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miércoles, 2 de noviembre de 2011

SWORD OF THE BEAST (1965)

Yuuki Gennosuke (Mikijiro Hira), del clan Ensau Kakegawa, presenta junto a otros compañeros una petición de reforma de las reglas que rigen la manera de ascender dentro del clan, ante el consejero Kenmotsu Yamaoka. El objetivo no es otro que lograr un cambio que permita a los samuráis ascender mediante méritos que no impliquen el uso de la katana (única manera hasta entonces), pues la historia se desarrolla a mitad del siglo XIX, una época de paz que hacía imposible cualquier modificación de sus rangos.
La negativa por parte de Kenmotsu, hace que acabe por decidirse a formar parte de un complot para asesinarle, con la promesa por parte de los incitadores del mismo a realizar dichos cambios a posteriori de cumplir con su cometido. La triste realidad es que la motivación real de estos conspiradores para cometer este asesinato no es otra que lograr ocupar el puesto de consejero y beneficiarse de su nueva posición, dejando abandonado a su suerte a Gennosuke y al resto de sus compañeros después de darle muerte. Para evitar que le atrapen, se ve obligado a huir hacia su provincia natal, siendo perseguido sin descanso por parte de algunos de los mejores guerreros del clan junto a la hija de Kenmotsu y su marido Gundayu Katori, el sensei de Jetjutsu del clan.
Un guerrero honorable como Yuuki Gennosuke se ve obligado a dejar de lado su honor (él mismo lo define perfectamente con la frase: "Al diablo con el nombre y el honor, huiré y no pienso detenerme"), pues habiendo perdido el respeto de todos y su rango de samurái, se convierte en un ronin acosado día y noche como una bestia a la que se quiere dar caza. Durante su huida conoce a Yamane, un maestro samurái que hace que se dé cuenta que debe afrontar sus problemas honorablemente como el samurái que es.
La película la he encontrado particularmente interesante por intentar retratar una época del Japón medieval posterior a lo que estamos acostumbrados y unos problemas tan terrenales como los que podemos tener todos hoy en día, el querer mejorar nuestra posición social y nuestras condiciones de vida, sin importar tanto las formas rígidas e inamovibles de una época que estaba tocando a su fin. Asimismo la historia, de premisa básica, se nutre de dos tramas más, bien elegidas, que también implican un tipo de lucha de clases, con traiciones de por medio que le dan una mayor profundidad y complejidad argumental. Sword of the beast tiene ese ritmo pausado pero no exento de tensión de las cintas clásicas japonesas donde podemos disfrutar de largos planos abiertos que permiten apreciar en toda su magnitud las escenas de batalla que nos plantea y vivirlas con mucha intensidad, demostrando que no es imprescindible el uso de coreografías imposibles, planos confusos con movimientos rápidos de cámara, que en muchos casos no permiten apreciar nada y que los cánones de estilo actuales han implantado en la industria del cine.
La buena actuación de Mikijiro Hira para dar vida al joven Gennosuke, permite transmistirnos perfectamente la mezcla de sentimientos que vive, sus miedos y remordimientos, así como el leve sentimiento de esperanza que tiene para poder enderezar su futuro, siendo el más destacado del reparto. En fin, para todos aquellos que busquen algo más que lo que el cine actual nos ofrece, para ilustrarlo me he permitido rescatar una de las grandes frases que soltaba el genial Antonio Gasset cuando presentaba el programa Días de Cine: “Para ir al cine con esta cartelera hay que tener coeficiente intelectual negativo.”

1 comentario:

  1. Genial pelicula, lo unico que ahora no estoy seguro si es en esta o en sword of doom, en la que su único fallo es el hecho de que toda la trama no sea más que una mera coincidencia, pero vamos ambas pelis son muy muy entretenidas, interesantes y buenas

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