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domingo, 17 de abril de 2011

3 METROS SOBRE EL CIELO (2010)

Dispuesto a torturarme un rato esta tarde, me he lanzado sin mirar atrás a ver esta película para adolescentes de firma española con caras conocidas.
Nos situamos en Barcelona, con un chico duro al que llaman "H"  (Mario Casas cumpliendo lo justo),  irresponsable, traumatizado y problemático que se cruza con su opuesta, la dulce y virginal Babi (Maria Valverde) cuya vidas no tienen nada que ver, pues ella lo tiene todo organizado, padres superprotectores, de buena cuna...bueno, ya se sabe. Pues narra la historia pasional aparentemente imposible de estos dos pipiolos a lo largo de 2 dolorosas horas sin piedad alguna para el espectador osado como yo.
Para empezar, comentaré que no es nada desdeñable la puesta en escena, digna y más que correcta, e incluso algún que otro acierto argumental, incapaces todos ellos, de solventar tamaño artefacto juvenil de todas formas.
Si estiráramos uno de los mejores capítulos de "al salir de clase" por ejemplo, pusiéramos una cara de actor en alza, como es el caso de Mario, y aplicamos todos los consejos necesarios de "la guia de éxitos comerciales" sacaríamos algo similar. Una historia convencional, con demasiados altibajos amorosos, peleitas, polvos azucarados y pechos descubiertos salpicada de momentos dramáticos para intentar dar profundidad al tema, sin conseguir lo pretendido.
Una cosita si que es cierta, y es que, si con un sobre esfuerzo consigues volver a tu adolescencia y ponerte el chaleco primaveral de nuevo, tendría el poder de atraparte, y seguro que enamorará a las jovencitas gritonas con carpetas llenas de fotos del cachitas Mario Casas.
Un dato que me ha molestado sobremanera ha sido el uso de artimañas fotográficas para mejorar sus imágenes, aplicando filtros desmesurados al color azul del cielo, del mar, o incluso darle un toque místico en una escena romántica que parecía sacada de Bram Stocker y su Drácula.
Acabaré diciendo algo bueno, para descolocar al lector, que desgástando sus retinas, lee mis impresiones sin obtener nada positivo. Tiene unos minutos finales (que ansías que lleguen) bastante amargos, cambiando el previsible "happy end" por un desenlace más oscuro, cosa acertada sea de quién sea la idea.



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