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viernes, 14 de febrero de 2014

KING KONG CONTRA GODZILLA (1962)


El kaiju eiga, el cine de monstruos japoneses, era una realidad desde la última entrega de Godzilla en 1955, y se pudieron ver cómo decenas de imitaciones asaltaban los cines japoneses, con mayor o menor gloria. El cine japonés dejó obras maestras de la ciencia ficción como Mothra (1961) y Los hijos del volcán (1956) o films más discretos como Varan, the unbelievable (1958), la mayoría dirigidas por Ishiro Honda y todas producidas por la Toho. Incluso los ingleses quisieron hacer su particular versión de Godzilla con la pasable Gorgo (1961). 
La Toho tuvo la oportunidad única de comprar los derechos del mítico personaje de King Kong durante los 60 y por motivos que explicaré más adelante la desaprovecharon. Inicialmente este proyecto era una idea soñada por Willis O'Brien llamada King Kong vs Prometheo en la que el simio se enfrentaba a una especie de monstruo de Frankenstein agigantado. El proyecto fue pasando de estudio en estudio sin ningún éxito. La única que parecía interesada por el proyecto resultó ser la Toho, pero más tarde acordaron con la RKO que el enemigo con el que se enfrentaría King Kong sería GodzillaWillis O' Brien, ilusionado, no tardó en realizar diseños de las bestias y enviárselas a la Toho, quienes ningún caso hicieron al pionero de los efectos especiales. El film iba a tomar otros caminos. 
Una expedición científica organizada por Mr. Tako, presidente de una firma de productos farmacéuticos, viaja a la isla Farou para recoger bayas rojas con fuertes poderes somníferos. En la isla los miembros de la expedición descubrirán un gorila de enormes dimensiones que acabarán llevándose a Tokyo. El gigantesco simio será utilizado después por las autoridades para detener a Godzilla, liberada después de la explosión del iceberg que la mantenía prisionera, con un apoteósica lucha final en el Monte Fuji.
Godzilla dispuesto a enfrentarse al simio gigante
A pesar del enorme éxito que tuvo no sólo en Japón sino en el resto del mundo, King Kong contra Godzilla no es la obra definitiva de la ciencia ficción como tendría que haber sido. Supongo que Ishiro Honda estaba cansado de la seriedad que siempre tenían los kaiju eiga y quiso divertirse haciendo una parodia del género, lo que fue todo un error. El personaje de Godzilla antaño era una figura que infundía terror y era una parábola de la guerra atómica, mientras que King Kong era un personaje que desprendía poesía. La seriedad que se le podría dar al film se difumina para convertirse en un espectáculo kitsch, una comedia freak divertidísima, eso si.
El color no sienta nada bien a Godzilla ya que se nota más que nunca que los monstruos son hombres disfrazados y ni intentan disimularlo, al igual que los tanques y aviones utilizados, los cuales se notan a la legua que son juguetes.
Un pulpo se ve en problemas
Las maquetas y las escenas de destrucción tampoco son demasiado espectaculares. El aspecto ridículo y absolutamente risible de King Kong no mejora las cosas, y para colmo, la gran batalla entre los dos monstruos tampoco es demasiado remarcable, ya que se acerca mucho más a las batallas de lucha libre de la etapa de decadencia del personaje en los 70 con patadas voladoras y golpes de boxeo. 
No obstante, estamos ante un film muy entrañable y en definitiva mítico, que gracias al gran talento de Honda se hace disfrutable y divertidísimo. Tras tanta imitación, Godzilla ya no funcionaba como parábola de la guerra atómica, eran otros tiempos, así que la serie deriva en un espectáculo de color con batallas colosales, un tono que la franquicia nunca abandonaría. El problema con King Kong contra Godzilla es que se plantea como una parodia y en ese sentido resulta divertida y medianamente acertada el problema es que ese tono paródico ha acabado con jugarle en su contra ya que las futuras producciones Kaiju y demás entregas de Godzilla acabaron convirtiendo precisamente en esto, un festival imposible de luchas de sumo monstruosas e infantiles.
Varias curiosidades; en su estreno japonés la gente vitoreaba a Godzilla y abucheaba a King Kong, ya que para ellos era símbolo del poder americano. Si alguien le parece extraño que King Kong se alimente de la electricidad, eso es porque inicialmente no era King Kong el oponente pensado para Godzilla, sino una versión colosal del monstruo de Frankenstein. Finalmente se abandonó esta idea, pero se recuperó parcialmente en la notable Frankenstein conquers the world (1965).
Mucho se ha hablado de que hay varios finales diferentes; un final japonés con Godzilla venciendo y un final internacional que da la victoria a King Kong. En realidad, no existen dos finales del mismo film, tanto en el montaje japonés como en el americano el final es el mismo y acaba perdiendo... lo tendréis que descubrir vosotros mismos.

La batalla del siglo
La insulsa versión americana del film
No molestéis a King Kong
Los americanos, como de costumbre, hicieron su propia versión del film introduciendo veinte minutos de escenas con actores totalmente inexpresivos y acartonados en decorados patéticos y recitando diálogos ridículos dónde únicamente narran lo que está pasando. Se recortó metraje japonés, lo que hizo que se perdiera el rápido ritmo que le había imprimido Honda al original.
Impagable cuando el actor americano describe a Godzilla con un libro infantil de dinosaurios. Desgraciadamente ésta es la versión que se estrenó en todos lados. La versión original japonesa es difícil de encontrar por internet e imposible de encontrar en dvd fuera de Japón pero vale la pena visionarla.
King Kong contra Godzilla fue un éxito sin precedentes en Japón y la entrega más taquillera de la serie Godzilla, consiguiendo llevar al cine a más de 11 millones de espectadores. Se reestrenó en 1970 y 1977 consiguiendo un mayor éxito si cabe con 13 millones de espectadores, además de su gran éxito internacional siendo uno de los films japoneses más populares de todos los tiempos. Por si fuera poco junto a Titanic es uno de los VHS más alquilados de la historia.
En resumen, una entrega divertida, que no se toma en serio a sí misma y que vale la pena ver sólo por lo mítico de la propuesta, pero no es un film tan cuidado como la primera entrega de la saga. Las hay mucho mejores en la serie Godzilla. A partir de este momento la saga se convertiría en un espectáculo de lucha entre monstruos a cada cuál más surrealista y el personaje de King Kong no se retomaría hasta 1967 con la genial King Kong se escapa.  





3 comentarios:

  1. Enfrentamiento mítico éste. En condiciones normales, el saurio se comería al simio en 5 minutos, pero claro....jajajaja

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    1. Mira Adrián lo que he encontrado surfeando x ahí....interesante análisis de ambas ediciones del film,
      http://www.movie-censorship.com/report.php?ID=404045

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    2. Muy interesante e increíblemente detallado

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