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viernes, 4 de noviembre de 2016

LOS MONSTRUOS DEL MAR (1966)

Tras Los monstruos invaden la tierra (1965), se decidió dar un cambio de timón dentro del equipo creativo de la saga, algo arriesgado, ya que suponía sustituir al gran Ishiro Honda (cansado del rumbo que estaba tomando su criatura), por otro director con otras perspectivas.
El elegido fue finalmente Jun Fukuda, un director que había abordado el género fantástico con una propuesta interesante sobre la teletransportación y los asesinos en serie como The secret of the Telegian (1960). Fukuda era un director que además se manejaba bien frente a bajos presupuestos, no daba problemas y entregaba los trabajos dentro de los márgenes directivos de la Toho, algo adecuado para estos momentos de la saga.
Jun Fukuda es un director bastante odiado entre los fans de Godzilla, ya que fue director de algunas de las peores y más infantiles entregas de la saga ofreciendo films muy pobres, terribles y totalmente "Ed Woodianos".
Antes de eso ofreció "Los monstruos del mar", una entretenidísima entrega del saurio radiactivo llena de vitalidad, optimismo y ritmo, que es una de mis favoritas de la saga clásica.
En el film, una misteriosa isla ha sido colonizada por una extraña organización terrorista de tintes comunistas llamada Red Bamboo, que ha esclavizado a la población indígena y que se dedica a la fabricación de bombas atómicas. En esta isla vive la langosta gigante Ebirah, que se encarga de devorar a todos aquellos que intentan escapar del lugar, hasta que un rayo despierta a Godzilla, dormido casualmente en el interior de una gruta de la isla.

Godzilla busca una langosta para la paella del domingo
¿El Profesor Serizawa? ¡No! El villano de turno
Mothra también se apunta a la fiesta realizando un cameo final
Un film que sorprende ya de primeras, ambientándola en un escenario totalmente nuevo alejado de las grandes urbes y metrópolis asoladas por la destrucción. El film tiene lugar en una isla paradisiaca perdida en medio del Pacífico, llena de criaturas monstruosas, lo que conecta aún más con clásicos como King Kong (1933); además, esta ambientación fue perfecta para abaratar costes y ahorrarse las enormes maquetas de Tokyo que debían ser destrozadas.
Los monstruos del mar fue originalmente un proyecto para una nueva entrega del King Kong japonés (el primer guión tenía por título Kingu Kongu tai Ebirah), pero fue descartada para incorporar en el último momento a Godzilla. De ahí varios detalles curiosos y simiescos de los que somos testigos en el film: Godzilla es devuelto a la vida por la electricidad (algo que conecta con King Kong contra Godzilla (1962) cuando el simio recoge energía de las tormentas), o cuando el saurio se queda embelesado con la nativa buenorra.
Haruo Nakajima antes de ahogarse
La película entra de lleno en los terrenos del cine de aventuras más juvenil, con un trío de adolescentes tardíos (presentados en el film en una psicotrónica competición de swing y rock and roll). Este tono más ligero lleno de playas paradisiacas, indígenas, ladrones con honor, villanos de medio pelo... acaba beneficiando a la película hacia un tono muy agradable de ver. Siguen las influencias americanas, esta vez de James Bond (que ya triunfaba en la época), con una organización llamada Red Bamboo (con reminiscencias del comunismo) y que es una Spectre de segunda.
Los efectos especiales, sin ser brillantes, consiguen buenos momentos en general, como esas apariciones de la pinza gigante de Ebirah entre los mares tormentosos y atrapando marineros. Los monstruos que aparecen en esta ocasión siguen un patrón más realista y lógico que anteriores criaturas; aquí aparece Ebirah, la langosta gigante, o un pajarraco desbocado; además vuelve Mothra en una escena final algo pobre técnicamente hablando.
En el apartado actoral volvemos a ver caras conocidas como Akira Takarada (4ª aparición en la saga), interpretando al anti héroe de la historia, o a Akihiko Hirata (también 4ª aparición en la saga), como gran villano, interpretando a una versión oscura y de serie B del profesor Serizawa del primer Godzilla (¡con parche incluido!).
No faltan los indígenas de saldo (actores japoneses pintados de marrón), donde destaca la atractiva Kumi Mizuno. Como desgraciada curiosidad, el héroe dentro del traje de Godzilla (y de infinidad de criaturas) Haruo Nakajima a punto estuvo de morir ahogado en las escenas acuáticas del film, ya que el tubo que le administraba oxígeno se separó del traje y no tenía manera de avisar al equipo de la película. Afortunadamente, todo quedó en un susto.


Los monstruos del mar es una muestra agradable y muy entretenida de la saga, que sorprende por su cambio de tono y acción y que obtuvo una decente respuesta del público, con 4,2 millones de espectadores. El film no se estrenó en cines de Estados Unidos y fue directa a televisión.
(Redactado por Adrián Roldán)

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