La historia presenta a Godzilla, quién debe luchar esta vez contra una criatura de lodo y polución llamada Hedorah, que representa la amenaza de la contaminación sobre el planeta.
Este film supone varios detalles a tener en cuenta. Es un regreso a los orígenes, presentando una trama más sencilla de monstruo vs monstruo, alejándose de las congregaciones agobiantes de monstruos. Hedorah es la nueva incorporación a la saga, un monstruo de diseño fascinante con varios estados: de renacuajo marino, a masa informe terrestre hasta una forma voladora parecida a un ovni contaminante.
Un Kaiju que bebe de corrientes más terroríficas y con el film The blob (1958) como mayor influencia. Es de agradecer que se le dé la importancia que merece a este nuevo monstruo, y se sienta como una verdadera amenaza global, algo que la saga no me había hecho sentir desde la aparición de Ghidorah, en 1964.
Godzilla ya más poderoso que Superman |
El niño protagonista tiene la colección de muñecos Kaiju al completo |
Hedorah es un peligro para la salud del planeta |
Hedorah es, ante todo, un film de denuncia ecológica, un tema muy candente en la época. Al fin y al cabo no han hecho más que sustituir la bomba atómica por la contaminación de las fábricas, y en ese sentido la película va muy directa. Los títulos de crédito son dantescos. James Bond ya había servido de influencia en la saga anteriormente y aquí vuelve a serlo en este peculiar inicio del film, con una canción que perfectamente podría servir para la saga del agente secreto, siendo cantada por una japonesa a la vez que vemos imágenes de basura, muñecos y demás porquería flotando por la bahía de Tokyo.
Además contiene pequeñas secuencias de animación donde se van explicando las fases de Hedorah y los peligros que ésta ocasionará, relatados por la instructiva voz del niño protagonista. Hedorah es un monstruo que se alimenta de la contaminación y crea aún más agentes tóxicos, por lo que presentar al final a Godzilla destripando a mansalva a Hedorah al son de una canción... Ni Greenpeace oye.
El film tiene las mayores masacres del cine Kaiju |
Y además escenas propias de un chute de LSD |
El pobre gato pasaba por allí... |
Lecciones de primaria con estos clips anime advirtiendo de los peligros de Hedorah y de la contaminación |
La batallita final se hace interminable. Godzilla acaba hasta tuerto |
¡¡¡Godzilla vuela!!! |
Como podéis ver, es un batiburrillo de demasiadas cosas que, por extraño que parezca, funciona por su locura y surrealismo.
El film funciona bastante bien en sus primeros 45 o 50 minutos, pero tiene la mala fortuna de presentar una batalla final de media hora que se hace interminable, por lo que resulta siendo muy descompensado todo el conjunto. Respecto a los efectos especiales, ya no resultan ninguna maravilla, pero presentan algunos momentos muy conseguidos, como todos los ataques de Hedorah en forma de masa devoradora.
Además de algunas imágenes de inusitada fuerza : Hedorah encaramada a las chimeneas de una fabrica y alimentándose del humo en plena noche, atacando al coche de la pareja de jóvenes o ése momento resultón del niño viendo a Godzilla en pleno viaje de una montaña rusa.
La banda sonora resulta estridente e incomprensible en un film de estas características, muy en la línea de la película, y además mezclada con canciones pop japonesas de la época.
Como rezaba el eslogan de Pesadilla final, la muerte de Freddy (1991)... Nos hemos dejado lo mejor para el final... ¡¡¡Godzilla vuela!!! ¿Os lo podéis creer?. El saurio se enrosca sobre sí mismo y mediante su aliento radiactivo se propulsa a través de las nubes para atrapar a Hedorah. Una habilidad que hasta el momento no había mostrado ni mostrará nunca más... Es una escena hilarante que ninguno se esperaba a esas alturas.
El film recibió pésimas críticas y la tildaron de haber arruinado la saga. 1,74 millones de espectadores la vieron, significando una mejora respecto a la anterior, aunque insuficiente.
Hedorah, la burbuja tóxica es una película alocada, impredecible y que parece abarcar demasiado. Pero se agradece un cambio de tono tan radical y tampoco era mala idea presentar a Godzilla como el mayor activista de Greenpeace. Es un film esquizofrénico y descompensado debido a su aburrida batalla final, pero es reivindicable y para nada el desastre que todos parecieron ver.
Y ahora varias curiosidades: Yoshimitsu Banno no volvió a dirigir más ningún film de la saga, pero estuvo batallando estos últimos años para poder realizar una versión de Godzilla para IMAX, aunque el proyecto nunca llegó a buen termino.
También quería hacer una especie de secuela directa de Hedorah, pero tampoco salió adelante. ¿Y os habéis dado cuenta que al inicio del film aparece el niño protagonista jugando con muñecos de Godzilla?; a principios de los 70, el merchandising de Godzilla daba más dinero que las películas, por lo que esta escena es una nada disimulada estrategia promocional.
Tras el fracaso con Hedorah, la burbuja tóxica, se volvería a llamar a Jun Fukuda para volver a transitar terrenos más conocidos para el público, aunque eso derivó en dos de los peores films de la saga Godzilla.
(Redactado por Adrián Roldán)
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