieux. Y no sólo por ofrecerme ese universo tan genial repleto de adorables incongruencias y personajes genuinos, sino por ser a estas alturas, mi autor del absurdo favorito (que hay poquísimos buenos), y en ese sentido, Wrong Cops no desmerece en absoluto.
La historia es en sí la misma que en el corto: un grupo de estúpidos policías de Los Angeles, a cada cual más indecente, se aburre en una ciudad sin rastro ya de criminalidad, donde los únicos que alteran el orden son ellos mismos y molestan a la ciudadanía sin piedad.
Ellos trafican, amedrentan a mujeres y niños pacíficos (la escena de -Enséñame las tetas!!- a punta de pistola no tiene desperdicio) molestan a la juventud y alteran la paz de la comunidad. Pero todo empeora cuando el veterano agente de patrulla Duke dispara a un ciudadano por accidente y lo hiere de gravedad.
Es ahí cuando el film abre 4 vías argumentales que se entrecruzan y alteran entre sí.
En primer lugar, Duke y su víctima, al que amordaza y encierra en el maletero del coche patrulla, y su cometido no será otro que deshacerse del cadáver (¡¡aunque siga con vida y escoja la música que quiere escuchar en el trayecto!!).


                                       El agente Renato, obsesionado con verle las tetas a todas


                                            ¡¡Show me your breasts!!.....a punta de pistola.

Paralelamente, seguimos al agente Renato, que vive obsesionado con las tetas y hará lo imposible por agenciarse la fortuna que su colega Sunshine ha descubierto enterrada en su jardín (otra demencial carambola sin desperdicio).
En tercer lugar, el citado Sunshine, hombre de familia feliz que esconde a toda costa su pasado en el porno gay y que tendrá uno de los finales más sorprendentes del film.
Y por último, al extraño agente Rough (el que fuera jardinero con suerte en Wrong). Un policía tuerto que se dedica a hacer una rara música industrial pero que no consigue un productor, aunque se crea un auténtico genio.
Pese a haberse llevado muchas críticas desfavorables y no significar del todo un paso adelante en la carrera de Dupieux, Wrong Cops sigue siendo un film altamente disfrutable y tremendamente ameno, dotado de la misma atmósfera caótica que el resto de sus obras y dejando grandes secuencias del absurdo (la mejor historia, la de Duke, donde además interviene un Marilyn Manson como adolescente inadaptado acosado sexualmente por el corrupto y orondo oficial).
Una muestra más de que hay genialidad y mucho humor en la filmografía del francés (desde la infravalorada Steak hasta estos policías corruptos). Quizás a veces sea una losa sobre el espectador el hecho de que se nos requiera una absoluta sintonía con su peculiar mundo para empatizar con su extraño sentido del humor para gozarlo al 100%, pero a mi me sigue fascinando como ninguno, por lo que estaré atento a su estreno del año próximo, la prometedora "Réalité".

http://www.filmaffinity.com/es/film573248.html

lunes, 21 de julio de 2014

WE ARE WHAT WE ARE (2013)

En el año 2010 se estrenaba el film mexicano "Somos lo que hay", en el que retrataba una peculiar familia que quedaba desmembrada con la repentina muerte del padre. Hasta aquí nada especialmente llamativo, ¿verdad? Pero todo cambiaba al descubrir que era el encargado de traer a casa la comida para lo que ellos denominaban "El ritual" y si a eso le sumábamos que se trataba de una familia de caníbales entonces la ecuación ya cuadra y os podéis imaginar por donde van los tiros. Con la necesidad imperiosa de que los hijos tomaran el papel del padre antes de la llegada del día marcado, nos deparaba una sucesión de brutales intentos por su parte para traer a casa una víctima propicia para sus necesidades. Si bien la nueva versión ha sido presentada como su remake, la obra de Jim Mickle, director y guionista aquí, solo toma la idea de base para desarrollarla de una forma completamente distinta, haciendo complicado las comparaciones directas entre una y otra (localización, personajes y desarrollos cambian completamente). Lo que sí puedo decir es que personalmente, esta última me parece superior en todos sus aspectos. Acertando plenamente con las variaciones propuestas respecto a la obra original y logrando una atmósfera más opresiva y contundente.

La devota familia celebrando "El día del cordero"...
Mickle nos sitúa la acción en una zona rural de los Estados Unidos, donde la madre de una humilde familia, aparentemente enferma, sufre un accidente, falleciendo de forma inesperada. El patriarca Jack Parker (un fantástico Bill Sage) decide que los planes familiares no van a cambiar y celebrarán tras tres días de ayuno una tradición que se remonta más de 200 años y que ellos llaman "El día del cordero".
Será entonces cuando las dos hijas del matrimonio Parker deban tomar el testigo de su madre y hacerse cargo de llevar a cabo el ritual (una de las escenas más bien rodadas de la película y con una dramática música de fondo). Paralelamente unas fuertes inundaciones asolarán la zona, obligando a la policía a investigar la desaparición de una chica, deparando más de una sorpresa alrededor de lo que parece una familia modélica americana.

Iris y Rose parece que miren al mundo exterior con anhelo a pertenecer a él...
Pero este es su mundo...
We are what we are es de esos films que logran conectar desde buen principio con el espectador, que asiste atónito como se va deshojando la margarita y los secretos de los Parker van saliendo a la luz. Rodada con mucho lirismo, una ambientación clásica de la casa (decoración y ropas) que ayudan a reforzar la imagen de que siguen anclados en un oscuro pasado, el director sabe huir de los sustos fáciles mediante subidas de volumen o clichés típicos del cine de terror, enfrentándonos aquí a un miedo mucho peor, el del fanatismo que bien podría ser el de una secta, protagonizado por un dictatorial padre y sus dos hijas (Iris y Rose, grandísimo papel de Julia Garner y Amby Childers) cuyo aspecto inocente esconde unas criaturas maléficas que quieren escapar de su destino, pero están empujadas por la omnipresente autoridad del padre.

El Dr. Barrow investigando la aparición de unos huesos...
Al elenco de actores se suma un Michael Parks en un papel diametralmente opuesto al que le valió ganar el premio como mejor actor en la edición de Sitges 2011 por Red State y que encarna al Dr. Barrow, quien investigará la misteriosa aparición de unos huesos.
Con una tensión creciente merced de localizaciones opresivas como la casa y una excelente banda sonora, pocos momentos tranquilos nos depara, sabiendo mantener en todo momento nuestro pulso acelerado para desembocar en un final apoteósico y liberador, para cerrar de forma satisfactoria un film que toca el canibalismo de una forma dura pero elegante a la vez. Una grata sorpresa sobre la que se rumorea que se va a rodar una precuela y una secuela, que Dios nos coja confesados...

jueves, 17 de julio de 2014

LOS CUATRO BUDAS DE KRIMINAL (1968)

Retomamos las andaduras fílmicas del macabro Kriminal, el "Rey del crimen", en su inevitable secuela (eran los mejores años del fumetti), amén de repetir la temeraria pareja protagonista de aquélla: el inexpresivo Glenn Saxson y la percherona Helga Liné, que milagrosamente cuajaron tan bien 2 años antes. El escurridizo esqueletado ha vuelto pues a Londres tras escaparse de la penitenciaría de máxima seguridad de Estambul, donde se le condenó a trabajos forzados.
Ahora, Kriminal regenta una residencia de ancianitas en la capital británica, de las que él mismo se va deshaciendo a base de sobresaltos nocturnos, para así cobrar sus suculentos seguros. Siempre acompañado por su "fiel" secretaria y amante Janet (que tampoco tiene desperdicio, como os podéis imaginar), Kriminal nos demuestra de nuevo una falta de moral sin precedentes, superándose a sí mismo.
La misteriosa aparición de cuatro fragmentos de pergamino escondidos en 4 figuras de buda dignas de los chinos, llamarán pronto la atención de nuestro astuto bandido, que ansiará el tesoro que aparentemente se esconde tras su críptico mapa (según cuentan, auténticos lienzos de Goya y Rembrandt).
La aventura está servida, pues Kriminal se ganará fácilmente nuevos enemigos y recuperará rápidamente a los antiguos, sobre todo al entrañable inspector Milton, ocupado aquí con su propia boda.
Más aclamada por la crítica especializada que su predecesora (como dice Pedro Porcel, "se trata de una cinta de mayor atractivo"), a nivel personal no creo que esto sea así, pues aunque supera a su antecesora en dosis de delirio y solidez argumental, pierde en algo fundamental para mí : ya no resulta tan ingenuamente deliciosa como la anterior.

Kriminal dando sustos de muerte a las ancianitas
Seduciendo sin mucho esfuerzo a su encantadora amante Janet
De viaje por Madrid
La solventada inoperancia de Saxson en La Máscara de Kriminal, aquí ya se torna más molesta que acertada, pues el actor trata de aportar algo más de cinismo al personaje, sobreactuándolo y convirtiéndolo, seguro que muy a su pesar, en una sombra de lo que fue. Éste Kriminal pretendidamente más chulesco, absurdamente fumador, medianamente sarcástico y de insoportable pose seductora, desdibuja definitivamente su popular rol y destapa sin remedio los preocupantes límites interpretativos del joven holandés.
De manera casi milagrosa, se verá compensado por el salto de calidad de Helga Liné (aquí interpretando a la señorita Gitan, una española que baila flamenco, nada menos), mucho más acertada, sensual y contenida que en su horrible actuación anterior.

Recurriendo al disfraz cuando es necesario
La estupenda Liné, igual de confusa con el mapa que el rico y ambicioso anticuario
Si bien la primera parte sufría graves irregularidades de guión (en ocasiones no sabíamos ni dónde estaban), en ésta ese problema queda más o menos solventado, pues la trama es aún más disparatada y se acentúa el delirio global. La historia del mapa del tesoro escondido en los budas, nos invita a un final de tintes arqueológicos, algo así como un Indiana Jones en números rojos que puede resultar divertido, sí, pero algo lamentable también (ese orificio en las rocas, ¡por favor!).
El film en cierto modo patina al intentar llegar más lejos que su antecesor. Un mayor número de diálogos infructuosos, más localizaciones (a todas las anteriores se le suma ahora Beirut), algo más de acción y explosiones (con una secuencia en coche aburridísima) o un imperdonable descenso en su contenido erótico (quizás lo más encendido de la cinta sea el dibujo de la portada, imaginaros...) no ayuda a la hora de construir una secuela de mayor calidad.

Las viñetas intercaladas, un acierto
- Haré lo que tú quieras, te obedeceré, te ayudaré en todo.....ni Kriminal se resiste a eso
El agradable aire pulp se mantiene gracias a sus frames que se convierten en viñeta, sus decorados de cómic o las licencias argumentales que este tipo de cine ofrece al espectador, véase el macabro negocio con las ancianas, la imperdonable desconsideración del inspector Milton en el día de su boda o el asesinato de Kriminal en la bañera, puntos fuertes de una trama a caballo entre el thriller y la comedia más negra y desprejuiciada.
Como ocurre con demasiada asiduidad en este tipo de géneros, la película requeriría de una mejor edición digital, con la pertinente restauración de sus fotogramas dañados o sobreexpuestos y mejorando la calidad del audio y del subtitulado, ya que en ocasiones, es muy sonrojante. Seguiremos esperando.

http://www.filmaffinity.com/es/film651478.html

lunes, 14 de julio de 2014

LOS JUEGOS DEL HAMBRE: EN LLAMAS (2013)

Como os comentaba recientemente, la primera parte de la adaptación de la saga literaria de Los Juegos del Hambre me dejó un sabor agridulce. Por un lado encontré interesante el posible futuro distópico que presentaban, pero desgraciadamente se profundizaba tan poco en muchas de las cuestiones relativas a esa sociedad totalitaria (sus leyes, su organización, el drama que teóricamente sufren los distritos con la represión por parte del gobierno central y todas las preguntas que nos puedan llegar a surgir al respecto), que la sensación que daba era la de encontrarnos ante una nueva producción cara y hueca. Donde se apostaba más por una cuidada estética efectista, empalagosos amores adolescentes, desfiles de modelitos y un desarrollo con poca intensidad alargado en exceso, que por un film de scifi con cara y ojos. Por eso mismo no tenía mucha prisa en abordar su secuela, pero en una tarde de debilidad he pecado, y aprovecharé para comentaros que da de sí la segunda parte de la saga creada por Suzanne Collins.
Érase otra vez en el país de Panem podríamos empezar... pues como ya veremos la función "copy-paste" aquí ha sido un recurso bien usado.
Nos situamos 6 meses después del final los 74º Juegos del Hambre, en los que resultaron vencedores Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) y Peeta Mellark (Josh Hutcherson), los tributos del Distrito 12.

Leyendo el discursito que les han escrito durante su Tour de la Victoria...
Nueva cháchara televisiva contando las intimidades en plan programa del corazón...
El fin de los juegos no implica el retorno a su vida pasada, sino que como pasara con los ganadores de las ediciones anteriores, para ellos empieza el llamado Tour de la Victoria. Durante el cual son llevados de un distrito a otro donde presentan sus respetos a los caídos, para posteriormente llevar una acomodada vida en la capital. Sin embargo, el control que supuestamante tiene el Capitolio en todo este montaje televisado y el pretendido mensaje conciliador que obligan a transmitir a la pareja, empieza a escapar de sus manos con evidentes signos de una creciente rebelión en los 12 distritos. Todo ello está generando mala imagen y dudas entre el hasta el momento manso y aborregado público del Capitolio. Será entonces cuando el Presidente Snow (Donald Sutherland) vea necesario sacarse de encima a tan molestas figuras para retomar el control, organizando los 75º Juegos del Hambre, El Vasallaje.
¿En qué consiste esto? Pues nada más y nada menos que en esta ocasión los tributos de cada distrito saldrán de entre los ganadores de las anteriores ediciones, sin tener en consideración edades ni condiciones físicas, por lo que hasta una anciana entra en juego. Creando un clima de malestar entre unos personajes que ya tuvieron que sufrir la experiencia de enfrentarse a la muerte y que ahora contaban con cierto estatus en la capital.

Dos grandes actores que con su presencia dan un poco de cuerpo a la historia...
No hay sorpresas al descubrir que la pareja de moda vuelve a representar a su distrito, y de vuelta al Capitolio tendremos un desfile en carrozas con modelitos y miradas al infinito, la presentación de los distintos tributos, un entrenamiento para prepararles y un escenario de lucha para que se maten a gusto con variopintas armas... Un momento, ¿tenéis una sensación de dejà vú? ¿Algo os recuerda a la primera parte? Sí, no os devanéis los sesos, es lo mismo prácticamente en este sentido y pocos matices tendremos respecto a la anterior y salvo alguna que otra pincelada socio-política para definir mínimamente que está pasando, el film no llega a avanzar demasiado.
La película repite el mismo esquema narrativo, de tal manera que incluso podría seguirse la saga empezando por la segunda parte si nos dieran un breve resumen de unos minutos en su arranque de lo visto hasta ahora. Nuevamente dos bloques bien diferenciados: el primero con el Tour de la Victoria y el regreso para la presentación-entreno. Solo los primeros minutos en los que se viaja a los otros distritos y empezamos a ver unas señales de rebelión, escapan a lo visto anteriormente, aunque sigue faltando darle profundidad al tema, no me sirve ver un par de guardias malos aporreando a cuatro pueblerinos, que le den unos azotes precisamente al novio de Katniss y que lancen un par de tomates en señal de protesta. ¿Es una revolución o unos seguidores descontentos porque su selección ha perdido en el Mundial? Pues eso...

Guapos en acción con más y más modelitos...
Otro guapo para regocijar vuestros ojos...
Acto seguido tenemos la llegada al Capitolio, las entrevistas en directo de los distintos participantes (aquí destacaría la labor de Stanley Tucci en el papel de Caesar, el presentador, pues tiene un toque magnético-repulsivo interesante), el posterior entreno con la forja de alianzas entre algunos de ellos, desfiles con infinitos cambios de vestuario, diálogos de relleno, etc... todo idéntico.
La segunda mitad transcurre en la arena elegida para la ocasión, en su desarrollo vuelven a pecar de poca pegada en cuanto a los enfrentamientos físicos y las muertes de los personajes, la sangre sigue sin correr (que poco interés genera el enterarnos de la muerte de algunos participantes que ni han desarrollado mediante un cañonazo y la proyección de su foto en el cielo); pero hay que reconocer que en esta ocasión la selva elegida así como las distintas trampas diseminadas desde la sala de control, le dan un tono más oscuro y algo más de tensión. Se agradece un mejor uso de la cámara y ciertos aciertos parciales en el que las imágenes trasmiten a ratos ese punto de emoción del que carecía la primera entrega. Solo con escenas como la de la niebla venenosa o la de los mandriles, por ejemplo, ya queda claro, que en este sentido se ha dado un pasito adelante. Sin embargo su largo metraje, casi 2h30, es injustificado y sobran muchos minutos que no aportan nada.

La nueva arena de lucha, eso sí, más interesante que la anterior...
Que dura es esta vida en una playa paradisiaca... ¿Matamos a alguien o charlamos de amores?
Respecto al desarrollo de personajes tampoco se esmeran mucho más allá de lo imprescindible salvo la presentación de algún que otro acompañante de rigor. El plantel de caras conocidas es largo, y a los Jennifer Lawrence, Woody Harrelson, Lenny Kravitz, Stanley Tucci y Donald Sutherland, se les une aquí el tristemente desaparecido Philip Seymour Hoffman, que junto al anterior al menos dan un pelín de caché en este aspecto y hacen más llevable la historia.
Un punto que me imagino que a los fieles lectores de las novelas y al público joven le encantará es la trama romántica en forma de triángulo amoroso; así Katniss y Peeta seguirán fingiendo esa acaramelada love story de puertas afuera para tener mayores oportunidades de supervivencia, quedando el pobre Gale como repudiado, una pena, tened kleenex a mano. Para el resto de insensibles a los amores teen de andar por casa, entre los que me incluyo, son minutos en los que uno mira el reloj y confía que la escena termine lo antes posible.
Así pues, a pesar de alguna mejoría respecto a la primera parte, el hecho de que sea un gran calco y que al final nos hagan un coitus interruptus en toda regla en forma de gancho para emplazarnos a la tercera parte, ha hecho que mi valoración general sea la misma que en la anterior. Vosotros mismos, ya sabéis lo que os espera...

http://www.filmaffinity.com/es/film702482.html