CÓDIGO FUENTE (SOURCE CODE) (2011)

Hace apenas 2 años se estrenó Moon, una película de ciencia ficción que tal vez pasó un poco desapercibida por parte del gran público, pero que era una pequeña joya totalmente alejada de los clichés actuales del género, un soplo de aire fresco que no basaba sus puntos fuertes en unos efectos especiales apabullantes, sino en una sólida e inteligente historia que sorprendió a todos los buenos amantes de este tipo de películas y a los que buscaban un film para paladares delicados, gustando casi con seguridad bastante menos a los consumidores del cine tipo fast food.
Duncan Jones (el hijo de David Bowie) fue su responsable, su ópera prima por cierto, y ahora ha vuelto a la carga con otra película de ciencia ficción (género por el que se declara amante), y de nuevo puedo decir que ha acertado creando una nueva película muy a tener en cuenta.
En esta ocasión la temática es la de los viajes en el tiempo, aunque tal vez no como uno pueda imaginarse al leer esto, sino más bien como en la película Atrapado en el tiempo donde su protagonista se veía abogado a repetir una y otra vez una misma situación (1 día de su vida), aunque tal vez sea más similar a la serie Day Break, donde de igual manera que ocurre en la que tenemos hoy entre manos, se debe resolver un problema atrapados en un marco temporal limitado (también un día para la serie, mientras que aquí son solo 8 minutos de tiempo real). A grandes trazos y sin querer contar demasiado, pues el factor sorpresa es importante, tenemos al capitán Colter Stevens (Jake Gyllenhaal) quien se encontrará de repente desconcertado a bordo de un tren sin saber como ha llegado allí, al cabo de solo 8 minutos el tren volará por los aires y él se verá trasladado a una especie de cápsula, donde le comunicarán que su misión es la de viajar de nuevo al tren hasta descubrir al terrorista culpable del atentado. A partir de ese momento ya os podéis imaginar la multitud de situaciones que se pueden llegar a plantear, pues con cada nuevo salto, Colter tiene más y más información de los diferentes viajeros que le acompañan, así como de la sucesión de hechos que ocurren en esos 8 minutos a bordo del tren (¿quien no recuerda a Bill Murray en Atrapado en el tiempo, que se conocía la rutina de todos los habitantes del pueblo y podía intentar anticiparse a ellos?).

A nivel de actuación Jake Gyllenhaal está muy bien y logra que nos creamos a su personaje y empaticemos con él, también Vera Farmiga, en la piel de Colleen Goodwin (su contacto en la cápsula) consigue completar un buen reparto, del resto no diré nada, pues tal vez contaría más cosas de las necesarias.
Duncan ha logrado realizar un thriller muy bien rodado, con un ritmo trepidante, pues con cada cuenta atrás de los 8 minutos no nos deja un momento para desconectar, dosificando gradualmente las sorpresas y ligando todos los cabos sueltos de una manera convincente para que los amantes de la ciencia ficción no queden defraudados.
Un único "pero" para la película, y que de hecho hace que mi consideración final no sea todo lo buena que tenía en mente, pues obligados quien sabe si por exigencias del estudio (estoy seguro que el director la habría acabado mucho más al estilo the Moon si le hubieran dejado), meten con calzador un happy end totalmente innecesario y que falsea mucho el drama que estábamos viviendo, y que si ignoramos los 3 minutos finales, era redondo del todo y estaba logrando convertirse en un clásico como Moon.
Aunque no quiero quitarle méritos, que los tiene de sobras para ser una película notable, interesante y muy entretenida, pero se queda a un paso de tener una mayor trascendencia.