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miércoles, 7 de septiembre de 2011

LOS CAZAFANTASMAS (1984)

Hay ciertas comedias que parecen incombustibles, que son inmunes al paso del tiempo y que logran consagrarse a cada año que pasa. Es el caso de esta "Cazafantasmas" de Ivan Reitman, una película familiar pero desternillante, comercial pero inteligente, un caso extraordinario que sorprendió a todo el mundo y provocó un notable delirio en el mundo del merchandising, revolucionando el concepto de promoción audiovisual (el coche de los cazafantasmas se paseó por todo Manhattan conducido por Dan Aykroyd)
De entrada, vamos a ver de qué iba la historia:
A tres científicos expertos en parapsicología no se les concede la beca de investigación que necesitaban en la Universidad y deciden fundar una empresa denominada "Cazafantasmas" para tratar de limpiar la ciudad de Nueva York de entes ectoplasmáticos.
Sorprendentemente lo que parecía un fraude para salir adelante con sus investigaciones se convierte en una realidad que provoca el temor en la ciudad, proclamándose casi sin querer en los salvadores de la humanidad. Los tres científicos son el Dr. Egon Spengler (Harold Ramis, guionista del film), Dr. Raymond Stantz (Dan Aykroyd, co-guionista también) y el Dr. Peter Venkman (un Bill Murray en verdadero estado de gracia), secundados por dos actores inconfundibles y antágonicos como son Sigourney Weaver (dando vida a la víctima Dana) y un Rick Moranis que borda ese papel de nerd enamorado de su vecina. El reparto no se resiente de la perezosa interpretación de Ramis o del pasmarotismo de Aykroyd debido a las geniales encarnaciones del trío Murray-Weaver-Moranis, lo mejor del film en mi opinión.
La primera secuencia es, a día de hoy, ya mítica. Esa bibliotecaria que descubre al fantasma mientras ordena los libros y entra en pánico es memorable, y el posterior encontronazo de los científicos con el ectoplasma (sobre todo con Murray) es antológica. Sin duda, contiene cierta dosis de terror suavizado suficiente para poner algunos pelos de punta, pero el cometido es buscar la comicidad en un contexto diferente, jugando con las apariciones fantasmales.
A su favor diré que son impagables los desvaríos de Bill Murray, que gracias a cierta flexibilidad en sus improvisaciones, logra unos momentos delirantes, de los mejores de su carrera. Las escenas que comparte con la Weaver son muy divertidas, y notamos las dificultades de la actriz para no troncharse con las gesticulaciones y cambios de ritmo del actor, sin duda, para volver loco a cualquiera que intente contenerse.
Cuenta además con una trama sencilla pero muy entrañable y simpática, capaz de mantenernos enganchados y claramente salpicada de inteligencia argumental.
El enemigo es adecuado, los efectos especiales son comprensibles y no desmerecen, pero han envejecido peor de lo que recordaba (el perro corriendo por las calles es un efecto tan malo que lo hubiera suprimido). Las sub-tramas tienen contenido, tanto el personaje de Moranis (con libertad para su improvisación también), como la del odioso inspector de salubridad Walter Peck, con sus denuncias continuas al negocio de cazar fantasmas. La secuencia final cuenta con un presupuesto importante para la época, y la recreación del muñeco promocional de malvaviscos americana (no es el de Michelin como muchos lo llaman) Stay-Puft Marshmallow ya está grabada con fuego en nuestras retinas, y de ahí nadie las borrará. Conseguir eso en el cine tiene mérito, y mucho. El Hit "Ghostbusters" que Ray Parker Jr. compuso para el film ayudó muchísimo a potenciar el enorme éxito que ya cosechaba, siendo una sintonía muy pegadiza y galardonada con el premio BAFTA de 1985 a mejor canción original además de estar nominada al Oscar. En definitiva, una comedia que no sólo fue la más taquillera de su año, sino que puede sentirse orgullosa de ser un clásico de los 80 con todos los honores. Hubo una secuela un lustro después que contó con el mismo reparto pero que obtuvo críticas más destructivas.
Mi memoria la recuerda divertida pero no mítica, intentaré recuperarla en breve para salir de dudas.
La noticia vino este año al anunciarse la tercera entrega para el 2012, con todo el reparto confirmado excepto el canadiense Rick Moranis, tal vez ocupado poniendo voces a videojuegos. Como anécdota diré que Ron Jeremy, el conocido actor de cine x, hace un minúsculo cameo en el film que más tarde exprimió para la versión pornográfica del mismo, titulada "This ain't Ghostbusters XXX" , donde él se reservaba el papel de bibliotecario.


6 comentarios:

  1. Una película mítica de los 80 que contiene bastantes escenas que el tiempo no ha borrado de mi memoria: la inicial de la bibliotecaria, el comentario de Murray "me ha moqueado", los gags del guardían del apuerta, los experimentos con Moranis, sus gags con la vecina, cuando la lían en el salón del hotel, esa música y un largo etc... es de esas comedias que uno vería en casi cualquier momento y lograría volverte a divertir, de Murray solo me pasa con "Los cazafantasmas" y la insuperable "Atrapado en el tiempo". Me ha sorprendido tu nota, y como ya hizo un visitante con una de mis entradas pero sin ninguna argumentación, te pregunto: ¿Sólo un 6,8? Sinceramente creo que merece superar el 7, pues actualmente podrás decir que los efectos han quedado algo desfasados, cosa lógica tras más de 25 años, pero tiene un ritmo y un humor imperecedero, y unos personajes logrados y perfectamente compenetrados y complementarios. Un 7,5 para mí. Esos sí, la segunda era muy, muy flojita... esa no llegaría al 6 por lo que recuerdo de ella.

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  2. Pues después de volver a verla y sin dejarme influenciar por mi goloso recuerdo, te diré que merece esa nota. Jugó muy bien sus cartas y tuvo un éxito comercial atronador, pero si la vuelves a visionar, tal vez te deje un sabor a desmitificación, por muy bien que crees recordarla. Me hace gracia Aguilar, que la considera una comedia muy mediocre y con un humor subnormal...jejejeje....

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  3. La vi hará un año o dos y me siguió pareciendo muy buena a pesar de que ha envejecido. Si hasta la secretaria era muy divertida cuando no les llamaba ni Cristo. Hay comedias más flojas y mucho menos perdurables en la memoria que está muchísimo más sobrevaloradas y puntuadas en exceso. Me lo creo todo de Aguilar, coincido con él en algunas ocasiones, mientras que en otras no puedo, pues en este caso es una película que marcó mi niñez y que tiene un sabor muy especial para mí.

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  4. Estoy en total desacuerdo cuando dices que no es mítica, y también que la puntuacion sea de solo 0,3 mas respecto a Manolito gafotas.

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  5. Hablamos que la "segunda" parte no es mítica, o al menos no la considero así. La primera por supuestísimo que lo es....
    En esta comedia americana, el envoltorio fue puro marketing, y nos la clavaron con fuego en el interior de nuestras memorias, en cambio, Manolito Gafotas tiene peor "mano de cartas" en su contra y consigue un resultado sorprendente e inteligente. Es un buen debate lo de la puntuación, pero creo que ni una es tan maraviullosa ni la otra tan desmerecedora, así que...

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  6. creo que es una de las películas más importantes de los 80.Una gran película que se convirtió en todo un fenómeno mediático, también por el éxito de la canción de Ray Parker Jr y por ese logo tan logrado que se podía encontrar por todos lados. Los actores están geniales y contiene infinidad de escenas y gags simpáticos que puedo rememorar una y otra vez. Mi nota sería más alta seguro. Vi las dos partes hace poco y me gustaron igual (ya sabemos que los efectos no envejecen bien y todo eso..). Pero es una comedia muy agradable. La segunda no brilla igual, pero la química entre los personajes continúa existiendo.

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