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miércoles, 18 de abril de 2012

EL PROFESOR CHIFLADO (1963)

"El Profesor Chiflado" fue, sin duda, la comedia cumbre en la filmografía del astuto Jerry Lewis, y llegó a suscitar tantas críticas positivas como negativas, debido a su peculiar estilo cómico. De hecho, cultivaba un tipo de humor histriónico y rico en muecas que levantaba disparidad de reacciones en el público, ya que no dejaba a nadie indiferente. Hay quién las encuentra graciosísimas y se ríen hasta que les entra flato y hay quién no le ve la gracia al asunto este del exceso gestual.
Personalmente, estoy dividido entre ambas, pues ese mismo estilo me seduce en mayor medida viniendo de su más directo sucesor Jim Carrey (grandes momentos suyos en "In Living Color") que con el bueno de Lewis, que aún entendiendo sus capacidades, no acaban de tocarme la fibra simpática.
La doble personalidad de "El profesor chiflado" tiene una historia bastante curiosa, con fuentes de inspiración muy diferentes entre sí.
Cuentan que en un viaje de Lewis en tren, un individuo se le acercó y con voz titubeante y un tartamudeo gracioso le pidió un autógrafo, a lo que él amablemente accedió.
Jerry vio un estilo único en aquél hombre, que llevaba unas enormes gafas negras de pasta y un peinado de lengüetazo vacuno, acompañado de un habla inconfundible y sobre todo, muy peculiar. Se tomaron algo durante un buen rato, el suficiente como para que el talentoso Jerry Lewis absorviera gran parte de sus tics y los adecuara más tarde a su personaje de científico torpe y de conversación atropellada del "Nutty Professor", naciendo de esta manera, un icono cómico en la historia del cine.
Por contra, su alter ego el engreído Buddy Love, está inspirado en su querido y compañero Dean Martin, que siempre había lucido un porte de conquistador y mujeriego en sus films (Jerry Lewis y Dean Martin fueron pareja cómica durante casi 7 años (de 1949 a 1956), acumulando un total de 16 films en común). Pero volvamos sin más dilación al film que hoy traigo, porque la historia es la siguiente:
El profesor Julius Kelp (Lewis) imparte química en la Universidad de Arizona, no hace buenas migas ni con sus compañeros de profesión ni tampoco con su jefe, algunos alumnos le intimidan y para más inri, está enamorado de Stella, una estudiante de su clase.


Harto de que le consideren un debilucho, un pardillo y un bicho raro, se apunta a un gimnasio para mejorar su imagen y muscularse, pero descubre que no es una vía factible para un hombre de su condición y cambia de plan (escena ya mítica en la sala de pesas, foto de la izquierda).
Es entonces cuando hace uso de sus conocimientos sobre química avanzada para crear un brebaje que le permita ser diferente, lo que milagrosamente, acaba funcionando.
Cada vez que bebe su pócima, se convierte en Buddy Love (Buddy amor), un individuo engominado de indiscutible atractivo, talentoso y encantador, que sin embargo, demuestra una pedantería y arrogancia insufribles.
Ahora, nuestro profesor tratará de cortejar a su enamorada Stella gracias a su triunfador alter ego, pero algo no funciona como estaba previsto.

Buddy Love en plena seducción

El film está obviamente inspirado en la novela de Robert Louis Stevenson "Dr.Jekyll y Mr.Hyde", pero desde un punto de vista desenfadado y potencialmente cómico. Para la ocasión, Jerry Lewis escribió, dirigió y protagonizó este proyecto, tal vez el más personal de su carrera, ya que siempre se declaró un gran admirador de la novela original y deseaba hacer esta versión.
El film destaca por sus colores vivos, con un uso del technicolor muy adecuado y que le otorga una viveza muy interesante al conjunto técnico. También su destreza con la cámara denota profesionalidad y muestra un buen estilo narrativo, que sin duda son sus puntos fuertes, junto con la personalidad de su protagonista, y es ahí donde comienza el debate.


Debido a los excesos interpretativos del actor, como apuntaba antes, cierto sector del público puede que se canse rápido y lo considere forzado, patético e incluso agotador. En ese caso, la película será una tortura sin ton ni son que tan sólo ahuyentará más aún al espectador menos interesado.
Si por el contrario pertenecemos al bando que lo sabe disfrutar, nos encontraremos con un alarde inagotable de comicidad gestual de auténtico delirio, casi incomparable en el género del humor.
De todas formas, resulta difícil apreciar en todo su esplendor el peso cinéfilo que arrastra el film, debido a que la mayoría de chistes, bromas o secuencias, se podrían catalogar como ingenuas, o incluso infantiles.
Secuencias especialmente acertadas como la del gimnasio (esos brazos de dos metros), el flashback en la cuna (el mejor de largo) o el soberbio juego de voces de Buddy Love tocando el piano mientras desentona, son alicientes suficientes como para darle una oportunidad a esta película, pero deberías armaros de paciencia por si pertenecéis al primer grupo detractor de sus habilidades.
El tono paródico es incesante, su mordacidad ante el repudio social es inteligente y su propósito muy noble, pero termina por cansar y nuestra sensación puede ser de hastío al final, como en mi caso en particular.
Vista desde mi óptica, la película tiene encanto y armas que sustentan su merecida fama, pero no enamora en absoluto y tampoco se vuelve imperecedera, quizás más anecdótica que otra cosa, al no arrancarme risas apenas.
Su apropiada ingenuidad (los alumnos beben incluso leche en los guateques), y sus excelentes golpes técnicos son de aplauso, ya que en todo momento es prudente con las críticas y ni tan siquiera su marcado machismo paródico sobrepasa según qué límites, pero sus cursilerías argumentales (el bueno y tonto triunfa y sus valores prevalecen...) empañan un resultado final algo turbio.
Su versión en DVD es fabulosa, de principio a fin, con una remasterización espléndida y un audio sobresaliente, lo que sin duda, no se puede decir de tantas y tantas otras ediciones del mismo formato y fecha.
Así pues, estáis avisados si decidís entrar en el universo del profesor chiflado original en su conquista personal de la adorable y sexy señorita Purdy, y ni tan siquiera oláis los remakes de Eddie Murphy, totalmente prescindibles.

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