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martes, 29 de octubre de 2013

SITGES 2013 DÍA 6 : DE SHAKESPEARE AL ESPACIO EN UN DÍA ACCIDENTADO

10:45 La mañana del miércoles 16 no fue precisamente como la imaginábamos, para qué engañaros. Ya en plena cola previa a nuestra sesión, asistimos al enojo del crítico Àlex Gorina, que justo salía del visionado de "The Congress". Según nos dijo, la proyección acusó ciertos "problemillas de sistema" y eso originó un pequeño retraso que, obviamente, nos afectaba.
Más tarde que pronto, entramos a ver nuestro film "mañanero", que no era otro que la nueva cinta del madrileño Gonzalo López-Gallego,"Open Grave" (literalmente, tumba abierta). La cosa prometía.
La premisa era lo suficientemente intrigante como para despegarnos las pestañas : un hombre amnésico despierta en una gran fosa repleta de cadáveres putrefactos; al parecer, todos víctimas de algún tipo de enfermedad infecciosa.
Gracias al preciso socorro de una chica (exótica y muda pero no sorda, para darle emoción al asunto) consigue salir del hediento agujero. En medio de un gran bosque, confuso y visiblemente nervioso, nuestro "muerto viviente" vislumbra una cabaña.
Allí se encontrará con un grupo de personas en casi idéntica situación. La amnesia generalizada les impedirá recordar qué sucedió allí exactamente, y quién es el responsable de tamaña atrocidad humana.
Tan sólo el tiempo y alguna que otra pista ocasional (algunas, demasiado casuales) nos irán desvelando la horrible verdad de lo que allí aconteció.....o no.



De alguna manera inmersos en el film, sufrimos en nuestras carnes un nuevo parón de la proyección, pero esta vez por partida doble. Pausas de varios minutos debido a la "caída del sistema", nos obligaron a esperar mientras devolvían la imagen a la pantalla (¡qué razón tenía Gorina, una vez más!). Minutos en los que nos sentíamos igual de confusos que los personajes del film, pues nadie sabía exactamente qué pasaría con la película ni si la podríamos acabar de ver (más de 35 minutos de retraso sonaba a demasiado).
Para asombro de todos, el film se reanudó desde un punto demasiado adelantado (propiciando abucheos), luego "rebobinado" (más abucheos) y más tarde iniciado desde un punto "ya visto", que por lo menos, estaba estable (aplausos por fin).
Pero eso no es todo amigos. A 5 minutos del final, el maldito sistema volvió a jugárnosla, y esta vez para dejarnos definitivamente fuera de juego.
Sin posibilidad de ver el final ni sin mayor dilación, nos mostraron amablemente la puerta de salida, pues la cosa iba para largo. "Mala", la película argentina programada para las 12:45h, fue anulada, y durante todo el día no cesó el murmullo de insatisfacción por la "calidad" de las proyecciones (aunque a veces, no seamos del todo justos con la dificultad que entrañan 24h de cine non-stop durante 9 días).
Obviamente, la valoración del film se vio perjudicada por las circunstancias que la rodearon, pero (aún sin terminarla, y sin que sirva de precedente en este blog, ya que SIEMPRE las visualizamos de cabo a rabo) podemos decir que el nuevo film del director de "Apollo 18" funciona con relativa solvencia, dejando momentos de buena atmósfera, con diversidad de recursos técnicos (los distintos dispositivos de grabación le dan realismo) y un twist casi al final, a mi modo de ver, bastante inteligente.


Por contra, su premisa inicial arranca con tanta fuerza que se desmerece la trama siguiente, algunas incongruencias en su desarrollo le pesan en exceso (el comportamiento de algunos personajes, del ejército, etc) o la clara influencia de "The Walking Dead" en su concepción la acercan demasiado a ser casi como un capítulo piloto de una serie televisiva.
Una película en definitiva que asume ciertos riesgos de "deconstrucción" del género (un thriller amnésico cercano a lo caótico) que se desvirtúa por recurrir a los derroteros de siempre para resolver un enigma más convencional de lo esperado.


16:45 El auge del found footage ha tenido como consecuencia una sobrexplotación de sustos en primera persona y sobredosis de cámaras mareantes siguiendo a los protagonistas del film de turno. Sin embargo en otras ocasiones, su uso puede buscar la implicación casi intimista por parte del espectador con lo que está ocurriendo en la pantalla. De esta forma, el director ecuatoriano Sebastián Cordero, traslada los recursos del género al de la ciencia ficción para contarnos a través del circuito de cámaras de la nave Europa One, las vivencias de la primera nave tripulada en su viaje hasta una de las lunas de Júpiter, para descubrir si bajo el hielo de su superficie puede haber vida.
Como si de un documental de la NASA se tratara, hay unos primeros minutos introductorios donde se narra la preparación de la expedición y como a lo largo de los primeros 6 meses de viaje, todo el mundo pudo ser testigo del día a día de la expedición. Hasta el momento en que las comunicaciones se cortaron por culpa de la radiación solar, dejando una incógnita acerca del destino corrido por parte de la Europa One. Solo mucho tiempo después, el Control de la misión tuvo acceso a las miles de horas grabadas a bordo en su largo periplo hasta Júpiter. La reciente desclasificación del material, permite poder conocer por fin lo acontecido en la misión, y ya tenemos película...

La tripulación del Europa One...
Acercándose poco a poco a la luna Europa en órbita a Júpiter...
Casi como si de un Gran Hermano se tratara, el conjunto de cámaras diseminadas por toda la nave nos permitirá ser unos espectadores de lujo en todo momento para seguir las experiencias, dificultades y reflexiones realizadas por la tripulación. Con un corte totalmente científico, olvidémonos pues de pseudo-ciencia plagada de situaciones efectistas y diálogos para besugos, el film es capaz de trasladar hasta el espectador la vivencia tediosa de ser astronauta, llena de días repetitivos a bordo de una nave en un viaje de cerca de dos años hasta su destino. Es un enorme riesgo si nos paramos a pensarlo, el jugar únicamente con las cámaras de la nave y mostrar muchos minutos de su "aburrida" vida, logrando a pesar de ello generar una tensión e interés en el espectador, cuando lo más fácil era jugar a lo de siempre y apostar sobre seguro. Si lo comparamos con la propuesta de Alfonso Cuarón en Gravity (sin duda una de las mejores experiencias cinematográficas que he experimentado gracias a su 3D y la gran sensación que transmiten sus imágenes espaciales), apreciamos la gran diferencia entre ambos proyectos. Gravity con una historia bien sencilla que no pasa más allá de ser una aventura de supervivencia y superación pero que brilla al estar apoyada por su grandiosidad visual. Sin embargo, la propuesta para esta tarde de Festival busca llegar más por el contenido que por la vistosidad de sus imágenes, resultando un interesante contrapunto, con un presupuesto mucho menor aquí.

En el interior de la nave...
Y saliendo fuera para hacer reparaciones...
El interés que despierta a todo aquel con espíritu científico, el entrar en detalle de como se genera la gravedad artificial en la nave, los problemas para el cuerpo el estar sometido siempre a gravedad cero, el largo proceso para entrar y salir de la nave, los procedimientos científicos para la exploración de la luna y un largo etc. Asimismo, plantea una de las preguntas que la humanidad se ha hecho siempre: ¿Estamos solos? ¿Hay vida más allá de la Tierra? Una pregunta que llevará al desarrollo de este ambicioso proyecto para enfrentarse a lo desconocido y satisfacer uno de los grandes rasgos del ser humano: su curiosidad.
Como punto menos conseguido podría comentar que el interés de la situación y la tensión generada, supera en mucho nuestro interés por los personajes, con quienes no acabamos de empatizar más allá de lo necesario, pero la intención de la película no era profundizar demasiado en ellos, sino en el grupo y la misión.
Ha llegado el momento de la verdad, ¿están solos o no?
El film guarda ciertos paralelismos con Apolo 18 (2011), si bien aquel era más efectista y se adentraba en el género del terror. Como en aquel, se puede decir que la resolución final podría ser algo mejorable, pues sin ser en absoluto mala y siendo consecuente con lo visto hasta entonces, no llega a estar al mismo nivel que el resto de metraje. Con todo, la sensación final que dejan sus interesantes imágenes son de veracidad científica y los aplausos en la sala corroboraron que en general el público había entrado al juego propuesto y valiente de Europa Report.

18:45 Todo un misterio fue ponerse delante del film a cargo del desconocido neoyorquino E.L.Katz, que presentaba su ópera prima "Cheap Thrills" en l'Auditori del Festival. El simple hecho de contar con un elenco actoral de primer orden (o casi),  permitía al jovencísimo cineasta cierto margen de expectación, por lo que la sala lucía muy bien de público.
Pat Healy y Sara Paxton (ambos vistos en The Innkeepers), Ethan Embry (actor de contorno todoterreno de series como House o Anatomía de Grey) o incluso el risueño David Koechner (miembro de la genial troupe de Will Ferrell) son algunos de los rostros "familiares" con los que se presentaba el film, además de augurar momentos muy negros, vista su escueta sinopsis y los pocos comentarios que la precedían.
Nadie se esperaba que esta comedia de inicio agridulce que se transforma en un discurso mordaz sobre los límites y el poder del dinero, se convertiría en la película más entretenida y sorprendente de la semana, a la altura de lo nuevo de Edgar Wright o de Jim Jarmusch.
El film de Katz nos plantea una mirada sobre la gris figura del endeudado Craig (Healy), padre de un niño de meses, amenazado de desahucio y despedido del taller donde trabajaba. El pobre hombre, antes de comunicarle a su mujer la horrible noticia de su reciente desempleo, decide pasar por un bar a ahogar algunas penas.
Tras coincidir con Vince, un antiguo compañero de barrio con similares problemas económicos, se les presentará una extraña pero jugosa oportunidad para ganar dinero fácil esa noche.
Un extravagante millonario y su joven y caprichosa novia, incitarán a nuestra pareja de perdedores a realizar pequeñas pruebas sin demasiada importancia (provocar a la camarera, darle un cachete, etc...) que como resultado, les llenará los bolsillos de billetes.

Craig, el multimillonario Colin y el inestable Vince, comenzando la extraña y demencial noche de juerga
Inevitablemente, ante ese irresistible juego, los dos amigos continuarán acumulando tareas y más tareas, dejándose arrastrar hasta límites inhumanos que jamás hubiesen pensado en traspasar con tal de amontonar fortuna. Una noche de juerga sin reglas ni ética alguna, donde el dinero y su imperante necesidad les hace cometer las mayores locuras que os podáis imaginar.
Si bien la película representa el idóneo arquetipo para Sitges, creo que consigue desmarcarse de cualquier etiqueta  gracias a estos 4 sólidos pilares.
1) Un guión indudablemente ingenioso, con un ritmo narrativo tremendamente ameno.
2) Unas interpretaciones más que correctas, con 4 personalidades bien distintas entre sí y bien ejecutadas.
3) Su lectura tan actual de la sociedad (la crisis económica y sus gravísimas consecuencias).
4) Una dosis muy equilibrada entre comedia, dramatismo, terror y gore, dando al público su dosis de sangre esperada pero con un estimulante contenido crítico y social.
De madrugada, las cosas se van de madre...
¿Cortar una hemorragia con el calor de una plancha?....aquí todo es posible.
Escenas como la peculiar apuesta sexual (geniales los 4), el valor del meñique (el murmullo en la sala era palpable), la "hazaña" en casa del vecino o el giro de la caja fuerte (para mí, fundamental en la trama), son un enorme acierto en un film que, sin duda, huele a verdadero culto.
El simple hecho de que sus pretensiones sean un poco más el "divertir" que el "profundizar" en su discurso a una audiencia entregada, la sepultarán a un inmerecido puesto en el reducido mercado de género, donde seguro hará buenos números pero no logrará la resonancia adecuada.


Desde nuestro modesto espacio blogero queremos defender y ensalzar esta estupenda película titulada "Cheap Thrills", y no solo por su calidad y aciertos múltiples, sino por hacernos pasar el mejor rato dentro de una sala de cine en todo el Festival. Un verdadero placer experimentar esa noche de locura junto a Craig.


21:00 En el cine Prado y dentro de la sección seven chances (la cual ha cumplido veinte años en esta edición), nos dispusimos a ver una película alejada del cine de género terrorífico o fantástico que predomina en el festival. Se trataba del nuevo film de Joss Whedon, "Much ado about nothing", una nueva adaptación de la obra de Shakespeare del mismo título en clave de comedia y adaptada a los nuevos tiempos.
El film fue grabado en blanco y negro por Whedon en un descanso de la inmensa producción de "Los vengadores" en poco más de diez días, en la propia casa del director y entre amigos. Para los que han seguido la carrera televisiva de Whedon (Buffy cazavampiros, Ángel, Dollhouse…) es todo un placer encontrarse de nuevo con ciertas caras conocidas y muy queridas por los fans como Alexis Denisof, Amy Acker o Nathan Fillion.
En los primeros minutos del film te encuentras con que no se ha adaptado el texto de Shakespeare a los nuevos tiempos sino que se ha cogido -literalmente- el mismo texto original.
Si te recuperas de este shock inicial, entrarás en el jugoso juego que propone la cinta.


En ella se plantean diversos conceptos: esta forma clásica de relatar historias de amor, ¿siguen siendo válidas en estos tiempos? ¿Qué se ha perdido y qué se ha ganado?; esta dualidad entre diálogo e imagen que provoca algunos gags memorables como la de incluir teléfonos móviles en una trama del siglo XVI. Los actores son correctos pero brillan especialmente la pareja protagonista, Amy Acker y Alexis Denisof, la primera simplemente borda un papel muy difícil al igual que el segundo, que además nos brinda varias secuencias de humor físico que hicieron saltar las lágrimas (de risa) en la sala de cine, como el momento del extraño cortejo.


Resulta un film curioso y muy entretenido (aquí recibirá el título de "Mucho ruido y pocas nueces"), que irónicamente su peculiar punto fuerte, el diálogo, hace que sea también su mayor desventaja, ya que mucha gente sin duda le costará entrar en el juego que propone Whedon.
Por cierto, un fantástico blanco y negro.

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