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viernes, 18 de noviembre de 2011

FIEBRE DEL SÁBADO NOCHE (1977)

Muy a mi pesar, se me suelen indigestar las películas musicales de fuerte acento moralista e interminables escenitas coreografiadas de turno. Por eso tiene más valor mi osadía de enfrentarme (de nuevo) a un clásico musical de los 70 como ha sido "Fiebre del Sábado noche".
Tony Manero (John Travolta), es un joven sin futuro que durante la semana trabaja en un establecimiento de Brooklyn sin demasiadas aspiraciones pero con la mirada fija en la ansiada noche del sábado, donde se reune con sus amigotes para presumir de percha y marcarse sus bailes en la discoteca Odisea 2001 como el indiscutible rey de la pista.
Presumido, machista y de fuerte raíz italo-americana, Tony perseguirá un solo objetivo : Ganar una competición de baile con una pareja que, a priori, no se dejará conquistar tan fácilmente como de costumbre.
Ella despertará en nuestro protagonista un espíritu de superación personal y le estimulará lo suficiente como para que persiga su sueño, ser el mejor en la pista de baile.
Con un Travolta entregado y una brillante banda sonora, el film se hace sorprendentemente entretenido, con temas muy pegadizos y momentos de inesperado contenido social, sexual e incluso religioso (ese hermano cura que cuelga los hábitos y se une a sus juergas durante un tiempo).
El personaje principal está muy bien perfilado en general. Un Tony Manero (en brasileño Maneiro significa "cool") con posters de Rocky y Al Pacino en su habitación, delgado y repeinado que viste con indumentaria setentera de lo más peculiar (los tacones me dejaron sin habla) y que su única obsesión es ser el más "guay" del lugar, aunque al mismo tiempo, se muestra inseguro e indeciso con su vida, yendo a la deriva. Travolta se pasaba 3 horas al día perfeccionando su baile y llegó a perder unos 9 kilos para poder encarnar al egocéntrico Tony, ganándose una nominación a los Oscars de la Academia por su interpretación. Al año siguiente, le ofrecerían el papel de su vida, el de Danny Zuko en Grease, un musical en clave casi paródica de los films de los 50 y 60 que le catapultó a la fama todavía más.
Lo más llamativo quizás de esta Saturday Night Fever es su conseguida historia de superación y descubrimiento personal (en ese aspecto me recordó bastante a Rocky), salpicada además con esa música tan pegadiza de los Bee Gees y por ese desenlace sexual tan descarado de su planteamiento. Escenas de sexo que no me esperaba (¿el comienzo de los archiconocidos bangbus?), y un latente contenido caliente en el baile y sus movimientos, hace que entienda sus problemas con la censura tanto en Estados Unidos como en España (aquí llegó un año después y cortada).



Su banda sonora pulverizó la lista de ventas de la época convirtiéndose en el álbum más vendido de la historia (20 millones de copias vendidas) durante los siguientes 6 años, hasta la llegada del Thriller de Michael Jackson, todavía vigente récord Guiness.
Este film desencadenó un fenómeno sociocultural a nivel internacional, con un estilo de vida en torno a la música disco (pantalones de campana, DJ's, DiscoBalls, etc..) que incluso sigue vigente en nuestros días, sobre todo en la cultura pop y que aún vemos influenciando nuevos estilos. Puedo confesar entonces que me ha resultado muy gratificante de recuperar, que los temas musicales jamás molestan y que deja para la historia secuencias de baile antológicas, como cuando Tony se marca unos meneos en solitario ante el expectante público asistente en la sala (foto de arriba).
Como nota menos entusiasta argumentaré que quizás la historia está levemente estirada, ya que en sus casi dos horas de cinta hay tiempo incluso para caer en la repetición y la monotonía fílmica.
De cualquier manera, representa sin duda alguna una pieza de auténtico estilismo contemporáneo y paradigma de la cultura americana más oscura de aquella época.
Un clásico de su género, un film repleto de vida y personalidad acompañado de una de las mejores bandas sonoras de todos los tiempos. Ahí es nada.



4 comentarios:

  1. Este film me gusto bastante, yo también pensaba que seria la típica película de actores bailarines que no saben bailar, pero a medida que va transcurriendo me fue sorprendiendo, sobretodo la tragica escena del puente.

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  2. Falta agregar que el papel de la mujer es el de la virgen o el de la puta, que la mujer no es respetada, por casi ninguno de los hombres, que incluso la protagonista perdona el intento de violación de Tony, que el permite la violación por dos de sus amigos en el coche dr atras y que despues de ello,le dice q ahora ya es una puta, ¿?, la pelicula es de la epoca de mi padre, pero tristemente el papel que adopta la mujer, es denigrante, y parece que es normal,aun hoy en dia. Lo mejor de la pelicula, la musica, sin duda, y la estetica Disco.

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    1. Pues seguramente tengas toda la razón Daniela, ese apartado decididamente machista en su plasmación del costumbrismo social convierte el film en algo de todo punto denigrante para la figura de la mujer. No obstante, no creo que busque ese complejo debate el film, sino más bien es culpa de la obvia torpeza masculina a la hora de abordar temas de esa índole.
      Te confieso igualmente, que no recuerdo haber pensado en eso al verla, y me preocupa, pues lo dí por algo de lo más normal, dentro de un mundo de pimps, discos y cultura Macho-man (y que en realidad escondía el submundo gay).
      Gracias por abrir esta brecha, ahora la veré con una mirada bien diferente.

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  3. Un día me puse a verla, cansado de mis propios prejuicio y me sorprendió la madurez que plantea. Tiene todo eso en el comentario y más, sostenido por un guión sólido. Es una buena manera de hacer reclamos sociales y a la vez subirse a un carro de moda para que el mensaje llegue a más gente. Podría ser una película en sí misma sin las escenas de discoteca ni de baile. Es muy recomendable e incluso me atrevo a opinar: se critica hacia todo eso de ponerse a la moda para ser el más interesante de cuadra, sin tener en cuenta que se es uno más del montón.

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