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jueves, 22 de marzo de 2012

STAR CRASH, CHOQUE DE GALAXIAS (1978)

El Festival de Cine Fantástico de Sitges 2011 exhibió algunas de las joyas cinematográficas del pasado año (The Artist, Drive..), recuperó clásicos de indiscutible peso en la historia del cine (El Doctor Frankenstein), o desplegó sus films más gamberros en esas interminables sesiones nocturnas llamadas X-Treme, repletas de sangre y zombies.
También hubo tiempo para homenajear al peculiar Luigi Cozzi, cineasta italiano de segunda fila que recibió el premio Nosferatu a toda una carrera dedicada al género fantástico y, especialmente, a las exploitations, de las que recuerdo aquellos populares "Hércules" con Lou Ferrigno o esta distorsionada versión de la saga Star Wars con la que hoy os castigo.
Precisamente esa última cinta se recuperó para la ocasión y algunos "afortunados" espectadores (casi fui uno de ellos), pudieron rendirle tributo en persona asistiendo a la proyección de su "Star Crash, Choque de galaxias", la que fue su película clave en esa más que debatible filmografía de Luigi.
Adentrándome peligrosamente en su argumento (o algo) debo alarmar al respetable que es peor de lo que se pueda llegar a pensar tras ver la portada, y eso es, de por sí, muy lamentable. El desaguisado está servido, y narrar su sinopsis se convierte en tarea imposible debido a un montaje paupérrimo, de los que se hacen mal adrede o sino no se entiende.
Dos presuntos contrabandistas interplanetarios (la escotada Caroline Munro y un pasmarote de actor llamado Marjoe Gortner) son perseguidos por las autoridades hasta que son capturados y obligados a realizar trabajos absurdos hasta el fin de sus días.
Mientras tanto, un malvado conde llamado Zarth Arn (un Darth Vader de tres al cuarto encarnado por el inadecuado Joe Spinell) trata de dominar el universo y ese tipo de cosas, secundado por una supuesta legión de soldados entregados a su causa. Una vez los bandos están medio aclarados, aparece la figura del Emperador (un Christopher Plummer traicionado por su mánager) que les propone combatir al villano para conseguir su libertad, a lo que, evidentemente, estos aceptan (a su manera).
No faltará la presencia de un androide (un torpe e innecesario manojo de cables que estorba en vez de ayudar), el compañero de aventuras solitario en plan Han Solo (un veinteañero David Hasselhoff) o un enigmático co-piloto verdoso llamado Thor, que estaria mejor olvidarlo cuanto antes.
La sensación de entumecimiento neuronal está asegurada, y no sólo por un guión deplorable lo mires por donde lo mires, sino también por tratar de hacer creible una historia del todo desechable, un elenco actoral desajustadísimo (aunque con el tiempo sea casi su único encanto) o ni tan siquiera ofrecer un mínimo de respeto hacia el espectador un poco sensible a lo que sucede en pantalla.



En mi caso, traté concienzudamente de entender lo que sucedía en esta fritanga cinematográfica, pero me declaré en huelga intelectual al cruzar su primera media hora, dejando en piloto automático mis funciones mentales primarias, e intentando no apartar mis retinas de la aborrecible acción galáctica; y todo por una noble causa, avisaros desde esta sufrida reseña a que salgáis despavoridos de su visionado.
La aventura de este insufrible grupito solo conseguirá sonrojar al espectador hasta hacerlo sentir avergonzado completamente, o en el mejor de los casos, arrancar alguna que otra carcajada debido a su cúmulo de chapuceros trucajes de feria y a esas secuencias deleznables que alguien puede encontrar graciosas, pero que lamentablemente, no merecen atención alguna.



Ejemplos como el grupo de las amazonas (denotando un erotismo salchichero a lo Barbarella), los trogloditas saltarines (otra muestra clara de la coral escasez de ideas) o la apopléjica gigante del puñal (da incluso penita por su triste desenlace) son suficientes razones como para esquivar este film a toda costa, pues resulta enteramente infumable e incluso insultante.

Luigi Cozzi, el verdadero culpable de todo esto
                                                          Si bien se le atribuye cierto reconocimiento de culto (siempre y cuando se refieran al género "trash", porque sino no entiendo nada), para mi no es más que una filmación tan mediocre como innecesaria, comercialmente oportunista y de un mal gusto cinéfilo aberrante. Salvando los encantos de la Munro (por cierto, aquí compartiendo cartel con Spinell con quién coincidiría dos años más tarde en "Maniac"), el cameo irresponsable de Plummer o la intervención casi cómica de un imberbe Hasselhoff, la cosa no da para más.Unas historias incomprensibles, decenas de escenas lamentables, una música indefendible y unos efectos de parvulario convierten a esta farsa en una película para olvidar, sin nada que ver con el cine, como diría el maestro Aguilar y no apta para ningún tipo de público, tengan el coeficiente que tengan.Milagrosamente, obtuvo el suficiente peso en taquilla como para que rodaran una secuela tres años después, titulada "StarCrash 2, Huida de la tercera galaxia", y que seguramente, sea ya el castigo definitivo.

6 comentarios:

  1. Me pregunto porqué a la película la haces merecedora de un 2,7. Leyendo tu sinopsis, parece una clara candidata a rozar el cero patatero o el 1 si acaso... Me he reído solo con pensar el sufrimiento que debísteis pasar para aguantarla, y te animo a que te lances lo antes posible a por su secuela, ya que el blog merece advertir a toda la población humana del peligro que corren si se aventuran a visionarlas... Una pregunta, el robot que se ve en la imagen luchando con un sable, ¿cómo está animado? ¿Stop motion? ¿Cables? ¿Cutre-motion? Me intriga saberlo... Al pobre le dan un sable de metal y su rival lleva uno láser, así ya podrá el muy abusón...

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  2. Pues quizás porque imagino un "StarCrash" interpretado por los hermanos calatrava y seria todavía peor...lo que me hace salvarle un par de puntos y pico a favor. Escotes, frikismo estelar, cierto tufo cómico sin pretensiones y algún que otro discurso tecnológico imposible (hablan de rayos no sé qué con galaxias no sé cuantos)le otorgan un minúsculo encanto geek que pienso, merece estar un poco por debajo de Supersonic Man pero aún lejos de ese 1,5 de Los Kalatrava contra el imperio del Karate, que actualmente, es lo peor que he degustado.....

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  3. Lo del robot es un stop motion dantesco que más bien parecen fotogramas pegados con celo, y cierto es que la desventaja de espadas es evidente, jeje...los sables láser son tan malos...y los disparos láser peores....jaja

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  4. Estaba esperando esta critica

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    1. Descúbrenos tu identidad, que siempre nos quedamos con las ganas de saber quién es "anónimo".

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