PAGES

martes, 19 de julio de 2011

BRANDO UNAUTHORIZED (2011)

Tarde o temprano sabía que la agitada vida del gran Marlon Brando se convertiría en un biopic interesante, pero lo que no podía imaginar es que el primero en realizarlo sería un pobre diablo como Damian Chapa.
Este individuo "conocido" por su insultante papel como Ken Masters en aquella Street Fighter (la de Van Damme), se atreve con una de las más complejas caracterizaciones en la carrera de cualquier actor, de elevadísimo esfuerzo interpretativo e inalcanzable catarsis actoral.
El hecho es que finalmente es capaz de reunir a familiares (literalmente), y amigotes varios para así lanzarnos esta bomba cinematografica amateur que nos explota en las manos por ser confiados y olisquear todo lo que lleve el nombre de Brando.
A través de los ojos de Christian Brando (como no, el hermano de Chapa), aquí dibujado como un acabado drogadicto afectado por la inestable vida de su padre, empieza a contarnos las vivencias de su famoso progenitor a cambio de un poco de droga. Un punto de partida que pinta mejor por escrito que en pantalla, imaginaos.
Partiendo de esa baza, nos relata cronológicamente la carrera de Marlon, desde su infancia afectada por el alcoholismo de su madre y los malos tratos de su padre, hasta las correrías en la escuela militar donde fue ingresado (no cuentan la gamberrada del campanario, por eso).
Sus primeras clases con Stella Adler en el actor's studio de Nueva York son una recreación fallida de aquella época, sin entrar en lo poco creíble que resultan las escenas en la academia, y las siguientes recreaciones de sus primeras películas son de una indecencia insuperable (la imagen superpuesta de Damian con el Coliseo romano recordando la filmación de Julio César no tiene perdón), acaban por demostrarnos en tan solo 25 minutos que lo que estamos viendo es pura basura. No hace falta que os diga que la actuación de Chapa en concreto es inadmisible, una intromisión defectuosa en la persona de Marlon, que necesita un actor de muchísima más talla para caracterizarlo, y creo sinceramente que hoy día no hay nadie capaz. Los rodajes de sus conocidas películas son igual de ridículos, mostrándonos más concretamente los pormenores que tuvo con la mafia rodando el Padrino o como acabó de ponerse en contra a todo el business hollywoodiense rehusando el Oscar y enviando a la falsa india a darles el discursito.
Esa escena en concreto es de una falta de criterio asombrosa, cuando nos enseña a un Brando en su casa, barrigón, con birra en una mano y pizza en la otra, chillando y torturándose exageradamente mientras mira la entrega de premios. Una secuencia de lo más inapropiada y carente de sentido biográfico. Una vez nos explica de manera muy confusa sus matrimonios fallidos y sus hijos con una y otra mujer, sólo nos queda verle en sus últimos días, cuando vive uno de sus peores momentos en la vida, la acusación de asesinato de su hijo y el suicidio de su hija. Damian protagoniza aquí una de las peores escenas del pseudo-film cuando pretende escenificar las declaraciones que Brando hizo al juez intentando suavizar la condena de su hijo, del todo deplorable.
Brando murió el pasado 2004 como consecuencia de una fibrosis pulmonar, y dejó un legado cinematográfico de una valía incalculable, convirtiéndolo en el actor con mayor repercusión de todos los tiempos.
Una lamentable caraterización incitadora al insulto
Cabe mencionar que en el primer día de rodaje, Damian sufrió un accidente de moto (se nos enseña al final) que casi le quita la vida, pero que consiguió reponerse y filmar esta absurda recreación de la vida de un mito, que necesita una mejor versión encarecidamente.
Sacando de nuevo a flote la positividad que me caracteriza propondré algunos detalles no tan horrendos que se pueden decir de la cinta. En primer lugar, Chapa no alcanza a interpretar al genial actor pero podríamos decir que sí consigue hablar como él, su voz está algo conseguida.
La escena de las pesadillas de Christian casi al final de la cinta y algún efecto del tratamiento del blanco y negro son acertadas, pero no salvan del naufragio a un endeble film que nos maltrata con un Francis Ford Coppola propio de Muchachada Nui o ese enorme problema de cásting que inunda el proyecto.
En fin, una cinta amateur con (imagino) buenas intenciones hacia la figura de Brando pero que decepciona, y mucho, al espectador que ha seguido al mito. Nada recomendable pues, sólo como curiosidad para seguidores incondicionales del actor.

2 comentarios:

  1. La peor puntuada de todo el blog!!! Impresentable proyecto del que estoy orgulloso haber quedado al margen del todo... solo con saber lo que has sufrido viéndola ya tengo mi recompensa (soy malo a veces ^^). Por cierto a tu vuelta del viaje hay que acabar de ver las 2 que tú ya sabes y colgarlas en el blog, lo que empezamos juntos hay que acabarlo igual... una mezcla de géneros imposibles, nadie en el mundo habrá hecho la sesión doble con estas dos...

    ResponderEliminar
  2. Ya se ha visto superada por los kalatrava y el karate casposo....jejeje...

    ResponderEliminar