DRAGON BALL MOVIE Nº15 : ¡EL RENACIMIENTO DE LA FUSIÓN! GOKUH Y VEGETA (1995)

Cuando pensaba que los límites de la idiotez en un OVA de Dragon Ball no podían verse superados, va y llega "¡El Renacimiento de la Fusión! Gokuh y Vegeta", otra lamentable producción que vio la luz en 1995 y que pedía a gritos el cese de su exprimida franquicia, para evitar malos mayores ("desfanatizar" al antiguo fan, por ejemplo).
Si los dos films previos eran inaguantables e infantiles, este ya es directamente de guardería, aunque al fin dejen tranquilo al trillado Broly y su característico despliegue de gruñidos. Por otro lado, como yo ya estoy en la recta final de mi iniciativa, proseguiré con mis análisis duela lo que duela.
En el Más Allá, el joven demonio Saike (derivado de "psicodelia"), encargado de la máquina "purificadora de almas", sufre un grave accidente y libera toda la energía maligna acumulada durante milenios.
El resultado será desastroso, pues se transformará en un inmenso y orondo ser amarillo llamado Janenba (que significa "ola de pensamientos malignos", para no complicarse), y que convertirá el apacible y burocrático "Más Allá" en un salón de guardería de destrucción masiva.
Alertados por tamaño desastre, Gokuh y Paikuhan (plato chino de arroz con lucio), que participaban a su vez en un Torneo con los Kaioh, irán en su busca para hacerle frente, mientras que en la Tierra los muertos se han levantado de sus tumbas y amenazan a la Humanidad.

La ordenada puerta del infierno, con la máquina purificadora de almas a lo lejos

Saike, el despistado que se transformará en Janenba

Los 2 finalistas Paikuhan y Gokuh abortan su combate para enfrentarse al enorme bebé amarillo

En fin, ¿por dónde empiezo?. Decir que es la peor historia de cuantas se hayan ideado para Dragon Ball es quedarse corto. Un nuevo enemigo que hace las veces de Buu, que también se transforma en un ser imposible de vencer -pero que se vence- y un escenario tan psicodélico como irritante son las principales faltas graves de este film.
Si a eso le añadimos un horroroso trazo grueso en algunas partes del film (por momentos, se parecen a esos tebeos de "coloree aquí"), algunas ubicaciones más propias de "Don Gato" que de Dragon Ball y un tono de imbecilidad en todos y cada uno de los personajes, me inclino a pensar que este invento es fruto de una tarde de consumo de éxtasis en los responsables, por haber parido una película tan horrenda e inclasificable.
A nadie le importa ya que Gokuh se transforme en el melenudo de tercer nivel, ni que Vegeta se resista a la fusión, ni tan siquiera que los canijos sean capaces de defender la Tierra de los nazis (otro what the fuck! en toda regla), lo único que sí nos importa a todos es cuándo coño acabará este martirio.

El inaguantable Janenba, convirtiendo el infierno en caramelandía

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El auténtico enemigo, estilizado pero igual de absurdo

Totalmente arrinconable, el film únicamente me ha proporcionado momentos de confusión, contadísima diversión y nulo entretenimiento. El despliegue zombi tiene su punto de gracia, aunque sea tan ridículo como incongruente, pues algunos están totalmente demacrados, otros despiertan en plena juventud y belleza (¿Romeo y Julieta?..¡¡por favor!!), otros ya se alzan con los tanques y los caballos (ese desconcertante Hitler y su ejército) o incluso veremos al mismísimo Drácula, con estaca incluida y buscando cuellos a pleno día. Para colmo de males, también aparecerán antiguos enemigos conocidos de la serie, y que conseguirán revolvernos las tripas una vez más.

La parte más salvable, la fusión obesa (por momentos, parecía estar en Penguin Village)

La excusa del film, fusionar a los saiyans

La ínfima parte "rescatable" que ofrece el film, de entre tanta impureza argumental, sería bajo mi punto de vista, detalles que creo no son tan insultantes, veamos:
La errónea aunque previsible primera fusión, el Gogeta obeso, es divertida y nos da un poco de oxígeno (sus gases nos recuerdan a Bacterian por momentos). Algunas técnicas de combate usadas por el ya estilizado Janenba podrían pasar como originales, tales como la desfragmentación o sus inesperados desplazamientos en combate.
Y por último, ese pequeño y cínico guiño a miembros del staff como Tokiji Kaburagi o Tetsuya Numako, ambos en la lista de personas que van directas al infierno, sellados por Enma Daioh.