Una noche, conocen a tres chicas estupendas (sin excepción), y deciden ir juntos a la fiesta de las fiestas, a pocas horas de allí y donde según cuenta Pollo (un carismático Nicolás Martínez), se disfruta realmente de la esencia del país.
Lo que nadie se espera es que un terremoto sacudirá el lugar y la zona quedará completamente destrozada, comenzando así una desesperada lucha por la supervivencia.
Su primera parte (fiestas, música y nalgas) resulta algo frívola y plana intelectualmente, pero no por eso deja de ser muy divertida y entretenida, por lo que esbozamos una sonrisa del todo merecida (la broma del baño me la apunto).
Quizás sufra un poco en su meridiano de un aspecto "acartonado" que no entusiasma demasiado (decorados dificilmente creíbles), pero vista su parte final (brutal, despiadada y estremecedora) la cinta se sale con la suya. No nos engañemos, su alto contenido de violencia desviará la atención del cinéfilo más pudoroso, pero hará las delicias del atrevido incondicional al género, que no tendrá más remedio que aplaudirla y/o disfrutarla.
El entrañable "Pollo" aplicando el hachazo limpio |
Si bien es cierto que al finalizar el film se han escuchado algunos silbidos en la sala de desaprobación y que algunas valoraciones en internet en general resultan desalentadoras, personalmente considero que "Aftershock" es una experiencia tensa y vibrante, que no da lugar al aburrimiento y tiene el suficiente peso cinematográfico como para su estreno en salas.
Hay quién dirá que se trata de un "Resacón en las Vegas" extremo, pero no seré yo, ya que creo se alimenta más de films de naturaleza bien distinta (desde Romero al neo-gore), además de ofrecer un humor más fresco y espontáneo.
Recomendable pues para el incondicional del terror sangriento, pero quizás deban abstenerse el resto, pues se les podría atragantar.
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