EL EXPERIMENTO DEL DR. QUATERMASS (1955)

Bautizo cinematográfico del doctor Quatermass, que dio el salto a la gran pantalla desde su exitosa serie televisiva en el Reino Unido. La primera historia del respetable doctor nos sitúa en Inglaterra, donde un cohete acaba de aterrizar bruscamente en la Tierra tras algunos problemas de comunicacíón, y de los tres astronautas que albergaba, sólo uno llega con vida, pero con tal confusión mental y desmejora física que hace pensar lo peor.

El responsable de dicho proyecto es el Dr. Quatermass, que intuye que algo no funcionó como es debido y sospecha la intromisión de un agente alienígena biológicamente desconocido.
Mientras está en observación, el astronauta parece estar poseído por un ente extraterrestre, y van sucediendo muertes de lo más extrañas que pueden causar una amenaza a nivel mundial si consigue salir al exterior.
La mujer del desdichado infectado no cree que sea para tanto y lo libera para estar junto a él, pero pronto descubrirá que ha hecho un gran daño a la humanidad y que es capaz de alimentarse rápidamente de cualquier ser viviente para así desarrollarse plenamente.
Ciertamente tenía muchas esperanzas en empezar esta saga (son 4, pero 3 oficiales) ya que a estas alturas son consideradas películas de culto para su sello, la factoría Hammer británica.
Dentro de una atmósfera tenebrosa y sugerente, se nos presenta por primera vez en la historia del cine, la aparición de un ser extraterrestre biológicamente amenazador, que constituye un antes y un después en el género del terror cinematográfico y el pistoletazo de salida para múltiples proyectos que ya todos conocemos. Un ente cambiante de forma que se alimenta de seres vivos (menuda escena la del zoo...) y que acaba convirtiéndose en una especie de cefalópodo gigante, siempre es un relato interesante para los defensores de la ciencia ficción, pero si además tiene una factura y fotografía cuidada, pues mayor es nuestro nivel de entusiasmo. El aspecto del astronauta desmejorado es acertado, y su expresión, congelada y desangelada, contiene aspectos terroríficos que proporcionan dosis de un suspense fantástico, con una mirada que hiela por dentro y que mantiene nuestra atención todo su escueto metraje (82 minutitos). Incluso se apunta un homenaje a Frankenstein en la secuencia donde una niña, a orillas de un río, se acerca inocentemente a nuestro monstruo para ofrecerle algo de beber, y éste sale corriendo obviamente empujado por lo poco de humanidad que dentro aún le quedaba. Tan sólo algunas explicaciones hoy día desfasadas, merman el plácido visionado hasta convertirlo en meramente entrañable y de mayor calidad que muchos, pero no tan notable como esperaba. El doctor Quatermass tiene una presencia firme y autoritaria, casi militar, y quizás por ello no cayó del todo bien en mi hambrienta cinefagia, que había ideado a un personaje tremendamente interesante y se ha encontrado con un refunfuñón cabreado y nada irónico. En resumidas cuentas, es una opción fácil para descubrir la ciencia ficción de los años 50 con una intriga sencilla y un enemigo peculiar, pero sin mayores sorpresas. Creo incluso que se acerca más a la decepción que al descubrimiento por mi parte, aunque lo cortés no quita lo valiente y seguramente me anime a ver las otras secuelas.
En el contenido adicional del DVD hay un documental sobre la Hammer que prometía ser interesante y que ha resultado uno de los peores extras jamás incluidos, un batiburrillo de sus "éxitos" mal montados y peor narrados, sin especial interés pues.