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lunes, 2 de mayo de 2011

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS (1991)

El FBI sigue el rastro de un asesino en serie apodado Buffalo Bill, que escoge sus víctimas a razón de su anatomía para confeccionarse un traje humano a medida. A la experta en conductas psicópatas Clarice Starling (una Jodie Foster encomiable), futura agente federal, se le adjudica colaborar en el caso e intentará sonsacar información del psicópata Dr. Hannibal Lecter (Anthony Hopkins absolutamente brillante), un individuo de inteligencia superior que a su vez, destapará todas las caras de la "frágil" Starling.
Probablemente estemos hablando del que fue el mejor thriller psicológico de la década de los 90, y no sólo por la presentación cinematográfica del Dr.Lecter, personaje de culto, sino por la suma de excelentes interpretaciones del resto del grupo actoral. La intensidad del filme es indiscutible, y las conversaciones con Lecter resultan inquietantes e inteligentes, gracias también al excelente trabajo de fotografía y sonido que dotan al filme de identidad propia.
La película avanza con tres frentes abiertos, por un lado la relación entre Starling y Lecter, en un combate actoral impresionante que bajo mi criterio ganaría Sir Hopkins a los puntos. En segundo lugar las terribles y descabelladas acciones del killer Buffalo Bill, ofreciéndonos otra genialidad interpretativa como rara vez hemos visto. Y en tercer lugar, la carrera por su reconocimiento en el FBI de Clarice, que intentará deslumbrar a su jefe Jack Crawford (Scott Glenn al nivel del grupo, excelente) incluso por vías de sutil cortejo.
La más interesante quizás, sea la intensa relación que une a la agente con Hannibal el Caníbal, pero no desmerecen en ningún momento las demás propuestas argumentales.
Un resultado abierto a preguntas (no desvelan algunos datos, hay casualidades sospechosas) pero que enriquecen nuestro juicio y nos llevan directos al debate, entendiendo desde nuestra perspectiva personal los hechos que suceden convirtiéndola en una obra excelente, participativa y totalmente aconsejable.
La nota discordante la podría subrayar con algunos aspectos más rácanos del guión, que no nos permite entender en toda su profundidad la locura de Bill o el pasado de Lecter, que nos hubiera gustado saber mucho más (en posteriores versiones se centran únicamente en su personaje, defraudando quizás su tan ansiado contenido).
La experiencia de vivirla a 1080p (en su máxima expresión de vídeo y audio, además de a 60")  no tiene parangón, asistiendo de nuevo a un revisionado increíble que me mantuvo enganchado como si nunca la hubiese visto. Un clásico donde los haya.

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