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viernes, 16 de septiembre de 2011

GREENBERG (2010)

Con un espíritu muy indie, Greenberg nos acerca a las vicisitudes de Roger (Ben Stiller), un maduro fracasado de 40 años que tras salir de un centro psiquiátrico de New York por serios problemas de personalidad, se traslada a Los Ángeles donde vive su hermano. Cabe decir que su hermano es todo lo contrario a él, es adinerado, emprendedor, tiene negocios y su familia es perfecta; mujer, hijos e incluso perro.
Un viaje de negocios del hermano a Vietnam dejará toda la casa sola para Roger, que con el único contacto de Florence, su chacha, tratará de salir adelante en California.
Al parecer, todos los problemas se le amontonan, ya que enferma el perro, la butaca de su avión de American Airlines no estaba en perfectas condiciones, los taxis no tienen el suelo apropiado y decenas de motivos más que consiguen que Roger escriba cartas y más cartas denunciando tales sucesos sin respuesta alguna.
El comportamiento de Roger Greenberg es verdaderamente inquietante, con arranques pasionales desconcertantes o conversaciones profundas sobre la vida algo caóticas, por no decir que es el único que no tiene coche en Los Ángeles y necesita que le lleven constantemente.
Su relación con Florence tampoco entra dentro de los cánones. Una mujer como ella, desolada, desorientada y sola que debe encontrar su camino en la madurez, con una carrera de cantante algo frustrada y un carácter muy vulnerable.
Su extraña amistad deriva entre el amor y el repudio, pero quizás alimenta sus vidas de tal manera que consiguen salir adelante en unas edades tan llenas de dudas como son los 40 o los 30. La película nos narra todo esto, con un aire muy independiente y unos personajes endiablademente profundos y difíciles de caracterizar. En algunos aspectos es loable la encarnación de Stiller como hombre torturado e irascible con la vida, pero en mi opinión, el traje le queda grande esta vez, y no consigue transmitir en todo su esplendor el problema de Roger, aunque considerando lo complicado que era, tampoco puedo decir que haya sido un fracaso. En cambio, su compañera de reparto, Greta Gerwig me ha convencido más, y su expresividad es la adecuada para su personaje, con un lenguaje no verbal muy trabajado repleto de pequeños matices.
Consigue conversaciones absorventes, atmosféricamente peculiares, del todo diferentes, pero su ritmo sosegado nos ahoga y nos cansa al provocar que fijemos la vista en puntos casi muertos del metraje, que avanza tan lentamente que duerme.
Puedo entender que sea una filmación alejada de lo establecido, y que el director quiera jugar con eso para trasladarnos al mundo torcido de Roger, pero insisto en que puede llegar a aburrir por un uso anestésico de la cámara, por mucho empeño filosófico que le podamos exprimir. Esa reflexión sobre el film que leí no sé donde me parece adecuada. Apuntaban que es una comedia romántica enfocando el género desde un punto de vista negativo, donde todo sale mal y nadie acaba bien, un punto a su favor si lo queremos ver así.
Lo más reprochable comercialmente hablando de todo el asunto es que jueguen con la carátula de la película en muchos países mostrando personajes risueños y enamorados, cuando el film se aleja de todo eso, como ya he mencionado.
En fin, una filmación indie con un pequeño pero interesante perfilado de personajes que nos mueven el prisma de las relaciones perfectas californianas para enseñarnos el lado más amargo, y casi consigue dar en la diana. La próxima vez será Ben, sigue así.

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