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jueves, 29 de septiembre de 2011

TYGRA, HIELO Y FUEGO (1983)

Quizás el nombre de Ralph Bakshi no os suene demasiado (para ser sincero, a mí tampoco), pero es el creador de un par de títulos que merecen al menos que nos detengamos a comentarlos. Muchos años antes de que Peter Jackson lograse lo que a priori parecía imposible, adaptar de una forma bastante fidedigna la obra maestra de J.R.R. Tolkien: Lord of the Rings; Bakshi se armó de valor para intentar recrear el universo de la Tierra Media mediante la animación, pues estaba claro que a finales de los 70 la tecnología disponible no permitía una buena recreación de ese universo mediante una producción convencional con actores. Hoy en día ese intento fallido (pues solo se realizó una parte que comprendía el libro de "La Comunidad del anillo" y la primera mitad de "Las dos Torres") puede parecer desfasado y poco atractivo para las nuevas generaciones, pero si retrocedemos en el tiempo y nos situamos en el año 1978, quizás podamos valorar con más justicia ese esfuerzo. Se hizo uso de una técnica llamada Rotoscopia, en la que inicialmente se rodaban a actores reales realizando los movimientos, para luego pasarlo a los animadores para que dibujasen sobre los fotogramas, logrando de esta manera una animación muy fluida y realista (hoy en día su equivalente sería la captura de movimientos que han permitido ver en pantalla a Gollum entre otros).
Cinco años más tarde usaría la misma técnica para la que quizás es su mejor aporte y que es la obra que comentamos hoy, consiguiendo que los resultados a nivel de animación sean más que notables, dotando las escenas de mucha fuerza, realismo y de un dinamismo del todo encomiable a pesar de los casi 30 años que han pasado desde su creación.
                              Ralph Bakshi se asoció para sacar adelante este proyecto con todo un icono en el mundo de la ilustración fantástica como es Frank Frazetta (responsable de la animación aquí), suyas son las inconfundibles portadas creadas para multitud de cómics de Conan, rebosantes de energía y de una calidad altísima que todo aquel que los haya leído, identificaría sin ningún problema. No es de extrañar que el diseño de personajes, los fondos e incluso la misma historia de Tygra, nos pueda recordar perfectamente a una de las aventuras de La espada Salvaje de Conan, podría haberlo sido sin ningún problema. Para reforzar aún más en esta idea, deciros que en el guión trabajó Roy Thomas, responsable de varias historias creadas también para algunos cómics del Cimmerio más famoso de todos los tiempos.
Pasando ya a comentaros un poco el film, la historia nos sitúa en un mundo que está viviendo el final de una larga glaciación, por un lado está el Imperio de los Hielos, regido por la reina Juliana y su hijo Nekron, un tirano dotado de poderes mágicos y que busca extender sus dominios a la totalidad del planeta cubriendo todas las tierras bajo enormes glaciales que lanza contra sus enemigos, apoyado por sus huestes de subhumanos que se dedican a masacrar a todos los supervivientes. Los pueblos libres del sur no pueden detener su avance y huyen hasta las cálidas tierras dominadas por el rey Jarold, que resiste sus ataques desde la fortaleza llamada Guardián del Fuego.
Es Juliana quien decide mover ficha para desestabilizar la balanza, enviando a algunos de sus subhumanos a secuestrar a Tygra, la voluptuosa hija del rey, para así poder coaccionarle y obtener su rendición. Sin embargo éste se resiste a hacerlo y manda a algunos de sus hombres para rescatarla antes de que llegue a los dominios del hielo y perderla irremediablemente. Habrá otros que también se unan al reto de hacer frente a este despiadado enemigo, por un lado el joven Larn, único superviviente de su pueblo tras uno de los ataques de Nekron y que busca venganza, y por otro un misterioso guerrero armado con un hacha llamado Lobo Oscuro.




                                                                                                                   La película si destaca por algo no es por la originalidad de su guión, pues en este apartado nos encontramos con un punto de partida de lo más tópico (dos bandos enfrentados y uno de ellos con un malo que quiere conquistar el mundo, si Sauron quería dominar el mundo y cubrir el mundo con su oscuridad, aquí lo mismo pero con el hielo) y personajes muy estereotipados sin desarrollar sus personalidades, por lo que sabremos poco de ellos, Nekron es malo hasta la médula de los huesos, pero habría sido de agradecer profundizar en él y mostrarnos sus motivaciones reales o conocer más del carísmático Lobo Oscuro. Sin embargo este hecho no impide que el resultado sea una historia tremendamente entretenida, que en algunos momentos puede llegar a hipnotizarnos con una animación muy fluida y una acción que no concede un respiro (la escena de la persecuión en el árbol es genial, por nombrar una) y que se disfruta desde el principio hasta el final gustosamente.
                               Es de agradecer poder ver una cinta de animación dirigida sobretodo al público adulto, pues si bien disfruto como un niño de los aportes de Pixar, Disney o Dreamworks, resulta dificilísimo tener la oportunidad de ver una propuesta cargada de violencia, sangre y un cierto erotismo gracias a las generosísimas curvas de la princesa Tygra y de la ropa interior talla XS con que Frazetta decidió "vestirla".
Todos los que de pequeños viéramos la serie animada de He-Man tendremos la sensación de que el rubio Larn tiene algo que recuerda al poderoso guerrero del castillo de Grayskull, y por supuesto, la estética y la contundente manera de luchar de Lobo Oscuro no deja dudas de que vendría a ser un Conan enmascarado.
Algunas de las fotos que he puesto destacan por sus fondos (sobretodo la del beso con el castillo de fondo) y en otros casos la imagen no llega a hacer justicia a lo que vemos en pantalla, pues el gran atractivo aquí es el movimiento y una captura quizás no llegue a trasnmitirnos la belleza de algunas de las imágenes. Como curiosidad he incluído un par de imágenes del rodaje con actores que se realizó previamente para luego poder realizar la animación, para la primera de ellas también hay una captura de un fotograma de la misma escena, pero en la que se aprecia la buena labor y efecto creado con los fondos. Resulta curioso ver a los actores llevando las vestimentas y ver que el parecido físico en el caso de Larn no es nada despreciable.
Otro punto que me gustaría destacar es la música a lo largo de toda la película, una banda sonora que potencia las imágenes, en especial en las escenas de batalla y de acción.
Con todo no me queda otra que recomendaros ver Tygra, una película un poco olvidada e infravalorada y que es merecedora de ocupar un puesto de honor para todo aquel amante de las historias de capa y espada, no la dejéis pasar. Cuando se estrenó no tuvo un gran éxito de taquilla y las críticas tampoco le fueron favorables, pero con el paso de los años ha sido muy apreciada por los fans de Frazetta y del cine de aventuras, y en el año 2003 fue incluída entre las 100 mejores películas de animación de todos los tiempos, por lo que algo tiene, os lo aseguro. Un clásico para mí.


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