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martes, 8 de noviembre de 2011

THE CALL OF CTHULHU (2005)

Howard Philips Lovecraft fue un escritor de principios del siglo XX que con sus relatos de terror consiguió renovar el género tanto por el uso de un estilo de narración muy personal  como por crear una mitología propia, alejándose de las típicas historias de terror de esos años basadas en figuras clásicas como vampiros, brujas, fantasmas y otros seres sobrenaturales estilo hombres lobo. Su inventiva lo llevó a desarrollar una temática tan pionera en sus relatos que incluían incluso viajes en el tiempo, la presencia de razas alienígenas o la existencia de realidades paralelas, siendo considerado como el creador de un nuevo tipo de terror: El terror cósmico.
Su extraña personalidad (merecería un capítulo a parte entrar a hablar de su persona), junto con algunas experiencias de su vida (como que tanto su padre como su madre acabaran en un psiquiátrico), moldearon su mente convirtiéndole ya de adulto en un pesimista cargado de fobias que vivió gran parte de su vida alejado de todo el mundo, encerrado en su apartamento donde para evadirse de la realidad se refugiaba en la escritura como medio de expresión dando rienda suelta a su desbordante imaginación y creando un universo particular que solo existía en su cabeza.
Nunca llegó a tener el suficiente reconocimiento en vida y no llegaría a saber la enorme influencia que su obra tendría años después e incluso hoy en día, donde muchos de sus relatos han sido adaptados a la gran pantalla, con títulos como Re-animator, Re-sonator, En la boca del miedo o Dagon, entre otros, y siendo una fuerte influencia para muchos e importantes escritores como el mismo Stephen King ha reconocido.
Ya empezando a entrar en la película que hoy os comento, decir que se basa en uno de los relatos cortos más conocidos de su autor, escrito en 1926 bajo el mismo título. No he leído ninguna de sus obras, no voy a engañaros, pero lo que siempre se ha dicho es que la gran mayoría de sus relatos que se han adaptado al cine no han llegado a captar la esencia de sus historias por la dificultad intrínseca de trasladar en imágenes los complicados textos de Lovecraft.
Sin embargo la Sociedad Histórica de H.P. Lovecraft, que para que nos entendamos todos, vendría a ser una asociación de fans del autor, se marcó como objetivo trasladar de la forma más fidedigna posible esta narración a la gran pantalla. Teniendo un presupuesto reducidísimo para llevarlo a cabo, tomaron una decisión muy inteligente con la que mataban varios pájaros de un tiro: queriendo ser lo más fieles al momento en que fue escrita (1926) se rodó como si hubiera sido filmada entonces, por lo que tenemos una película muda rodada en blanco y negro, con el uso de los intertítulos para insertar los textos del autor. Eso unido al uso de unos efectos especiales artesanales y el hecho de tratarse de un mediometraje (solo 50 minutos), permitieron disimular la falta de recursos, pero que a la vez logra darle un toque de autenticidad único que seguramente habría aprobado el mismo autor.

                                                                                                                                                      Se tuvo en cuenta todo lo relativo al cine de esos años, y para ello las imágenes están envejecidas incluyendo multitud de imperfecciones después de rodarlas, con rayas verticales o los típicos pelos que a veces se ven en las deterioradas copias de los films de cine mudo.
Asimismo los actores, todos ellos amateurs y entre los que aparecen el propio director y el productor del film, logran unas buenas interpretaciones adaptándose a la manera de actuar de esos años, y por lo tanto un tanto exageradas en algunos casos para expresar lo que no podía llegar al espectador mediante los breves intertítulos.
Entrando en la estética del film, es loable el uso de un look que rinde homenaje al expresionismo alemán tan en vigor en esos años (sobre todo en las escenas relativas a los sueños o en la ciudad de R'lyeh) creando una ambientación agobiante y onírica imprescindible para intentar reflejar un mundo extraño y alejado de la realidad conocida. Los efectos especiales son totalmente artesanales, pero efectivos, tanto maquetas, animaciones que incluyen el uso de la técnica del stop-motion, o el uso de planos con picados o contrapicados que junto a una música muy conseguida e inquietante, logran hacer creíble la ambientación fantástica del relato.
¿Pero de qué va todo esto? Pues para ser sincero, es complicado hacer una sinopsis lineal, pues la película utiliza varias historias situadas en distintos puntos del tiempo y a las que accedemos a lo largo de varios flashbacks, además unido todo esto a que gran parte de la historia comprende la explicación de sueños, pero vamos a intentarlo. La trama nos cuenta en primera persona la narración de un hombre acerca de la herencia que recibe por parte de su tío, el Profesor Agnell, experto arqueólogo. Revisando sus papeles, tropieza por casualidad con toda una serie de manuscritos, figuras, recortes de periódicos y cuadernos varios que para su sorpresa comprenden algo tan alejado del campo de estudio de su tío como son los sueños de un tal Henry Wilcon.
A partir de este momento, y a lo largo del resto del film, jugando con flashblacks a lo largo del tiempo, tendremos la oportunidad de conocer como se iniciaron estas investigaciones por parte de su tío, que a lo largo de tres semanas escuchó atentamente las sentidas explicaciones de los extrañísimos sueños de Wilcon, que noche tras noche le sumergían en un mundo desconocido e inquietante. Varios de los recortes recopilados por su tío y contenidos en las carpetas, le dan a conocer toda una serie de extraños sucesos que tuvieron lugar durante la misma época y que junto a unas notas acerca de un relato de un tal Inspector Legrase ocurridos 17 años antes del caso Wilcon (aquí dentro hay otra subtrama con otro flashback pero que no voy a desvelar por su importancia), ponen de manifiesto la posible existencia de un culto que adora a un ser llamado Cthulhu. Poco a poco el ir relacionando hechos y atando cabos, le permiten de igual manera que le pasó a su tío, abrirle el conocimiento de una realidad difícil de aceptar y que a todos los que se han acercado a ella, ha acabado por conducirles a la desesperación y la locura.


Una película creada por fans con mucho cariño, respeto por la obra de Lovecraft y ganas de llegar a otros fans y a todos los amantes que se precien del cine fantástico con un relato que era muy difícil de plasmar en imágenes, pues la obra original se basaba en la lectura de supuestas cartas, recortes de periódicos y una complicada narrativa. Me costaría recomendarla a casi todos mis conocidos, porque sé que dificilmente la apreciarían en su justa medida, pero sí creo que merece la pena verla tanto por su notable estética, interesante estructura narrativa, un trepidante ritmo que ha hecho que se me pasara volando y sobre todo por una historia que no deja indiferente.



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