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sábado, 25 de junio de 2011

PÁNICO (HUSH) (2009)

Pasó sin pena ni gloria por nuestro festival de Cine de Terror de Molins de Rei 2010, (que por cierto este año se prolonga a una semana en vez de a cuatro míseros días), esta cinta británica nos lleva a través del viaje nocturno por autopista de una pareja joven que con sus problemas nos descubren los miedos y frustaciones mutuas. Pero todo cambia cuando topan con un misterioso camión que les perturbará el recorrido por completo.
Zakes (un espléndido actor inglés llamado William Ash) será testigo del horror que se vive detrás de la cabina de ese camión, nada más y nada menos que tráfico de mujeres viajando encerradas en jaulas. Repleto de dudas, decide entrometerse en el asunto pero no consigue más que empeorar la situación, y en una distracción dentro del área de servicio pierde de vista a su novia Beth, que ha sido salvajemente golpeada y secuestrada.
Ahí comienza la búsqueda por encontrar al tenebroso tráiler, desenmascarar al cruel conductor y salir airoso del problema, misión nada fácil para un pega carteles de áreas de servicio como Zakes.
Hay un uso desmesurado de la cámara en movimiento en este film, causando un molesto visionado al comienzo pero solventado por el ineludible interés argumental y una actuación principal (básicamente actúa él sólo) de lo más acertada. Siendo una película menor, sabe sacar partido de sus armas y tener un acabado nada desdeñable, siendo incluso atrevida, oscura y algo tétrica.
Hush es una de tantas cintas de terror "direct-to-video" que logró ser proyectada en diferentes festivales alabada por la crítica europea, pero que no tuvo demasiada fuerza para cruzar el océano, y creo que puedo adivinar el por qué.
Crea un villano sin cara ni nombre que nos hace imaginar las crueldades que hace, aunque no nos enseña nada, y una pareja sin química (por culpa de ella) que al no funcionar, nos aleja del magnetismo pretendido en la película. Mala cosa pues, si tu film tiene apenas 5 personajes y bastante carretera de noche.
Una elección para un sábado noche que no consigue defraudar del todo pero que tiene la nula virtud de salir de nuestras memorias tras los títulos de crédito, que por cierto, son necesarios aguantar porque tienen sorpresa.
Tan sólo la aparición en escena de la "rescatada" Wendy y sus sanguinarias maneras, saca a relucir lo más escabroso de la cinta, que como ya debéis saber, a un servidor no le disgusta en absoluto.


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