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sábado, 30 de abril de 2011

EL CUERVO (LE CORBEAU) (1943)

"El cuervo" en nuestras tierras, no se debe confundir ni con las películas del mismo título de 1942 ni la de 1994 con el malogrado Brandon Lee. Aquí, nos situamos en un pequeño pueblo francés, aparentemente tranquilo, hasta que un día la gente empieza a recibir una serie de cartas que destapan los trapos sucios de sus conciudadanos. En algunos casos son escándalos que podrían arruinar la vida de más de unos de ellos si llegan a hacerse públicas, todas estas cartas van firmadas por "El cuervo", un misterioso individuo que amenaza con no detenerse hasta que se acabe con el Doctor Germain, a quien acusa de reiterados cargos.
Precisamente el Doctor Rémi Germain, un médico mal visto tanto por sus compañeros de profesión como por el resto de sus vecinos, pues a parte de tener muy mal carácter, hay rumores que practica abortos y tiene como amante a la mujer del jefe de psiquiatría del hospital, será el primero en recibir estas cartas y sobre quien se centrarán la mayor parte de las iras de este misterioso anónimo.
Pronto todos empezarán a ponerse muy nerviosos, desconfiando de todo el mundo y con el miedo en el cuerpo de ser el siguiente del que se desvelen sus secretos más íntimos. ¿Quién de todos ellos es "El cuervo"?¿Cómo detenerlo antes de que sea demasiado tarde? ¿Son verdades o calumnias infundadas lo que empieza a circular por todo el pueblo?
La historia está muy bien estructurada y vemos como el director sabe plantear perfectamente la ambigüedad e hipocresía del ser humano cuando tiene algo que esconder, pues hasta el más decente de ellos tiene algo que no quiere que se sepa y hará lo que sea necesario para mantenerlo en secreto. Veremos escenas en las que acusadores, se conviertan en acusados con la siguiente carta y como en algunos casos, hay un acuerdo tácito para callarse lo que saben uno de otro, geniales estos momentos. El desarrollo es desasosegante en algunos tramos, creando una atmósfera de tensión muy lograda, en el que el nerviosismo por la situación crece sin parar y la típica caza de brujas empieza a entreverse. Destacaría una escena en la que uno de los ciudadanos huye por las calles vacías del pueblo mientras vamos oyendo el murmullo de la gente que crece en su persecución, poniendo los pelos de punta. Hay diálogos muy bien hilvanados en los que se trata esta ambigüedad de moralidad, la delgada linea que separa el bien y el mal, que son lo mejor de la película.
El único pero es un final un tanto precipitado y que para mi gusto personal no está al mismo nivel que el resto de la historia, que ofrece unas premisas y un desarrollo más que notables, aún así una película a tener en cuenta. Un clásico que no se llegó a estrenar nunca en nuestro país, y es que hubo mucha polémica en esa época por los temas que tocaba (abortos, infidelidades, engaños) en los que ni políticos ni la iglesia se libraban del azote de "El cuervo", y la censura seguro que prohibió su difusión. Vale la pena descubrirla.

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