No sólo Italia adaptó sus tiras cómicas nacionales a la gran pantalla durante la segunda mitad de la década de los 60. También otros países europeos se apuntaron oportunamente a esa intensa aunque efímera fiebre y así comenzaron a aflorar, siempre al socaire del film que lo originó todo, "
La Máscara de Kriminal", varios proyectos de distintas pretensiones pero de muy similar naturaleza.
La delirante trilogía del "
Killing" (
exploits turcos de la citada Kriminal), la pretenciosa "
Mr. Freedom" en Francia, algunas co-producciones italianas más rebuscadas como "
Lo Scoiattolo", "
Mister-X" o "
Lucky, el intrépido" (de nuestro incansable
Jesús Franco), o la más famosa de todas, "
Barbarella", acuerdo de producción entre Italia y Francia, son sólo un ejemplo de esta pasajera, pero muy estimable moda pop en el cine.
Se consolidaba pues la nueva figura del anti-héroe amoral y nihilista (y enmascarado a ratos) que va en contra del sistema gubernamental y que, por lo general, persigue diamantes junto a su(s) amante(s) enfrentándose además a crueles y excéntricos criminales.
De entre todas esas producciones no italianas hay un caso bien singular; el primero procedente del Reino Unido, "
Modesty Blaise, superagente femenino", y obra (por encargo) del exiliado y reconocido
Joseph Losey (1909-1984), autor del clásico "
El Sirviente", que adaptaba la tira cómica homónima de
Peter O'Donnell y
Jim Holdaway estrenada en 1963.
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Modesty, que no le faltan ingresos precisamente, sólo se mueve por el "placer" del trabajo... |
Pese al esbozo de guión que creó
O'Donnell en 1965, el film sufrió tantos retoques que poco tiene que ver con la versión original. Eso, junto con la falta de entusiasmo por parte del director, dio como resultado un batiburrillo anodino, interminable y confuso que, pese a optar (inexplicablemente) a la Palma de Oro de Cannes en 1966, no merecería un lugar de honor dentro del género en cuestión.
En el apartado argumental, tenemos a la seductora espía Modesty Blaise (encarnada por la atractiva italiana
Monica Vitti), que acudirá a la llamada del gobierno británico para tratar de arruinar los planes de Gabriel, un amanerado y rico criminal (
Dirk Bogarde), para así evitar que éste se adjudique unos diamantes de valor incalculable.
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Psicodelia y estilo pop sesentero, ¿irresistible? |
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Un ejemplo de plano de "autor" por parte de un desmotivado Losey |
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Bogarde, un villano inolvidable |
Siempre acompañada de su leal compañero Willie Garvin (nada menos que un
Terence Stamp en plan seductor), nuestra glotona espía paseará su palmito y sus modelitos de aquí para allá haciendo de todo un poco, desde seducir al personal a vergonzosas luchas de sofá.
Rodada entre Ámsterdam, Nápoles y Sicilia, el film presenta unos decorados de lo más psicodélicos, una puesta en escena de cómic (con planos "de autor" que chirrían más que suman) y unas localizaciones, eso sí es de ley reconocerlo, estupendas, amén de unos actores de primer orden que elevan el producto del despropósito absoluto.
Si bien el film pretendía ser un
spoof de las películas de James Bond, lo cierto es que únicamente lo logra en determinados instantes, demasiado pocos de hecho, siendo el resto del metraje una comedia sin gracia ni ritmo. El ir y venir de personajes de un lado para otro, con una excesiva carga de diálogos, poquísimo rigor cultural y con las clásicas y estereotipadas escenas de este tipo de producciones (véase: persecuciones "peligrosas" de coches, armas nucleares, un buen puñado de acólitos imbéciles y torpes a los que eliminar sin pestañear, glamour de chichinabo y un par de affairs edulcorados, etc etc..), convierten a esta especie de
eurospy derivado de un cómic, en un film sin mayor interés.
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Fantástica captura de un fotograma del film en tonos sepia. Bogarde con Vitti. |
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Escena del rodaje con Terence Stamp. La magia del cine. |
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Portada del cómic en España |
Tan sólo la destacable actuación de
Bogarde como villano gay, su sintonía pegadiza y un discreto pero apreciable desfile de encantos femeninos, más su propia esencia de cómic hecho película, hacen de "
Modesty Blaise, superagente femenino" un film moderadamente singular, muy irregular y amorfo pero de algún modo encantador, aunque imagino que sólo para el cinéfilo o amante de los cómics, que verá en su conjunción de responsables e idea un caso de lo más insólito.
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Travolta leyendo a Blaise en Pulp Fiction |
La tira cómica original se editó en España en 1974, y los fascículos encuadernados posteriormente en dos únicos tomos tuvieron la particularidad de tener a
Monica Vitti en su portada. Curiosamente, siempre que una colección de ‘Modesty Blaise’ se ha publicado en nuestro país, paralelamente se han publicado una colección de formato idéntico de James Bond.
Existen además otras dos versiones cinematográficas de la espía. Un episodio piloto de 1982 que no acabó de cuajar en Estados Unidos, y "
Mi nombre es Modesty: una aventura de Modesty Blaise", un film Direct2Video de 2004 del director de "
Hostel 3" y que, según parece, se acercaba más a la espía cruel y despiadada del original de base.
Tanto es así, que el propio
Tarantino, fan del cómic y que lleva años queriendo adaptar dicho personaje, intervino en tareas de producción. Además, ¿quién no recuerda a Vincent Vega en
Pulp Fiction leyendo en el váter antes de ser masacrado?. Pues fijaos bien en su elección. Nada menos que nuestra comentada señorita Blaise.